Cuenta La Leyenda: “Papa a todo terreno” Juan Pablo II, enero 1985
Comenzaba el año 1985, cuando se anuncia la visita del Papa Peregrino, nunca antes nadie pudo imaginar que; el día 29 estaríamos viéndolo, y tan cerca de él, donde incluso muchos tuvimos la dicha de poder tocar sus manos y emocionados pedir la bendición.
Solo bastó un lapso de tres meses de preparación, Venezuela se convirtió en un Paraíso Terrenal por 72 horas.
Fueron suspendidos los permisos para porte de armas, los militares resguardaban la seguridad de las calles; se decretó la Ley Seca; los sacerdotes no se daban abasto para las confesiones; todo el país deslumbraba por su mantenimiento y todos los habitantes adornaban con afiches alusivos a tan insigne visitante, globos multicolores, papel crepe y cintas, adornaban las calles, avenidas y las fachadas de las residencias.
Los escolares (muchos de ellos; profesionales hoy día) solo tuvieron una materia que aprobar por esos días: pegar en los palitos de madera que viene con los ganchos de ropa, cartulinas blancas y amarillas para hacer banderines del Vaticano y realizar pancartas ilustradas con lemas como Totus Tuu o Renueva tu Fe.
Los preparativos estuvieron acompañados de una alegría, entusiasmo y solidaridad, mucho mayor a la que se sentía con el triunfo de Venezuela en la Serie del Caribe o la coronación de alguna Miss Venezuela en el exterior.
No era para menos, la ocasión lo ameritaba, el pueblo estaba a punto de vivir el acontecimiento religioso de su vida. ¿Quién diría? El sucesor de San Pedro visitaba por 6ª vez América Latina, la 25ª salida de Italia desde su toma de posesión y la 1ª vez en Venezuela.
El obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Mérida, monseñor Baltazar Porras, coordinó el evento en compañía del arzobispo José Ali Lebrún.
ENTREGA TOTAL
¿Qué inspira a este gran ser humano, ser el representante de San Pedro y convertirse en “El Papa Peregrino? Su vocación de servicio y amor a Dios, aparecen en un momento en que el mundo estaba a punto de vivir una gran agonía: se desata la Segunda Guerra Mundial y los alemanes cierran todas las universidades polacas, KAROL WOJTYLA, con un grupo de jóvenes, organiza una universidad clandestina en donde estudió filosofía, idiomas y literatura.
Su vida estaba marcada por la pérdida de sus seres queridos; nace en el seno de una familia humilde el 18 de mayo de 1920 en Waowice, al sur de Polonia.
A los 9 años de edad falleció su madre y a los pocos años su único hermano.
En el año 1941, en plena Guerra Mundial, y antes de decidirse ingresar al Seminario, perdió el único familiar cercano que le quedaba: su padre.
La grandeza del espíritu de Karol Wojtyla, lejos de opacarse con las pruebas que le presentaba el Señor se enriqueció aceptando con humildad y resignación y los designios de Dios.
Antes de ingresar al seminario y en pleno desarrollo de la guerra, tuvo que trabajar en una cantera y en una empresa química experiencia que lo ayudó a conocer de cerca el cansancio físico, así como la sencillez, sensatez y fervor religioso de los pobres.
El primero de noviembre de 1946, a la edad de 26 años fue ordenado sacerdote. Al poco tiempo obtuvo la licenciatura en Teología y más adelante un Doctorado en Filosofía.
Fue consagrado obispo auxiliar en 1958, arzobispo en1964 y cardenal en 1967.
Los fieles católicos se sumieron en una gran incertidumbre ante la precoz y repentina pérdida del Papa Juan Pablo I. ¿Quién sería el sucesor de San Pedro? Ante la mirada emocionada de miles de feligreses el 22 de octubre de 1978 el humo blanco emergió un polaco fue el elegido.
KAROL WOJTYLA, fue investido como Sumo Pontífice con el nombre de Juan Pablo II y el mundo entero recibió la esperada noticia … ¡Ya Tenemos Papa!
En la primera visita que realiza a Venezuela, estaba incluida la capital del hierro. Al igual que en todos los lugares visitados, se tomaron las medidas de seguridad, al aterrizar el avión que lo trasladó, se asomó a la puerta saludando a los centenares de personas apostados en el aeropuerto Carlos Manuel Piar, luego es embarcado al papamóvil dirigiéndose por la vía principal hasta el paseo Caroní, donde los hermanos Carrillo habían construido el gran altar cubierto con una carpa, ahí lo esperaban autoridades militares, civiles, eclesiásticas y millares de personas, incluyendo muchos que vinieron de estados vecinos e incluso de países vecinos no habían dormido esperando disfrutar de ese gran
regalo que Dios nos envió, después de la homilía y la sorpresa de Adrián Guacarán con el tema “El Peregrino” (este hizo brotar lagrimas a todos los presentes.
Luego el almuerzo se realizó en el piso 7 de edificio administrativo de Sidor, en la mesa estaba el señor Virgilio Pérez el empleado más antiguo en la empresa, César Mendoza, presidente de Sidor, Leopoldo Sucre Figarella presidente de la Corporación Venezolana de Guayana, cantidad de trabajadores de la empresa, fotógrafos, periodistas y he aquí otra sorpresa, se colocó un casco que identificaba a Sidor y con un megáfono en la mano se dirigió al balcón donde se divisa la parte industrial y el enorme estacionamiento colmado de numerosas personas, dijo en un español muy claro “YO TAMBIÉN SOY SIDORISTA” ya en horas de la tarde partió en el mismo avión que lo trasladó, cruzando nuestros cielos y dejando una enorme estela de paz, tranquilidad y muchas esperanzas, convirtiéndose en la visita más importante que se haya tenido en nuestra Venezuela.
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