Cuenta La Leyenda: …y, han pasado muchos años

Han transcurrido más de 500 años de historia, se dice que Macuro, más tarde bautizado con el nombre con el nombre de Cristóbal Colón, tiene el privilegio de ser el único lugar por donde el almirante Colón puso pies por primera vez en el continente.

El pueblo fue fundado en 1736 por capuchinos españoles y aun después de tantos años, más de 500, Macuro no cuenta con buenas vías de penetración, difícilmente tiene comunicación telefónica, ni siquiera la señal de televisión venezolana, en cambio la trinitaria sí.

La vía marítima sigue siendo la única manera para poder comunicarse con el resto del país.

Según cuenta la historia cuando Cristóbal Colón pisó tierra firme en el continente americano, los asombrados visitantes del lugar comenzaron a exclamar: ¡Macuro!, ¡Macuro!… aquella frase de los pobladores traducida al español significaba “hombre blanco”, de ese transcendental momento la historia pasa ya más de 500 años, desde entonces el poblado de Macuro quedo allí y después de más de cinco siglos, el pueblo sigue teniendo un futuro incierto.

Pero lo que nunca se pudo imaginar el descubridor de América es que posteriormente ese lugar llevaría su nombre, inmortalizándolo, así que el pueblo comenzó a tener dos nombre: Macuro y Cristóbal Colón.

Lo cierto es que este territorio de belleza natural esta bañado por las aguas del Caribe y se encuentra ubicado en la costa sur de la parte más oriental de la Península de Paria.

Para llegar a Macuro es necesario navegar por más de una hora, tiempo en que la embarcación tarda en recorrer 55 millas que la separan de Güiria.

Macuro se ha quedado en el olvido en lo que concierne a carreteras, lo que tantas veces ha sido una promesa. Aún así no se han perdido las esperanzas, cuando se conversa con alguno de sus habitantes, más de uno manifiesta que este sería el mejor regalo que un gobernante pueda realizar a lo que se llamó por Cristóbal Colón ¡tierra de gracia!

Son más de 1.500 venezolanos que a duras penas pueden comunicarse con el resto del país.

De acuerdo con lo que el historiador venezolano Bartolomé Tavera Acosta ha dicho: Después de haber realizado el descubrimiento Cristóbal Colón, Macuro virtualmente ha seguido igual, a partir de 1736 la situación vio a cambiar cuando por allí llegaron los capuchinos españoles, ellos hicieron un trazado en el suelo, construyeron algunas viviendas y así quedo fundado este pueblo.

Del auge a la paralización

Transcurridos los años del gobierno del General Cipriano Castro mediante un decreto dispuso que Macuro debería de llamarse entonces Puerto Cristóbal Colón, en realidad trató de rendirle un homenaje al almirante, ya que para 1898 se cumplieron 400 años de la hazaña de haberse descubierto el Nuevo Mundo.

Pero no todo quedó en cambiarle el nombre al pueblo. Luego vinieron otros decretos donde se ordena la construcción de un puerto, el pueblo tuvo su cuartel y comenzó a gozar de los servicios de un telégrafo y un banco, la verdad es que Macuro a las alturas de 1894 se había convertido en paso obligado de los navegaban entre Las Antillas y el Orinoco.

Más de una vez convergieron trinitarios, guadalupeños, martiniqueños y otros antillanos. Era la época dorada de las exportaciones de plumas garza blanca, del cacao, del caucho, de la sarrapia y el balata.

Cuando se celebraron los 400 años del descubrimiento de América, el presidente Cipriano Castro emitió un decreto, con la finalidad de ordenar la construcción de un faro alegórico, el cual estaría ubicado en una de las cumbres aledañas al puerto.

Luego el momento quedó registrado para la historia mediante un acta levantada en el lugar: Hoy 1 de agosto de 1898, siendo las nueve de la mañana, largo anclas, entre puntas Acarigua y Macuro, en el promontorio de Paria, Distrito Mariño del Estado Bermúdez, al vapor nacional Heres que conduce a bordo los ciudadanos General Francisco Antonio Armas, Federico Vicentini y Doctor Máximo Hernández Pinto, venidos de Ciudad Bolívar para dar cumplimiento a la disposición del ciudadano Presidente de la República, fechada el 23 de julio retro próximo, mandando a colocar en su nombre y precisamente en este día , la primera piedra del Faro Alegórico, decretado por el Ejecutivo Nacional, con el objeto de conmemorar el cuarto centenario del desembarco de Cristóbal Colón en tierra firme del continente americano.

Todo quedó en el simple acto de colocar la primera piedra, apenas el tiempo alcanzó para construir el camino de enlace entre el lugar donde estaría el faro y el pueblo, porque al poco tiempo Cipriano Castro fue sustituido en el poder por el benemérito Juan Vicente Gómez, eran tiempos de montoneros, de caudillos, de aventureros que no encontraban un rumbo fijo para el país.

Del auge Macuro pasó a la más completa paralización. Para 1935 aquello no era más que un pueblo desolado.

De acuerdo con las crónicas del profesor Alberto Betancourt, cronista de Güiria, a solicitud de una empresa petrolera fueron suprimidas la agencia bancaria, la aduana, la oficina de pilotaje entre otras dependencias del Estado quedaron eliminadas por una decisión del General Eleazar López Contreras.

Apenas un puñado de familias quedó viviendo en Macuro, la luz se apagó, herrumbres y ruinas comenzaron a apoderarse del pueblo.

Solo quedaron las huellas de lo poco que le dio el auge a Macuro y el recuerdo de una promesa que no llego a cumplirse: El Faro Alegórico.

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