Cuenta La Leyenda: Llega la conquista
Los estudios revelan que la tradición cultural Macapaima inicia la ocupación del territorio del bajo Orinoco unos 500 años AC.
Donde se mantuvo hasta mediados del siglo 17 de esta era, cuando ya había fundada la población de Santo Tomé de Guayana en la margen derecha del río Orinoco, facilitando así su relación con la tradición cultural Cachamay, cuyas principales aldeas se establecieron en la riberas del río Caroní, tal vez porque la presencia del río Retumbo facilitaba la distribución de sus asentamientos y la ampliación de su sistema agrario.
Dedicados principalmente al cultivo de la yuca para la elaboración del casabe, además de la caza, la pesca y la recolección de frutos silvestres, la tradición cultural Cachamay desarrolló un modo de vida que de acuerdo a los hallazgos arqueológicos, se supone fue igualitario y mixto, pues todos desarrollaban básicamente el mismo tipo de actividad, pero en diferentes aldeas.
Todo esto ocurría a lo largo y ancho de la cuenca del río Caroní hasta la llegada de los conquistadores españoles, evento histórico que obviamente alteró el natural desempeño de los verdaderos descubridores de América, quienes se vieron forzados a desarrollar una forma diferente de interactuar entre sí y de relacionarse con el entorno.
Se instalan las misiones
En 1724 se promulgó la construcción de la Misión de la Purísima Concepción de Suay, la cual, operando posteriormente en la desembocadura del río Caroní, fungió como el centro político administrativo de la red de las misiones que incluía la de San Ramón de Caruachi, fundada en 1763 en la zona donde el río Caroní disminuía entonces la amplitud de su cauce, en el sector conocido como el antiguo Paso de Caruachi.
Este nuevo poblamiento en el río Caroní estuvo bajo el mando de los misioneros Capuchinos Catalanes, quienes además de emprender la lucha para catequizar a nuestros nativos, impulsaron un importante enclave productivo basado en las actividades agropecuarias y en la fabricación de elementos de construcción elaborados de barro cocido.
La literatura señala que una de las primeras referencias cartográficas de la zona del río Retumbo, donde nuestros pobladores encontraron un entorno natural propicio para convivir en armonía con el medio ambiente, data del año 1.761 y está contenida en un mapa elaborado por Don Joseph Dibuja Villagomez, quien la denomina “Tauguachri” de donde se presume viene el nombre de Caruachi.
El análisis de los hallazgos arqueológicos demuestra que Guayana es un amplio territorio que ha sido utilizado intensamente desde épocas remotas a partir del asentamiento de los primeros grupos de cazadores y recolectores, hasta la ocupación de las comunidades tribales que fueron conquistadas por los misioneros españoles, y los grupos humanos que aun conviven en el entorno.
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