Cuenta La Leyenda: La Visita del Papa a Guayana

Qué bonito y alentador es recordar momentos felices, y hablar de esto, creo que el momento más feliz que se pudo tener en Guayana fue la visita del Papa Juan Pablo II, su nombre secular Karol Józef Wojtyla, nacido en Wadowice, Polonia el día 18 de mayo de 1920.

Fue el papa 264 de la Iglesia católica y soberano de la ciudad del Vaticano desde el 16 de octubre de 1978 hasta su muerte el día 2 de abril del año 2005.

Fue elegido por el solio de Pedro en octubre de 1978, cuando ocupaba el puesto de cardenal-arzobispo de Cracovia, el prelado polaco Karol Wojtyla, fue el primer pontífice no italiano en más de cuatro siglos. Juan Pablo II hablaba diferentes idiomas, dentro de los que destacan: italiano, francés, alemán, inglés, español, portugués, ucraniano, ruso, croata, esperanto, griego antiguo, latín y su idioma materno el polaco.

Fue aclamado por ser uno de los líderes más influyentes del siglo XX, recordado por ser uno de los principales símbolos del anticomunismo y por su lucha contra la expansión del marxismo por lugares como Iberoamérica, donde combatió enérgicamente el movimiento conocido como la teología de la liberación con la ayuda de la mano derecha y a la postre de su sucesor Joseph Ratzinger.

Jugó asimismo un papel decisivo para poner fin al comunismo en su Polonia natal y finalmente en toda Europa, así como la mejora significativa de las relaciones de la iglesia Católica con el judaísmo, el islam, la Iglesia Ortodoxa oriental y la comunión anglicana.

Se dedicó a viajar por varias ciudades del mundo lo que lo hizo acreedor de ser llamado el papa peregrino; visitó 129 países durante su pontificado, a Venezuela llegó el día 26 de enero de 1985; después de haber estado en la capital, y la ciudad de Mérida, visitó Guayana el día 29 de enero de 1985.

Para ese entonces nuestro obispo era Medardo Luzardo Romero, quien fue el anfitrión, antes de la visita, de una manera muy organizada se nos había informado del recorrido y la agenda a cumplir, mientras tanto, todas las autoridades eclesiásticas , civiles, militares, gubernamentales, entre otras, se preparaban para dar la bienvenida.

Todo era alegría y mucho entusiasmo, a mí me tocó recorrer muchas veces la ruta en helicóptero desde el aeropuerto a la planicie y sus alrededores, acompañado con el coronel Aner García Monagas, Jefe de estado mayor del Comando Regional No. 8, chequeando cualquier anormalidad, mientras el abogado Antonio Oxford estaba en la Curia organizando toda la parte protocolar.

Las autoridades eran para el momento: el Dr. Jaime Lusinchi, quien era el entonces Presidente de Venezuela; el gobernador del Estado Bolívar, quien era el abogado Edgar Vallé Vallé; el presidente de la CVG, que era el Ingeniero Leopoldo Sucre Figarella; el presidente de Sidor, el Ingeniero César Mendoza.
Sidor se eligió como el lugar donde se llevaría a cabo el almuerzo.

El comandante del Regional 8 de la Guardia Nacional era el General José Rafael León Orsoni; el que controlaba la visita a Sidor el licenciado Francisco Salazar; quien acompañó en el almuerzo al papa, fue el señor Virgilio Pérez, que era el empleado más antiguo de la empresa; el chef de cocina “El Negro Morales”; fue la empresa Titanio de los Hermanos Carrillo que construyó la tarima papal, en el lugar escogido en Alta Vista, Paseo Caroní, donde en la actualidad se construye la Catedral de Guayana.

Los hoteles estaban abarrotados de personas llegadas de ciudades cercanas, como también de algunos países vecinos; ese día 29 de enero, desde muy temprano, se dieron cita desde el aeropuerto por todas las calles y avenidas, cuando el avión que lo trasladó desde Maiquetía rugió sus motores en la pista de aterrizaje, la emoción fue contagiosa al abrir las puertas y ver a ese santo desde la parte alta de las escaleras saludando y bendiciendo a su pueblo, lo trasladaron en el Papamóvil e iba de pie saludando, al llegar a su destino, donde había varios miles de personas esperando, se trasladó al altar.

Fue en ese momento cuando el profesor Antonio Abinazar levantó la batuta para indicar al coro compuesto por centenares de niños que debían comenzar los cantos de bienvenida; luego la gran sorpresa un niño de apenas 12 años llamado Adrián Guacarán, cuando entonó un tema compuesto para el momento llamado “El Peregrino”.

Aquello se convirtió en lágrimas, risas, abrazos y muchas emociones encontradas. Después de cumplir con la eucaristía y donde todos queríamos comulgar, trasladaron al papa a el edificio ejecutivo de la Siderúrgica, donde lo esperaban Leopoldo Sucre, César Mendoza y Francisco Salazar.

Subieron al piso número 7, donde compartió con los trabajadores y se sentó a compartir la gustosa comida con sabor guayanés y a su lado derecho, orgullosamente se encontraba “El Viejito” Virgilio Pérez.

Posteriormente el papa se levantó, le entregaron un megáfono y se asomó a la azotea para saludar a la enorme cantidad de personas reunidas en el estacionamiento de la factoría, y en un perfecto español dijo: “Yo también soy Sidorista”.

Fue ahí cuando culminó la visita a nuestra querida ciudad y se le trasladó al aeropuerto para llevarlo a Guanare, Estado Portuguesa a la Iglesia Nuestra Señora de Coromoto.

El piloto del avión giró su vuelo sobre la ciudad y dejó una estela de bondad y esperanzas; todos nosotros felices por haber tenido la visita de “El Peregrino”.
Han transcurrido 36 años desde este suceso, muchos de estos protagonistas no están en cuerpo presente con nosotros, pero deben haberse encontrado con Karol y compartido los recuerdos.

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