Cuenta la Leyenda: El Siervo de Dios

El doctor José Gregorio Hernández Cisneros, nació el día 26 de octubre del año 1864 en la población de Isnotú, estado Trujillo, Venezuela. Sus padres fueron Benigno María Hernández Manzaneda y Josefa Antonia Cisneros Mancilla.

José Gregorio tenía apenas 13 años cuando le comunicó a su papá que quería estudiar derecho, pero su padre lo convenció para que estudiara medicina, aceptando José la petición.

Demostró su amor por los estudios, la iglesia católica y el amor a sus semejantes, después de haber realizado sus primeros años en la escuela privada con el profesor Pedro Celestino Sánchez, quien era director de una escuela privada en Isnotú, le sugirió al papá de José Gregorio que lo enviara a Caracas, donde estudió en la Universidad Central de Venezuela, graduándose de doctor en medicina, aparte, fue científico, profesor y filántropo de vocación religiosa y franciscano seglar venezolano.

Después de estar graduado de médico, era dueño inconmensurable de conocimientos, hablaba inglés, francés, portugués, italiano, alemán. Además de dominar el latín y tener conocimientos del hebreo; aparte de ser músico, también mostraba profundos conocimientos de teología. Ha sido considerado fundador de la bacteriología en Venezuela.

Venerado por los hispanohablantes en el año 1949, cuando la iglesia católica comenzó el proceso de canonización para designarlo santo. En el año 1986 el Papa Juan Pablo II, reconoció sus virtudes heroicas y lo declaró venerable.

Luego de un tiempo se trasladó de nuevo a su tierra natal para hacer medicina rural, donde lo recibió la noticia de haber sido becado para cursar estudios en París en microscopía, bacteriología, histología y fisiología experimental.

Sobre la muerte del doctor José Gregorio Hernández, se han hablado y escrito muchas versiones, la más cercana a la realidad no fue como han dicho que lo atropelló un carro, sino que en una de esas residencia en la Parroquia La Pastora, Esquina de Amadores, él estaba atendiendo a una paciente, salió a la calle dirigiéndose a la esquina de Cardones, buscando una farmacia para comprar algunos medicamentos, pero en el momento en que regresaba, uno de los pocos vehículos que existían en la capital, el señor Fernando Bustamante tocó la corneta para alertarlo de la proximidad, momento cuando José Gregorio, trata de retroceder, pero en su andar tropezó con la orilla de la acera y cayó golpeándose en la cabeza, lo que ocasionó fractura del cráneo y el lamentable deceso. Esto sucedió el día 27 de junio del año 1919.

El 30 de junio de 1919, en medio de una multitud se inició el traslado de los restos de José Gregorio Hernández, al Paraninfo Universitario de la Universidad Central de Venezuela, sobre los hombros de estudiantes y discípulos, continuando hasta llegar al Cementerio General del Sur, donde fue enterrado.

El 25 de octubre de 1975, luego de un incendio accidental por las llamas de las velas colocadas sobre su tumba y también debido al inicio de su beatificación por solicitud del Vaticano, se realizó su exhumación y traslado hasta el baptisterio de la Iglesia Nuestra Señora de La Candelaria, en la avenida Urdaneta, en el centro de Caracas, donde han estado reposando.

En el año 2020, la Arquidiócesis de la antes mencionada ciudad, se anunció que el cadáver sería trasladado a un ala especial del templo para la aprobación de la Santa Sede para su beatificación.

Han transcurrido muchos años, mientras tanto, nuestro amado doctor José Gregorio Hernández, ha realizado miles de milagros, en cualquier lugar de Venezuela y fuera de nuestros límites, las conocidas, narradas por personas que han sido sanados son hermosas y su presencia ha sido visualizada por centenares de creyentes.

Nos hacemos una pregunta muy importante: ¿Cuál fue el milagro que lleva a la intención de canonizar o santificar a José Gregorio Hernández?

El expediente del vaticano de la beatificación no avanzó, hasta que los expertos de la iglesia determinaron que José Gregorio, es el responsable de la salvación milagrosa de la niña Yaxuri Solórzano, quien había recibido un disparo en la cabeza cuando fue asaltada junto a su padre en un caserío del estado Guárico en el año 2017.

Hasta que por fin, el día 30 de abril del año 2021, pasó a ser historia universal, la Iglesia Católica reconoció como santo beatificado a nuestro José Gregorio Hernández Cisneros, justamente en los momentos difíciles que todos estamos pasando, donde tanta falta nos está haciendo la misericordia, fe, y los milagros y tú, querido y amado José Gregorio Hernández Cisneros, como médico y santo, eres el más llamado a sanar a la cantidad de enfermos que tenemos hoy en día en el mundo entero y elimina a través de nuestro señor Jesucristo de una vez por todas la terrible pandemia que nos mantiene agobiados.

Amén.

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