Opinión

El Capitán Dinamita (Anecdocuento)

También comenzó a usar un reloj que no se quitó jamás, un anillo de calavera y una pesada cadena plateada colgada al cuello, ambos de exageradas dimensiones.
José Viznel ÁLVAREZ
lunes, 18 enero 2021

Se desconoce exactamente cómo ni por qué buena parte de su vida transcurrió cubierta por una especie de signo justiciero, lo cierto es que donde quiera que había problema allí aparecía él para resolverlo de la manera que consideraba más práctica.

Jamás se cuestionó por qué razón cada vez que alguien estaba en aprietos siempre lo buscaban para solucionar, y él simplemente actuaba por los impulsos que venteaban desde circunstancias que asumía como propias sin darse cuenta de que el tiempo le transcurría en un absurdo rol de defensor del pueblo, no exento de discusiones y riñas que casi siempre culminaban a su favor pero que en realidad nada aportaban a la sana convivencia.

Tampoco está claro el motivo por el que siendo joven, buen estudiante, amable y divertido, que vestía a la moda y andaba de fiesta en fiesta, luego de haber vacacionado con unos amigos en la capital, regresó convertido en un bagazo de lo que era, tal como si le hubieran exprimido del alma todos los argumentos para vivir como lo había hecho hasta ahora.

No era ni la sombra de lo que había sido antes, al menos en cuanto a su forma de ser y de vestir, pues ahora en lugar de los bluyines, llevaba unos pantalones de kaki que se ajustaba con una correa no más ancha que un meñique; las llamativas franelas fueron sustituidas por camisas unicolor manga corta; ahora usaba medias de rombos de colores que se veían cuando se quitaba las botas negras que suplantaron a los vistosos zapatos deportivos.

También comenzó a usar un reloj que no se quitó jamás, un anillo de calavera y una pesada cadena plateada colgada al cuello, ambos de exageradas dimensiones.

Pero el drástico cambio en el estilo de vestimenta también lo fue en el carácter. Antonio de la Serenísima Imagen Calabretti Rosas, a quien todos llamaban Toño El Amable por lo manso y tranquilo que era, se volvió un hombre retrechero, grosero y pendenciero, todo en un solo paquete bautizado con el remoquete de El Capitán Dinamita, que siempre andaba con la cabeza erguida y la barbilla chorreada con el soberbio bigote que se dejó crecer a semejanza de los manglares de la laguna.

Además, si la transformación que Toño experimentó de candidato a santo a violento vengador de agravios fue una sorpresa para todos, más lo fue el extravagante episodio que lo puso de regreso al viejo modelo de virtudes.

Un día estaba en la calle jugando cartas con unos vecinos a la sombra de una mata de mango. Habían sacado una mesa y cuatro sillas y jugaban animadamente cuando un sobrino llegó corriendo con las cholas en la mano, y le dijo que un extraño al barrio estaba medio matando a golpes a su tío padrino en el billar de la otra cuadra.

Sin decir palabra, como si aquello fuera parte de su destino se calzó las botas, ajustó el anillo al dedo, se sacó la cadena por fuera de la camisa y miró la hora, luego colocó sus cartas dentro del mazo con calculada parsimonia, se levantó de la silla y se dirigió sin prisa a resolver el inoportuno asunto.

Sin embargo no contaba con que el forastero ya estaba sobre aviso, lo que le impidió siquiera ingresar al salón de billares. Apenas asomó la nariz en el umbral de la puerta, un puño de anormales proporciones lo golpeó con tal índice de explosividad que desplazó el aire alrededor de su cara, y lo puso en reversa automática que a no ser por el peso de la cadena hubiera parado más allá de los límites del barrio.

Meses después reapareció por la barriada caminando derechito, sin botas, sin reloj ni anillo ni cadena, iba cubierto con una túnica sin adornos ni costuras y unas sandalias franciscanas que anunciaban sus pasos con un chirrido pertinaz, a los cuales las ventanas de las casas se abrieron para observar el retorno de Toño El Amable. El Capitán Dinamita había pasado a la historia. / Del libro (Inédito) Anecdocuentos y otras especies, del mismo autor.

viznel@hotmail.com

Ten la información al instante en tu celular. Únete al grupo de Diario Primicia en WhatsApp a través del siguiente link: https://chat.whatsapp.com/GrMSWMc6dI10zfha74uZzR

También estamos en Telegram como @DiarioPrimicia, únete aquí https://t.me/diarioprimicia

error: