Cuenta La Leyenda: Paseo por la Capital (parte I)
En el año 1562, en el valle donde se encuentra la Caracas actual, el mestizo Francisco Fajardo fundó una hacienda, constituyéndose así en el primer colono.
En aquel entonces, y aún hoy día, el valle florece durante todo el año: En febrero los apamates, en abril las acacias y durante la sequía los arbustos espinosos de las trinitarias con sus flores de diferentes colores, rosadas, violetas, blancas y muchas más, así como también a principio de mayo el araguaney, árbol nacional, con sus luminosas flores amarillas.
Todavía hay algunas calles y urbanizaciones que llevan los nombres de árboles, como Las Acacias, Los Naranjos, las avenidas Los Samanes, Las Palmas, los Jabillos.
El valle de Caracas se encuentra a 900 metros sobre el nivel del mar, manteniendo una temperatura de 24 grados centígrados, bordeado por dos ramales de la Cordillera de la Costa: Hacia al norte, por las altas montañas de Naiguatá y el Ávila que la separan del mar Caribe y hacia al sur, por una hilera de colinas más bajas.
El Ávila, el cerro más bello de esta cordillera, varía cada día su aspecto siempre fascinante, desde el color arena hasta el verde brillante, y en la época de lluvia, cuando el cielo esta encapotado, se torna violeta.
Hace más de cuatrocientos cincuenta los indios que vivían en el hermoso valle, consideraron la hacienda de Fajardo como una invasión a su territorio expulsándolo inmediatamente del lugar.
Sin embargo, el valle no les siguió perteneciendo por mucho tiempo y hoy por hoy el único recuerdo que queda de los aborígenes son los nombres sonoros de muchos de ellos aplicados a los barrios, como Catia, Antímano, Chacao, Petare, El Guarataro y otros.
Algún tiempo después de la expulsión del mestizo Fajardo, llegó el capitán español Diego de Losada, este, de inmediato, de manera definitiva fundo el 25 de julio de 1567 la ciudad de Santiago de León de Caracas.
Casi todas las ciudades construidas por los españoles en el Nuevo Mundo seguían un mismo esquema: El centro lo formaba la plaza del mercado, la Plaza Mayor.
A su alrededor se agrupaban las edificaciones mas importantes como la iglesia, al cabildo, la cárcel, y las casas de los principales de la ciudad.
Después las de otros distinguidos habitantes, mientras que las viviendas de la gente de la clase media eran las que se encontraban más alejadas de la plaza del mercado.
Caracas se desarrolló hasta convertirse en un importante centro y pronto pasó a ser la capital de la Capitanía General de Venezuela.
Durante la colonia, los principales cargos de gobierno los ocuparon españoles nacidos en España, quienes vigilaban si eran observadas las leyes de comercio y de aduana decretadas por la Corona, que obligaban a las colonias a comerciar exclusivamente con España.
Las ideas de la revolución francesa y la atmósfera de las guerras americanas de independencia encendieron en el pueblo el espíritu de rebelión, y el 5 de julio de 1811 se reunieron en Caracas los más influyentes criollos para firmar la Declaración de la Independencia. Comenzó una guerra encarnizada contra la soberanía española.
Un año después, en 1812, Venezuela sufrió un terrible terremoto, que destruyó casi por completo a la capital. Frente a los daños del terremoto, Simón Bolívar, el héroe de las guerras de independencia, dijo las siguientes palabras: “Si la naturaleza se opone, lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca” los revolucionarios no pudieron proteger a Caracas por mucho tiempo contra las tropas enemigas y se retiraron hacia oriente. Junto con ellos huyo casi el total de la población, de modo que, al tomarla los realistas, encontraron una ciudad casi despoblada.
Aunque Caracas se ha transformado mucho en el curso de los años, aun se puede reconocer el plano de la vieja ciudad colonial.
La antigua Plaza Mayor con la estatua ecuestre del Libertador, lleva hoy el nombre de Plaza Bolívar. Hace mucho tiempo que dejo de ser el mercado animado, que fue en su origen.
Hoy es el centro de la ciudad antigua, punto de partida obligado al hacerse una gira por las edificaciones históricas de Caracas.
Los caraqueños gustas de reposar en los bancos bajo la sombra de los grandes árboles, observar las ardillas que suben y bajan velozmente por ellos y hablar de negocios y política.
Está prohibido comerciar en ella, en tiempo pasado los domingos tocaba en ella la Banda Municipal y la Plaza Bolívar se convertía en ameno oasis para muchas familias que hace acto de presencia con sus hijos y demás familiares.
En la esquina nororiental de la plaza se encuentra la Catedral, construida en 1595; resultó bastante dañada en dos oportunidades por terremotos y fue reconstruida en su forma original, aunque su torre se redujo de altura. En su interior se puede observar bellos altares y el famoso cuadro de Arturo Michelena, “La Ultima Cena” obra inconclusa, además en la catedral están sepultados el papa y la mama de Simón Bolívar.
(Continúa la próxima semana)
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