Cuenta La Leyenda: La visita de nuestro cardenal Baltazar Porras

Han transcurrido 37 años en que nuestra Ciudad Guayana se vistió de fiesta para recibir la visita de aquel personaje que nos trajo y regaló mensajes de fe, de esperanza, de cariño, de paz y de mucho amor, me refiero a el Papa Juan Pablo II.

A su llegada al lugar donde nos hemos acostumbrado a decir la explanada de la Cruz del Papa, en ese momento se encontraban millares de personas, habitantes de nuestra querida Ciudad Guayana, de estados vecinos e incluso de otros países, esperando poder verlo desde cerca, poder hacer contacto físico, pedir la bendición y si era posible recibir la sagrada hostia de manos del ilustre visitante.

Lo cierto fue que: ese día respirábamos muy diferente a los día normales, respirábamos bondad, tranquilidad y tantas cosas bellas que nos dejó con su mensaje acompañado con el tema que entonó el niño Adrián Guacarán, titulado El Peregrino, acompañado con un coro de cientos de personas y dirigidos por el querido y recordado profesor Antonio Abinazar.

Han pasado los años y es imposible olvidar esas vivencias de todos los que fuimos o somos testigos de lo ocurrido, evento que dejó bien claro que ese lugar se convertiría en un lugar santo, lugar donde debía construirse la catedral de Ciudad Guayana, nuestros gobernantes quienes estuvieron presentes en los estados que visitó el papa se activaron y dieron una repuesta positiva, entre estos el gobernador del estado Bolívar anunció la construcción de la ya referida catedral, pero poco a poco dicha promesa se ha ido disipando, han pasado varios gobernadores, alcaldes, presidentes de la Corporación Venezolana de Guayana e incluso varios obispos y la construcción se mantiene a media asta.

Nuestro actual obispo Helizandro Terán, cuando recibió la responsabilidad de ser el guía de la Diócesis de Ciudad Guayana, de inmediato observó que esta obra debía ser prioritaria y la primera acción fue nombrar una nueva parroquia llamada “Parroquia Catedral” y al párroco, responsable de la catedral a nuestro sacerdote Gerardo Moreno, persona que a partir de ese momento no ha descansado en el afán de lograr su cometido, quienes le conocemos y asistimos a las misas dominicales podemos dar fe del trabajo realizado.

Resulta que ahora, después de 37 años se repite un acto similar, nuestro Obispo anuncia la visita de nuestro Cardenal Baltazar Porras, lo cual podemos repetir: que grato fue poder tener la presencia este viernes 18 de marzo, a las cinco de la tarde, quien acompañado de nuestro obispo Helizandro llegó puntualmente, recorriendo la parte alta de la construcción con todos los sacerdotes, diáconos, laicos, monaguillos, religiosas, músicos, periodistas, fotógrafos al encuentro con su pueblo, recibiendo loas y nutridos aplausos, donde habían según algunos cálculos más de 1.200 personas de diferentes edades y de diferentes lugares del estado y otras localidades, con la intención de recibir la bendición y buenas noticias de nuestro máximo representante de la Iglesia Católica Venezolana.

En su sencillo discurso recordó con mucho amor el haber estado en este mismo sitio, (para el inolvidable) diciendo “me siento familiarmente estar con ustedes al recordar haber estado entre los acompañantes del papa peregrino aquel 29 de enero”, como también nos hizo saber que él, tiene sangre guayanesa, pues su señora madre nació en Guasipati y su padre es de origen andino.

Después de la homilía, nos comunicó que nuestro Obispo Helizandro en decisión del Papa Francisco fue nombrado Obispo Coadjutor de la Diócesis de Mérida. Lo cual no quiere decir que nos abandona, es un cargo que: aparte de ser obispo de Ciudad Guayana, en cualquier necesidad (en ausencia del obispo oficial) puede tomar decisión y ejecutar algún evento en la ciudad andina.

También se refirió que en la historia se conoce que ha habido catedrales en Europa que han durado más de 500 años para su construcción, pero nosotros los guayaneses queremos romper esa idea conformista, esa tradición que se ha mantenido por varios siglos, queremos ver nuestra catedral totalmente construida a la mayor brevedad, y poder dar gracias a Dios, al Obispo Helizandro Terán y al Párroco Gerardo Moreno.

Entre las curiosidades que sucedieron en la misa es de resaltar que: en los monaguillos adolescentes, más dos niños y una niña, fueron custodios del cardenal Porras, cosa que nunca sucede, y, el adolescente de 15 años de edad, decidió ingresar a los estudios de teología en el seminario para convertirse en sacerdote y la niña comunicó que ella también se convertirá en novicia o religiosa.

La visita de nuestro ilustre visitante, Cardenal Baltazar Porras culminó con su asistencia a la Iglesia Buenaventura del Roble, para bendecir el Santuario donde están depositadas las reliquias del venerable Doctor: Beato José Gregorio Hernández y en horas de la tarde se reunió con los laicos y ciudadanos en la iglesia del Colegio Loyola, en una reunión llamada “Encuentro con el Cardenal” Laicado y el Sínodo de la Sinolidad, para conversar e informar sobre las reformas que se están realizando en la Iglesia Católica en Roma y así poder aportar ideas que nos dirijan a un mejor vivir y entendimiento entre todos los habitantes del planeta.

Por ahora no queda más que decir, y hay repetir: Gracias Dios mío, gracias a nuestro Obispo Helizandro Terán, gracias a nuestro párroco de la catedral Juan Pablo II, Gerardo Moreno, por haber darnos la oportunidad de compartir y que hechos como este se sigan repitiendo. AMEN.

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