Cuenta La Leyenda: Una plaza para recordar y querer
Esta es la historia de una plaza construida en le época cuando solamente se hablaba de la Plaza del Centro Cívico (como siempre digo: lugar donde nació la ciudad) en esta, aún, no había llegado mi persona a la ciudad, pero en lo que voy a narrar, fui testigo presencial y fotógrafo designado por la Corporación Venezolana de Guayana para recordar el momento.
Nuestro personaje de hoy es muy particular. Representa con orgullo la belleza de la región. Pertenece a la clase de seres quienes dignamente impactan, para quedarse con el recuerdo de los que tenemos la oportunidad de conocerle.
Ella nos habla de su vida y todo lo que la caracteriza, nos referimos a LA PLAZA DEL HIERRO.
¿Cuál es su origen?
-Nací el día 29 de diciembre del año 1985, con motivo de conmemorarse los 10 años de la Nacionalización del Hierro y los 25 años de la Fundación de Corporación Venezolana de Guayana, mi majestuosidad se la debo a la CVG y en especial al departamento de Ingeniería y Construcción de dicha entidad, quienes muy sabiamente supieron medir el alcance de mi proyección futura.
Háblanos sobre tus características.
La gente puede encontrarme siempre en el sector de AltaVista de Puerto Ordaz. Ocupo un área de 23 mil cuatrocientos setenta y tres metros cuadrados y mi costo aproximado alcanza unos cuatro millones de bolívares.
¿Cuál consideras tu mayor encanto?
-Mi mayor encanto está constituido por las cinco moles centrales. Son rocas graníticas de mineral de hierro traídas del Cerro San Isidro, cerca de la población de El Pao y el peso aproximado del total de las rocas es de 210 toneladas.
La roca principal pesaba inicialmente 120 toneladas y para su traslado se utilizó una grúa de 140 toneladas de capacidad la cual se levantaba ligeramente por su parte posterior hasta que las guayas se reventaron y la roca se fraccionó.
-El diseño total de la plaza sigue más o menos la estructura molecular del átomo de hierro. La plataforma principal se revistió de granito guayanés para resaltar aún más los minerales y productos de la zona y se plantaron un total de 200 árboles de los cuales 80 son robles ya que son los que más se adaptan al clima de la región.
¿Cuál es tu proyección en la ciudad?
-Me siento feliz, muy contenta de saber que el Departamento de Actividades Culturales de SIDOR me ha tomado en cuenta como uno de los sitios favoritos en donde se realizan espectáculos artísticos y así cada día vibro de emoción al sentir la presencia del público que viene a acompañarme. Recuerdo con suma complacencia los pasados carnavales en donde me visitaron un sin número de niños quienes disfrazados vinieron con sus padres a pasar esos días conmigo.
¿Qué mensaje tienes que dar a la comunidad?
-Mi gran mensaje a la gente de Guayana y a todos los turistas que nos visitan que vengan con frecuencia y cuando lo hagan, me cuiden como si yo perteneciera a cada uno de ellos y cuando se hayan ido me lleven como uno de los mejores recuerdos en su corazón.
Así terminó en aquella pasada y recordada fecha, el diálogo con la PLAZA DEL HIERRO.
Hoy día solo quedan vestigios de lo que fue, abandonada totalmente, un vagón que solo ha dado uso como área para realizar necesidades fisiológicas, en ambos extremos un mamotreto que fue diseñado como parada de transporte público, lo cual nunca funcionó, sin zonas verdes, árboles (los pocos que quedan) abandonados sin nadie que los cuide, alimente y pode racionalmente, sus estructuras caídas y a nadie les duele ni llama la atención, convertida en un terminal de pasajeros y ventas de cosas increíbles, llenas de indigentes y niños de la calle y la mirada indiferente de los organismos públicos a quien le compete el mantenimiento.
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