Opinión

Cuenta la Leyenda: Recordando a Ismael José Velásquez Gutiérrez

Fue masón, perteneció a la cámara de comercio de la época, y Clubes de Leones, en donde desarrolló y colaboró en distintas obras sociales.
sábado, 24 abril 2021

En los inicios de Puerto Ordaz, en los años sesenta, ya esta región se había convertido en una referencia mundial, se hablaba y se publicaba en la prensa escrita nacional y mundial el futuro inmediato qué se avizoraba.

De muchos lugares de Venezuela comenzó un éxodo de personas y familias completas de los estados vecinos: Nueva Esparta, Monagas, Delta Amacuro, Anzoátegui, también de la capital y otros del occidente del país, que de la misma manera fueron llegando de las islas vecinas Trinidad. Tobago, Aruba y de los países norteamericanos, europeos y centrales.

Uno de los problemas inmediatos era la vivienda, pero el gobierno nacional a través del Banco Obrero, empezó de inmediato a construir urbanizaciones dignas, precios y comodidad de pago muy asequible en diferentes lugares, Los Peregrinos, Mendoza, Villa Brasil, Villa Colombia, Unare 1, 2, y 3, Los Olivos, Manoa, la UD2, la UD4, la UD3, la UD 145 y 146, Doña Bárbara, Moreno de Mendoza y muchas otras, de la misma manera la Orinoco Mining Company construyó viviendas para obreros empleados y ejecutivos y por otro lado las Empresas Mendoza se sumaron a la construcción de inmuebles tratando, como así fue, resolver este problema de inmediato.

Personalmente puedo dar fe de que en menos de tres meses de haber llegado obtuve una casa a estrenar, de dos pisos con todos sus servicios incluidos, en un lugar escogido por mi persona, a mi gusto por el valor de 17.500 bolívares pagaderos en cómodos giros en 25 años, también recuerdo que todas estas urbanizaciones tenían iluminación nocturna en las calles y avenidas, calles bien asfaltadas y servicio de agua potable sin fallas.

A todo esto se suma la cantidad de comerciantes, banqueros, inversionistas quienes llegaron a brindar los servicios necesarios a una comunidad, los bancos, los ferreteros, los supermercados, los restaurantes, las tiendas por departamentos, todo lo que una familia necesita para vivir cómodamente; las cocinas en las residencias funcionaban con energía eléctrica y a gas.

Es aquí donde me voy a centrar, aquí llegaron las compañías de gas más conocidas en Venezuela, como lo eran Vengas, cuyo gerente era Ítalo González; Digas cuyo gerente era José Omar Chong; Mas Gas, cuyo gerente y propietario era Ángel Rodríguez; y Tigasco, cuyo gerente era Ismael Velásquez.

Vendían los tres tamaños de bombonas, entregaban los pedidos de inmediato al ser solicitados y nunca se presentó problema de escasez, el carbón y la leña era dominguero para hacer las parrillas y disfrutar momentos familiares con vecinos y amigos foráneos.

Tigasco originalmente tuvo sus primeras oficinas en la carrera Upata, al lado del Hotel Tepuy, de los hermanos Fratini, como también estaba Sears, con el señor Benedetti, Calzados Rex, la Administradora Rola, Joyería Tiuna con Fortunato Grilli y otros.

Fue esa la distribuidora de gas seleccionada, donde me presenté para solicitar mi servicio de gas doméstico, en este lugar me sentí bien atendido por los empleados Omar Lares y “El Negrito” Quiroz, más una secretaria y el gerente Ismael Velásquez, donde a partir del momento nació una buena amistad.

Tigasco fue mudado al nuevo centro comercial Falcón al lado del Don Quijote, en pocos meses Tigasco, siguió creciendo, mientras tanto el ingeniero Francisco Natera construía en los alrededores del Centro Cívico un edificio al cual identificó como Edificio San Vicente, este al estar listo se estrenó con la inauguración con bombos y platillos con una enorme tienda de artefactos eléctricos y suministro de gas con un personal bien estrenado y calificado bajo la dirección de Ismael Velásquez, se trataba del nuevo Tigasco.

Hablar de Ismael Velásquez es hablar de un señor, muy educado, siempre elegantemente vestido y con una sonrisa permanente, nació el día 17 de junio del año 1935 en Caracas, Venezuela.

Su profesión era el dibujo técnico; estaba casado con la señora Isabel Urbáez, con quien tuvo tres hijos: Ismael, Eduardo e Iliana, quienes se criaron y estudiaron aquí en Puerto Ordaz

Era una persona que gustaba de la música clásica, dicho gusto lo compartía con Hugo Illaramendy, Hugo Carnevalli, Víctor Reinales, Tirso Lucero, entre otros, sin olvidar también los gustos de música bailable entre sus preferidos estaban: el maestro Luis Frómeta Pereira con la Billo´s; Los Melódicos; Chucho Sanoja; y Luis Alfonzo Larraín, sin pasar por alto nuestra gaita zuliana a la cual amaba.

Ismael fue parte de los fundadores del grupo Los Guayacuchos, al lado de Jorge Flores Y sus hermanos, Darío Arria Manzaneda, Fortunato Grilli, el doctor Guillermo Ortiz y otros más; esto dio oportunidad para integrarse a los habitantes de la ciudad, donde fue nombrado en los años 70 presidente de los carnavales de Puerto Ordaz en dos oportunidades; fue miembro del Club de Leones, miembro de la masonería; fue miembro y directivo de la Cámara de Comercio de Caroní, ahí compartió de nuevo con Hugo Illaramendy, Tirso Lucero, Roberto Vergara, Virgilio Vivas, José Fermín, Josepf Franchesquetti y Ciro Añez Fonseca.

Después de varios años de haberse ausentado de la zona, por motivos personales, Ismael regresó, aquel gran amigo con quien tuve la oportunidad de dialogar en sus últimos días, aquel dibujante que cambio la regla T y las escuadras para dedicarse al comercio, fue un relacionista público nato, persona muy querida en la sociedad guayanesa de los años 60 70, 80 y parte de los 90. Fue llamado por nuestro señor, se despidió de sus familiares y partió el día 21 de enero del año 2016.

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