Cuenta La Leyenda: Siguiendo los pasos de mi colega Karl Weidman qepd (parte I)
“Barra del Orinoco. El serviola de estribor lanza el escandallo y comienza a vocear el sondaje: – ¡Nueve pies! ¡Fondo duro! Bocas del Orinoco. Puertas apenas entornadas todavía, de una región donde imperan tiempos de violencia y de aventura… Una ceja de manglares flotantes, negros en el turbio amanecer.
Las aguas del río ensucian el mar y saturan de olores terrestres el aire yodado.
_! ¡Ocho pies! ¡Fondo blando!
Bandadas de aves marinas que vienen del sur, rosarios del alba en el silencio lejano. Las aguas del mar aguantan el empuje del río y una cresta de olas fangosas corre a lo largo de la barra.
_! ¡Ocho pies! ¡Fondo blando!
De la tierra todavía soñolienta, hacia el mar despierto con el ojo fulgido al ras del horizonte, continúan saliendo las bandadas de pájaros. Los que madrugaron ya revolotean sobre aguas centelleantes: los alcatraces grises que nunca se sacian; las pardas cotúas, que siempre se atragantan; las blancas gaviotas voraces del áspero grito; las negras tijeretas de ojo certero en la flecha del pico.
_! ¡Nueve pies! ¡Fondo duro!
A los macareos han llegado millares de garzas, rojas corocoras, chusmitas azules y las blancas, de toda blancura; pero todas albean los esteros. Ya parece que no hubiera sitio para más y aún continúan llegando en largas bandades de armonioso vuelo.
_! ¡Diez pies! ¡Fondo duro!
Acaban de pronto los bruscos maretazos de las aguas encontradas, los manglares se abren en bocas tranquilas, cesa el canto del sondaje y comienza el maravilloso espectáculo de los caños del Delta”.
CANAIMA. Rómulo Gallegos.
El viaje de 3.000 km. por las riberas del Orinoco a través de la Guayana empieza en la Sierra Parima en el lejano sur de Venezuela. Guayana significa ámbito infinito, aventura y peligros.
Esta zona delimitada por el Orinoco casi llega a ocupar la mitad del territorio venezolano y allí vive solamente el 3 % de la población de todo el país.
Hace mucho tiempo que la Guayana constituye tema preferido de los escritores debido a la belleza natural y la riqueza de su suelo.
Este ha sido el escenario seleccionado para las novelas “Mundo Perdido” de Conan Doyle, y “Mansiones Verdes” de Hudson.
Es también donde el héroe Marcos Vargas, de la novela “Canaima” de Rómulo Gallegos, lucha contra los peligros de la selva.
Según las leyendas indígenas, es en la Guayana donde había que buscar los tesoros de la ciudad de El Dorado, donde también Sir Walter Raleigh, emprendió su búsqueda, no encontrando las riquezas que se esperaba, en cambio las bellezas naturales sorprendieron y sorprenden a cualquiera que la visite, estas bellezas que describió a la reina Isabel de Inglaterra en vez de los codiciados diamantes.
El Orinoco y la Guayana siempre ha atraído a aventureros, hombres recios buscando una “riqueza fácil”, buscando diamantes en el río Caroní y arena aurífera en el cauce del Yuruari, mientras tanto había otros aventureros que probaban suerte en los bosques de caucho del Alto Orinoco.
La impenetrabilidad de los bosques y las corrientes raudalosas de la Guayana crean serias dificultades a todo aquel que busque fortuna y la naturaleza salvaje triunfa a menudo sobre la tenacidad de los cateadores y caucheros y muy pocos logran alcanzar el éxito en las arriesgadas empresas. Para los indígenas, es Canaima, deidad del mal, que impide el triunfo de los aventureros.
La Guayana es un gigante paisaje de tepuis, altas mesetas rodeadas de selvas tupidas y sabanas, la mas alta de las cuales es el Auyan-Tepui, que alcanza 2.580 metros s.n.m, fue en el año 1.937, cuando el estadounidense Jimmy Ángel, aterrizó sobre el Auyan-Tepui (Casa de los Dioses) pero su aeronave, un avión RYAN, modelo Flamingo, siglas NC.9487, llamado Rio Caroní.
No pudo despegar, quedando atrapada entre el barro y la selva, y después de una larga caminata de varios días, este fue descubierto por unos indígenas quienes le condujeron a la civilización, reveló el descubrimiento del salto de agua mas alto del planeta (922m) y desde ese momento lleva el nombre de Salto Ángel en honor a su descubridor.
Esta avioneta fue rescatada a final de los años 70s, se mantuvo un tiempo a la entrada del aeropuerto de Ciudad Bolívar y luego fue llevada al Museo de la Aviación en Maracay, en el Estado Aragua, donde se exhibe para quien quiera poder observarla.
En la actualidad, después de dos horas de vuelo (la única manera de poder llegar a Canaima es por vía aérea, (o sorteando una aventura por la selva en motocicletas) el visitante se sorprende al llegar y ver un pequeño paraíso terrenal, donde una cantidad de chorros de agua que se precipitan en caídas impresionantes en la laguna negra (laguna de Canaima) rodeadas de arenas rosadas donde se disfruta de un sabroso baño.
Existen varias posadas, lugar donde le ofrecen el viaje al salto bien sea por vía aérea o por vía fluvial, donde va disfrutando de varios colores muy llamativos, tepuyes, caídas de agua, raudales etc.
Cuando el visitante tiene la oportunidad de contemplar este magnífico espectáculo, dice: valió la pena, comprendiendo la fascinación que las selvas de Guayana han ejercido siempre sobre los aventureros de todas las épocas.
(2da. Parte próxima semana.)
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