El Arte de Ser Familia: El flagelo de la ansiedad
En la actualidad se ha hecho más que frecuente hablar de la ansiedad, gran parte de la población afirma experimentar estados ansiosos que limitan la capacidad de acción en su desempeño cotidiano.
Antes de abordar el tema de la ansiedad y describir que es, cómo se manifiesta y cuáles son las formas de tratarla. Es importante comprender que la ansiedad, es un estado común e incluso podría decir que necesaria en la vida para la supervivencia, que hace presencia en distintos contextos como una conjugación de nuestros estados emocionales y mentales, que reaccionan a estímulos externos (contexto) o interno (mente). Sin embargo, este estado pierde su esencia natural cuando las manifestaciones orgánicas y psicológicas se hacen manifiestas de manera desmesurada aún cuando las situaciones o estímulos no son de relevancia.
El trastorno de ansiedad es un estado mental exacerbado de preocupación, ansiedad sobre cualquier hecho del día a día e incluso cuando pareciera que no hay razón para preocuparse. Es uno de los trastornos con los síntomas más molestos e incapacitantes, ya que aparecen en cualquier momento, sin previo aviso y, por lo general, la persona no sabe cómo regularlos.
Es muy probable que aquella persona que experimente un cuadro de ansiedad manifieste los síntomas casi todos los días durante varias horas y lo más frustrante es no poder controlar sus preocupaciones y nerviosismo.
El trastorno de ansiedad es de evolución lenta y progresiva y puede iniciar entre la adolescencia y la adultez temprana.
Entre los síntomas que permiten identificar este trastorno cabe mencionar: preocupación constante y exagerada por cualquier cosa aún sin motivos reales o aparentes; percibir diversas situaciones como una amenaza aún cuando no lo son, dificultad para manejar la incertidumbre, nerviosismo, agitación, tensión muscular, dificultad para concentrarse, para controlar las preocupaciones, para conciliar el sueño, debilidad, cansancio, dolor de cabeza, molestias gastrointestinales, irritabilidad, entre otros. Para definir el diagnóstico es imprescindible que los síntomas se hayan manifestado durante al menos seis meses día a día.
Ahora bien antes he dicho que sentir ansiedad es parte del curso normal de vivir; la diferencia de ésta, por así decirlo, sana ansiedad con el trastorno estriba ante la manifestación de los síntomas en su duración, frecuencia e intensidad. En el trastorno de ansiedad la persona ve incapacitado y alterado su movimiento de vida cotidiana, lo cual no sucede ante la ansiedad natural que se manifiesta por ante la necesidad de supervivencia ante una situación particular.
Existen varias razones por la cuales una persona puede presentar un trastorno de ansiedad, en primer lugar, existe una vulnerabilidad biológica y psicológica que pueden estar condicionadas por la percepción que se tiene de las experiencias negativas previas que durante su evolución a vivido un individuo, ante las cuales su traducción es que tales situaciones son difíciles de manejar e impredecibles.
La vulnerabilidad psicológica viene condicionada por la sensación de desamparo, rechazo y falta de apoyo social, familiar, emocional, la recurrencia de eventos traumáticos o estresantes sufridos en la infancia, enfermedades, violación o abuso sexual, abandono, violencia intrafamiliar, conflictos, duelos, entre otros; así como también ciertos estilos parentales que acuñan el desarrollo de un apego inseguro, que abonan la vulnerabilidad psicológica.
Las condiciones ambientales de igual manera llegan a tener incidencia en el desarrollo de este trastorno toda vez que se conjuga con algunas de las limitaciones o vulnerabilidades de la persona que lo hacen sentirse incapaz de abordar o manejar la experiencia.
Es importante aclarar que existen varios tipos de ansiedad y lo recomendable es que sea un especialista (psicólogo, psiquiatra) quien la diagnostique y trate.
Existen diversos tratamientos que permite la regulación y control de este estado mental atendiendo los síntomas. Algunas de las técnicas que se emplean están el mindfullnes, yoga, meditación, arteterapia, etc, además de farmacológica.
Es posible que tus preocupaciones no se vayan por sí solas y que empeoren con el paso del tiempo si no procuras ayuda. Si tú o algunos de los tuyos esta viviendo una situación como la aquí expuesta y no han logrado manejarla, no dudes en buscar ayuda especializada antes que tu ansiedad empeore. Es más fácil tratarla si obtienes ayuda pronto.
Lcda. Irma Vecchionacce
Psicóloga
Terapeuta Sistémico familiar
Coach Profesional
Especialista PNL
@irma.vecchionacce
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