Opinión

Cuenta La Leyenda: …vamos a escuchar música, bailar y gozar…

El protagonista (fonógrafo) se lucia magistralmente en un rincón, con su larga corneta barnizada en un negro brillante y el borde en latón pulido, sostenido por un enorme trípode niquelado.
sábado, 06 mayo 2023

A principios de siglo, llegaron a la capital los primeros equipos que hablaban, me refiero a los fonógrafos. Ya de Edison se hablaba en el mundo entero, su invento había sido aceptado y no era para menos.

El tener la facilidad de poder escuchar en un aparato electromecánico los boleros del recuerdo, las rumbas cubanas, puertorriqueñas y dominicanas, más música de cañoneros y merengues venezolanos, con las orquestas y conjuntos más famosos mundialmente, Casino de la Playa, Rafael Muñoz, Xavier Cugat, Luis Minaya, Aragón de Cuba, etc. etc.

Las óperas, zarzuelas y los solistas de mayor renombre, era algo increíble, las personas veían el aparato (fonógrafo) con mucho cuidado y hasta con miedo ver si había enanos en su interior realizando milagros, los pequeños de la casa y las señoras eran las más asombrados.

Don Pastor y el doctor Eduardo, asistieron una noche, a la casa de Don Miguel, quien había recibido un aparato de estos, que le despachó su agente desde los rascacielos neoyorkinos, aprovechando la oportunidad para realizar una velada y no con el propósito sano y sincero para seleccionar a sus amigos más cercanos, sino para echárselas, despertando admiración y hasta envidia, la vanidad humana es a veces un pecado venial.

Puntualmente a las ocho llegaron los invitados, muy pocos por cierto, para que no se congestionara la sala, ya que el sonido aun no era muy alto y la decisión era pasar a los invitados por grupos, para que cada uno pudiera disfrutar y preguntar.


Después de estar reunidos, se abrieron las puertas principales de la casa, se encendió la luz eléctrica, donde colgaba una elegante araña de cristal en el cielo raso de la residencia.

El protagonista (fonógrafo) se lucia magistralmente en un rincón, con su larga corneta barnizada en un negro brillante y el borde en latón pulido, sostenido por un enorme trípode niquelado.

Todos, unos encima de otros, se acercaron a ver aquel extraño aparato que producía la voz de los humanos y también de los animales y lo que se escuchaba en el ambiente, acercándose a la corneta para ver que había en su interior y cada persona haciendo sus comentarios queriendo demostrar a los demás que todo lo sabían.

Don Miguel, aprovechaba el momento para dar una breve explicación, recitándolo de memoria tal como lo había leído en el manual de instrucciones el cual venía en inglés, una señora que no había entendido ni papa, preguntó con mala intención ¿y en ese aparato, no ha metido la mano el diablo? Porque eso de que un cajón como ese, hable, no es muy bendito.

A todas estas el invento del fonógrafo viene a ser una de las grandes contribuciones para la cultura, para el conocimiento, para la información, pertenece a los sistemas de comunicación, aportando al hombre determinados contactos que jamás hubiera podido realizar si no fuera ese mecanismo extraordinario, que pone a nuestro alcance, no solo las grandes obras musicales de todo el globo terráqueo, folklores, sino que conserva las voces de los más grandes personajes desde su invento hasta la actualidad..

Si este aparato (el fonógrafo) hubiese existido en el año 1800, hoy disfrutáramos las voces de nuestros libertadores; Simón Bolívar llamando a reflexión, cordialidad y democracia digna, sabríamos como era su voz de mando, la de Sucre, Páez, Manuel Carlos Piar, “Negro Primero” y todos los demás, de los cuales solo tenemos una vaga idea por los escritos y referencias que han realizado los historiadores.

…Yo, en lo personal he sido fanático de los sistemas de alta fidelidad y estereofonía, todo esto que escuchamos a diario y que nos informan, tuvo su principio en el invento de Thomas Alva Edison, y en la actualidad desde los científicos, pilotos aéreos y navales, periodistas, técnicos, estudiantes, todos sin excepción, mantienen como ayuda primaria el registro del sonido.

Otro señor (ingeniero civil) que estaba entre los invitados, dio una explicación más concreta, explicando que cada membrana tensa vibra al recibir el impacto de las ondas sonoras, después de esta larga y clara explicación, tranquilizó algunos ánimos femeninos, comenzando así la audición, escuchando plácidamente algunos valses, minuetos, polkas, mazurcas y gavotas, luego arias de óperas y solo de pianos y violín, después de todo esto muchos se animaron a encargar su caja sonora, otros criticaron, diciendo que eso parecía una caja llena de grillos, sapos y otros animales, más adelante sufrió la primera modificación, la realizó Berliner en Alemania, al sustituir el cilindro por el disco.

Los primeros discos que se conocen son los de pasta de 78 r.p.m, luego vinieron los de 33 r.p.m, más adelante los de 45 r.p.m (especiales para las “velloneras” o rockolas) después fueron sustituidas por cartuchos, casetes, discos compactos y en la actualidad la cantidad de artefactos electrónicos digitales, disfrutando de verdad de manera diáfana lo que es buena música y la juventud verán como estos aparatos son una curiosidad histórica, tal como nosotros vimos al fonógrafo de Edison; como una reliquia abrió las puertas al conocimiento que jamás se sospechó las generaciones de siglos pasados.

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