El aprendizaje: “Pa’ bachaco chivo”

Estamos en una de refranes: “Pa’ bachaco chivo” título que encabeza este artículo está relacionado con artículo último anterior que debo terminar por aseverar que sí pareciese ser que nadie aprende de otras experiencias, sino que prefiere hacerlo por sí mismo, aunque mal le vaya.

Sin embargo, no es menos cierto que su aprendizaje lo obtiene aun siendo negativo, pues es realmente un nuevo conocimiento, y por tanto un importante aprendizaje.

El segundo refrán se acopla perfectamente con el primero. ¿Porqué? Debido a que quiere mostrar que algunas situaciones se tratan de resolver con soluciones que en algunos casos pueden ser más extremas, más dañinas y con características definitivas.

Lo cierto es que “Pa’ bachaco chivo”, en general se refiere a que unos males pueden ser peores que otros. Ejemplo: Un campesino le dice a otro: – Compadre, los bachacos están acabando con mi cosecha. Y el otro le responde: – Eso no es nada, en mi conuco llegó una manada de chivo y acabó con todo.

Para recordar un poco, en mi artículo anteriormente mencionado centré la idea en las elecciones para presidente de Colombia. Allí hice parangones entre los dos candidatos que aspiraban a la presidencia.

Uno de ellos archiconocido políticamente como socialista, pretérito guerrillero, que como político había participado en más de dos oportunidades como aspirante a la Casa de Nariño.

Mientras que el otro no era un político ni pertenecía a partido político alguno. Era un personaje representante de la organización privada, un ingeniero constructor de viviendas que detestaba a los politiqueros y a la corrupción engendrada por el establishment de la vida política nacional.

El vórtice del mensaje estuvo dirigido a explicar que no es obligatorio pertenecer a partidos políticos para surgir como líder y competir en buena lid con los políticos confesos. Eso sí dejando a un lado la búsqueda de un Mesías porque al igual que un “boomerang” es un arma que, tras ser lanzada, si no impacta en el objetivo, regresa a su punto de origen.

Con el agravante que en este caso esa arma tiene “doble filo”, cuyo filo es nada más y nada menos que la política.

Lo cierto, la realidad es que hubo un ganador y fue el político de izquierda. Pero perdónenme, sí hubo un aprendizaje. Y este puede aceptarse porque las cifras entre el ganador y el perdedor fueron “ chucutas”, casi un empate técnico.

Luego sí pudo haber ganado el candidato no político, el no apoyado por partidos políticos. El casi neófito de la política, el que cometió algunos errores durante la campaña electoral casi logra llegar a ser el nuevo presidente de Colombia.

¿Qué pasó?

Primero, como señalé en el artículo anterior “nadie aprende en cabeza ajena” a pesar de todas las expresiones de temor que generaba quién fue ganador la gente votó por él, la mitad de la población (%), pero la otra mitad lo hizo por el ingeniero.

¿Me pregunto nuevamente qué pasó?.

Pasó que hubo un aprendizaje lógicamente, ¿bueno o malo?: Ya que hubo una gran incertidumbre no solo a nivel de los partidos y candidatos del estatus sino de toda Colombia y países circunvecinos que estaban atentos a lo que ocurría en Colombia.

Los distintos hechos lamentables, con características de delitos y que se originaron dentro del partido “progresista” denotaron hasta por los poros que había mucho susto, mucho temor acerca de los resultados que se avizoraban. Por supuesto que hubo un aprendizaje.

Al final, se cumplió el refrán de “pa´ bachaco chivo”. Ese pueblo de Colombia tuvo que quedarse con el chivo y dejar a un lado el bachaco.

Si, lamentablemente cambiaron un mal pequeño por otro peor. Y yo pienso y reflexionó que se quedó con ambos y ello se materializó en un país totalmente dividido que afectará a “tirios y troyanos”, es decir, por personas o grupos de ideas muy diferentes, polarizados.

Basándome en lo antes expresado quiero insistir que en Venezuela hay que insistir en el aprehender el aprendizaje logrado por los colombianos y por lo tanto considerar las estrategias presentadas en artículo anterior y que, a modo de síntesis, con vuestro permiso, no quiero fatigarles, recordaré en líneas siguientes.

-Propiciar en la comunidad venezolana el uso efectivo y práctico a nivel individual y colectivo del Pensamiento Crítico como estrategia y táctica que intencionadamente permita poner en tela de juicio aquellas afirmaciones que en la vida cotidiana suelen aceptarse como verdaderas  y así a evitar el conformismo y ostracismo que parte de la sociedad presenta en la actualidad así anticipar como seres humanos, evitando que existe un único modo de ver el mundo. ¡Crear conciencia!

-Exigir por medio de la sociedad civil organizada dentro de barrios y urbanizaciones la necesidad imperiosa del derecho al voto democrático bajo un verdadero, decente y legal Consejo Nacional. ¡Protestar!

– Exigir el voto Manual en las elecciones para Presidente de la República y abandonar el uso de máquinas de votación electrónicas. ¡En tres o cuatro horas ya se conocía el ganador! ¡No aceptar máquinas de votación electrónica!

-No aceptar “líderes de oposición” que no nos representan a los venezolanos, pues los desconocemos como tales. ¡Exigir!

-A través de la Sociedad Civil organizada, propiciar y tener una data importante de ciudadanos venezolanos que conformen “nuevas caras, figuras” que pudiesen liderar y guiar a la población venezolana. ¡Perder el Miedo!

-¡Sí!. Si se pueden aceptar las tales “Elecciones Primarias”, pero no aquellas que se reducen a los partidos y “líderes eternos” ya “quemados” ante la opinión pública nacional.

¡NO aceptar!

Definitivamente, si no nos “ponemos las pilas nos pasará” como a los colombianos: aprender de su “Aprendizaje”. Y quedar como ellos con los “chivos” y unos bachacos con posaderas ya acostumbradas a vivir de lo bueno junto al régimen, ¡Estamos avisados pues!

Viva VENEZUELA.

“Los analfabetos del siglo XXI no serán aquellos que no sepan leer y escribir, sino aquellos que no sepan aprender, desaprender y volver a aprender”. (Alvin Toffler).

“Un buen político es aquel que, tras haber sido comprado, sigue siendo comprable”. (Winston Churchill)

Calgary, Canadá

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