¡EL AVIÓN, …!, ¡el avión!,….. ¡el avión!

Todavía resuena en mis oídos cual campanada una frase con palabras chillonas, expectantes y repetidas: “EL AVIÓN, el avión, el avión” en el televisor situado en la sala del hogar de nuestros padres, en los recién conformados hogares que estábamos estrenando con mucha seriedad y responsabilidad y en muchísimas otras moradas familiares de nuestra querida y pretérita Venezuela, en dichos aparatos privilegiados de toda familia se anunciaba el comienzo de la serie “ La isla de la Fantasía”.

Por cierto, que, con mucha añoranza, hemos de rememorar lógica y lastimosamente acerca de lo agradable y feliz que fue nuestra infancia y juventud, pero además la situación y calidad de vida de la amada Venezuela en democracia. ¡Que hoy por hoy hemos perdido de manera tan terrible y perniciosa dentro de un régimen de gobernanza dictatorial.

¡Ya más de 23 años, qué desgracia!. Y, que ahora en el siglo XXI, año 2022, pensamos y reflexionamos en alta voz: (¡Cuando éramos felices y no lo sabíamos!) Eran los años finales de la década de los 70’. Estábamos los venezolanos conociendo y disfrutando la naciente programación a color de la Televisión desde. 1972 , y por vez primera en Radio Caracas Televisión.(RCTV).

Lo real, actual y cierto es que debemos aplaudir a quienes señalan y con mucha certeza que “el mundo está al revés”. Y tan al revés está que me obliga a recordar a la Argentina, y a una canción del gran Carlos Gardel, la muy célebre “Cambalache”, que, un poquitín más allá de principios del siglo XX, año 1934, Carlos Gardel,  el “Zorzal Criollo”, el “Morocho del Abasto”, “Carlitos” y otros diversos apodos con los que se le conocía, cantante, compositor y actor, que por supuesto hemos de recordar nació el 11 de diciembre de 1890,  en Toulouse, Francia,  nacionalizado argentino en 1923, quien con su voz inolvidable exaltaba tristemente la sordidez de una realidad social de esa época.

“Cambalache”, tango – canción compuesta por Enrique Santos Discépolo, que presenta una visión de presente y de futuro, que entre otras cosas trascendentes decía así: – “ ¡ Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor! ¡Ignorante, sabio o chorro, generoso o estafador!, ¡Todo es igual! ¡Nada es mejor! ¡Lo mismo un burro que un gran profesor! No hay aplaza’os, Ni escalafón, Los inmorales, nos han iguala’o ”-.

Y, continuaba su arenga hecha canción, su “canto protesta”, porque lo era, de la siguiente manera: “- Si uno vive en la impostura Y otro roba en su ambición ¡Da lo mismo que seas cura Colchonero, ¡rey de bastos, Caradura o polizón! -. Finalmente, el cantor, quizás con una rabia reprimida exteriorizaba: – “¡ Qué falta de respeto, qué atropello a la razón!, ¡Cualquiera es un señor!, ¡Cualquiera es un ladrón! -”

Lo paradójico, es que estamos hablando de un “mundo al revés” con una diferencia en el tiempo de ochenta y ocho años (1934-2022), pero lamentablemente con una semejanza tan supina que pareciese que la humanidad no evolucionó para mejor, y que los individuos nacieron, se reprodujeron y no hubiesen cambiado de conductas y actitudes de sus antepasados, no todos por supuesto.

Y, ustedes se preguntarán ¿Por qué referirme a Gardel y no a otro cantor y melodía?. Mi respuesta es fácil y sencilla: porque estos contenidos inexorablemente me llevaron a tratar una situación, un hecho vinculado con la bella e importante república de Argentina de otrora con respecto a otro actual en ese país, por cierto no análogo. Ya os daréis cuenta en el sendero o el recorrido de estos contenidos.

Y, aquí, ahora, veremos con exactitud y realidad lo que en párrafo anterior comenté. Resulta que desde hace más de dos semanas hay un avión aparentemente venezolano, un Boeing 747 de Emtrasur Cargo, subsidiaria de la aerolínea estatal venezolana Conviasa (¿?), retenido en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, el más importante de la Argentina.

Sus tripulantes, iraníes y venezolanos, no pueden salir del país por orden judicial. ¿Qué pasó? No se sabe. Y, dudo porque como ¡ todo está al revés!. Y ese es precisamente el conflicto. A todas estas, una fiscal inquiere por qué fueron a ese país, ¿qué transportaron y quiénes son?. Porque inclusive se sospecha de sus identidades.

El rumbo del avión tuvo su origen e itinerario los primeros días de junio, partiendo desde Caracas a la Argentina siendo su primer aterrizaje en Córdoba y después Buenos Aires, dicen que descargó lo transportado.

Desde ese momento se les negó cargar de combustible debido a la extraña conducta que ofrecía la nave. Sin inconvenientes con el gobierno argentino volaron hacia Uruguay con la intención de cargar combustible y seguir hacia Caracas. Pero, en Montevideo les impidieron ingresar a su espacio aéreo y de emergencia debieron regresar a la Argentina.

Lo extraño dejó de serlo, después de haber llegado a Buenos Aires advertencias y más que ello alertas de los gobiernos de Paraguay, Estados Unidos e Israel sobre tan raro vuelo, la nave y el tipo y cantidad de los tripulantes.

Se habló de una cantidad de 19 tripulantes (con solo 4 se podía operar el aparato), 5 iraníes, uno de ello, el piloto, cuyo nombre Gholamreza Ghasemi, se correspondía con alguien perteneciente a la Guardia Revolucionaria Islámica, Fuerza Quds iraní, identificada como terrorista por Estados Unidos.

Lo cierto es que hasta ahora la Justicia de Argentina gestiona establecer qué ocurrió, se ha dado una actitud de desconocimiento total, argumentando, por ejemplo, que su decisión estaba limitada y no puede ser más efectiva porque no tienen a conciencia la certeza de si el avión era venezolano o iraní, si fue vendido o arrendado por Irán a Venezuela; además de desconocer si la nave aterrizó para llevar carga u otra finalidad .

Una muy extraña conducta y actitud por parte de las autoridades argentinas, siendo el colmo el estar confundidos y desorientados por las identidades de los tripulantes iraníes y “para qué arribaron a Ciudad del Este y a Buenos Aires, ni qué fueron a hacer en la Triple Frontera (Argentina,  Brasil, Paraguay) durante 48 horas”.

En ese sentido, un juez federal argentino de apellido Villena resolvió retener en el Aeropuerto de Ezeiza, Argentina, a siete de los 19 tripulantes del avión venezolano iraní inmovilizado desde hace dos meses.

La aeronave y su tripulación están siendo investigados para determinar si tienen relación con organizaciones terroristas.

Surge una interrogante: ¿Y cuál es la respuesta y conducta de las autoridades de Venezuela, es decir, del régimen de Nicolás Maduro ante estos acontecimientos?.

Bueno. Era de esperarse de un gobierno dictatorial como el venezolano que sus respuestas fuesen siempre bajo un tenor de muy bajas e inexistentes acciones de tipo diplomáticas como Dios y la cordura mandan.

Se empiezan a ver titulares ante la opinión pública nacional e internacional, tales como: Sube la tensión entre Caracas y Buenos Aires por incautación de avión en la mira de EE. UU.

Y, Nicolás Maduro culpó a la Argentina de haber secuestrado el avión y a sus tripulantes; y uno de los “líderes”, un diputado chavista-madurista en forma irrespetuosa vilipendió al presidente de Argentina, Alberto Fernández, así las cosas.

Muchos pensábamos que íbamos a ver y oír expresiones tales como las de Tattoo, el pequeñín hombre de la pretérita “Isla de la Fantasía”. Pues nos quedamos con los “crespos hechos”. Ni fue un sonriente hombrecito, ni Venezuela es la “Isla de la Fantasía” representada en un nuevo país “mejorado” como han intentado mostrar ante el mundo.

Todo lo contrario, fue un hombre de porte alto y corpulento, casi obeso, quien encolerizado llegó a expresar palabras y frases a viva voz, ante la opinión pública mundial. Nicolás Maduro, entre otras cosas, advirtió al presidente argentino, Alberto Fernández, que estaba bien “arrecho por el robo del avión en Argentina”. La frase “El Avión, el avión, el avión” no fue tan amistosa y alegre.

Así pues, “opinadores” y expertos a nivel nacional e internacional, señalan que las relaciones entre estos dos países atraviesan circunstancias convulsionadas en estos días y se presume irán desmejorando aún más en atención al proceso judicial que se sigue en Argentina con la aeronave venezolana-iraní detenida en esa país desde el pasado 6 de junio de 2022.

Se ratifica una vez más que el “mundo está al revés”. Y, por lo visto en nuestro país, Venezuela, las cosas seguirán al revés, sin un Sr. Roarke, representado en toda una población civilizada, democrática, pero hastiada y cansada, que con un juicioso código moral, nos oriente a todos los venezolanos hacia dónde ir y cómo actuar en tan calamitosos tiempos actuales y futuros, en síntesis, aprender por fin una importante lección de vida sustentada en nuestros deseos de ser LIBRES.

Como colofón, les presento algunos ejemplos del “mundo al revés”. En la actualidad:

– “Quien delinque es “presunto inocente” y quien no lo hace es “presunto culpable”

– “Los niños que sufren acoso, a ellos se les cambia de colegio y no al acosador”.

-“Un hombre podría ser acusado de allanamiento tras entrar a su propia casa cuando los ocupantes (invasores de su vivienda desde hacía 6 años) se fueron de vacaciones”

– “Un mundo en el que no se premia el talento porque son los mediocres quienes mandan”.

– Adivina, adivinador, ¿A quién se le pudo ocurrir semejante opinión? : “De pronto ha llegado el momento de luchar conjuntamente con el régimen de Maduro para afrontar problemas comunes”.

Calgary, Canadá, Agosto 2022

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