Cuenta La Leyenda: Personajes en la historia contemporánea, los cuales disfrutamos unidos al recuerdo

En todos los estados de nuestro país, siempre se han hecho sentir en diferentes lugares, barrios, caseríos, campamentos, cerros y llanuras personajes que de una u otra manera se han dado a conocer por sus costumbres, profesiones, música y otras modalidades.

Comenzando por el estado Zulia, en Maracaibo se recuerda unas personas que se decía eran grandes embusteros, eran ellos Roñoquero y Mamblea, Farfullo, y el famoso Luis en la Esquina que lleva su nombre, “vámonos pa’casa de Luis”; de Mérida, es obligatorio recordar a Juan Félix Sánchez “el monstruo del Tisure” el arquitecto (por costumbre) que construyó la Capilla de la Virgen de Coromoto, piedra sobre piedra sin cemento ni nada parecido en San Rafael de Mucuchíes.

En el centro de la ciudad de Mérida está el hombre que se hizo famoso por los Helados Coromoto donde hay más de 350 sabores diferentes, incluyendo los de caraota, pescado, aguacate y una cantidad de sabores increíbles, otro personaje de Mérida, fue Matica, no hay estudiante universitario que no lo conociera, era el encargado de lanzar los cohetes, silbadores, tumbaranchos en todos los eventos.

Luego en Guanare el tejedor de chinchorros y de muchos sueños: Don Justo Pastor Chirinos Cáceres, hijo de Maximiliana Cáceres de Santa Ana de Trujillo y del Coronel (asalta caminos) y guarda espalda de José Rafael Gabaldon (hombre que llegó a discutir en plena calle con el presidente Luis Herrera Campins, por tener abandonada parte de la región donde el mismo Luis Herrera, había nacido), este “viejo” Chirinos, persona que conocí personalmente, mantenía en sus brazos y piernas el triste recuerdo de las esposas y grillos que le habían colocado en el Castillo de Puerto Cabello.

Continúo: en Cumaná nació el hombre que corrió y vivió mundo, hizo temblar a los Casinos del Caribe, México, Colombia y otros lugares donde la mafia actuaba: Félix Vargas Chacón, alias “El Cumanés”, también nació el escritor poeta y político Andrés Eloy Blanco, y el famoso “El Pescaero”, en Barquisimeto el cantante, compositor y músico Ernesto Castillo, quien podía estar de parranda un fin de semana largo, cantando y disfrutando y nunca se le vio fumando, ni ingiriendo ningún licor, su vida fue su música, su caballo Trifon y su magno taller Electro Auto Venezuela.

Aquí en Ciudad Guayana se hicieron famosos, Rompi-Raja el primer hippie motorizado, Azulejo o el hombre del maicito, el capitán Medina “Mosca Verde”, El Dr., Iscilio Crisci con su colección de más de 5000 orquídeas y su zoológico donde se destacaba a Eva (una enorme culebra de más de 8 metros de largo) Leo un gran Leopardo tan grande como un burro, Pepe un Tucán muy bien amaestrado, que al oír la orden de su propietario con su largo pico le limpiaba los dientes, este se encontraba al final de la avenida las Américas, en el sector de Puerto Libre.

Barrabas, la persona que encontró el diamante más grande conocido, se sentaba una butaca en el centro de Puerto Ordaz a mendigar (había botado malamente todo lo ganado en las minas de Guayana, “El corianito” al comienzo de Castillito una venta de productos porcinos asados y fritos hasta altas horas de la noche, donde íbamos los noctámbulos después de una buena parranda a comer colesterol ( y no nos pasaba nada) y en San Félix podemos recordar a Manina, se paseaba por las orillas del Orinoco en la calle Bolívar, con una carretilla, cargando cada “borrachito” que se encontraba en la vía y luego — no se puede publicar lo que él hacía, queda a su imaginación—.

Pero después de Maracaibo una de las ciudades donde se conocieron más personajes fue en la capital, comenzamos por el famoso cochero Isidoro Cabrera, quien traslado inmensa cantidad de personas en horas nocturnas, personajes de toda índole y en especial al maestro Billo, El Amolador, El Chichero, El Manisero, El Medico Asesino (hombre nacido en Upata) preparaba unos exquisitos brebajes alcohólicos lugar donde aterrizábamos antes de tomar la autopista e ir a las playas del litoral (la razón del nombre es que a más de uno, le tocó agarrar una buena “pea” por lo fuerte de la fermentación de las bebidas).

Por el este a la altura de Chacao durante muchos años suben al Ávila en vísperas de las fiestas de semana santa, suben al Cerro El Ávila, Los Palmeros (personas de todas la edades, incluyendo niños) para bajar las palmas que serán repartidas en las iglesias el miércoles de ceniza, pero después de este corto viaje y en lo que existen más personajes, lo que quiero narrar es la historia de “PACHECO”, este personaje, hoy día se hace recordar en todo el país, sobre todo cuando comienza a bajar la temperatura.

Resulta que Pacheco pertenece a la historia de Caracas, Cuenta La Leyenda que Antonio Pacheco, un floricultor galipanero (nacido en Galipán) quien vivía en El Ávila, bajaba a Caracas por el camino de los españoles en la temporada de frío.

Con un arreo de burros cargado de flores y acompañado de una copla que anunciaba en el camino, llegaba a la capital entre los meses de noviembre y enero. Así como llegaba por el Camino de los Españoles y entraba por La Puerta de Caracas en La Pastora.

Vendía sus flores frente a la famosa iglesia de esa zona y descansaba de su largo viaje. Luego seguía su camino hacia el Mercado de la Flores de San José, donde junto a otros compañeros galipaneros terminaba de vender su producto, cosechado en el año que estaba concluyendo.

El recorrido lo realizaba tres veces a la semana, subía y bajaba con los burros y su cargamento de lindas rosas de diferentes colores, margaritas, crisantemos y una gran variedad de bellas flores a las cuales las damas no se resistían y algunos enamorados para hacerlas llegar a su compañera demostrando de esta manera el amor que por ella sentía, como dije antes ya a finales de enero se regresaba a preparar la siembra del próximo año.

De esta forma los caraqueños ya sabían que, cuando bajaba Pacheco, era porque había llegado el frío, y se sentía en toda la capital la nubosidad reinante y los habitantes cubriéndose con diferentes atuendos, sweaters, chaquetas, cobijas, ruanas, etc.

“Allí viene Pacheco” “Bajó Pacheco” o “Llegó Pacheco” eran las frases que usaban los habitantes, sobre todo en San Luis, Cotiza etc, una expresiones que con el tiempo, se afianzaron en el lenguaje de los capitalinos. También como otras usadas “Ya se siente el Pacheco” para hacer notar que está llegando el frío del cerro Ávila, o “este año está fuerte el Pacheco”, para decir que el frío está más fuerte que el año anterior.

Hace tres años, (2.021), es una de las épocas de las noches más frías en la capital en los últimos tiempos, en enero del 21, las temperaturas llegaron hasta 13 grados centígrados en Caracas, en horas de la madrugada: 19 en Guarenas y Guatire, y aun muchos más bajas en San Antonio de Los Altos y Los Teques.

Señores lectores, entonces recuerde Pacheco es en Caracas, pero con los cambios climáticos que hemos tenido últimamente se aconseja tomar precauciones.

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