Opinión

Cuenta La Leyenda: El médico musical

Ernesto se crió y creció, sus estudios primarios los realizó en el Grupo Escolar Tumeremo.
sábado, 17 abril 2021

Toda la vida he sido un gran aficionado a escuchar música, y coleccionista de todo aquello que tenga algo que ver con la misma. Siempre me transporta al pasado, donde puedo desarrollar la mente unida al recuerdo.

En los años 1940, 1950, incluso en 1960 se escuchaban bellas voces de tenores, tales como: Néstor Chaires, el Fray José Mujica, el doctor Alfonzo Ortiz Tirado, Juan Arvizu y otros; música que escuchaba mi adorada madre y mi querido hermano Tirso.

Al transcurrir los años, se nos presentaron aquí en nuestra Venezuela Alfredo Sadel, el doctor Jesús Sevillano, Mirtha Pérez, entre otros artistas que llamaron la atención de personas que ya tenían una profesión definida, como es el caso del Fray José Mujica, un sacerdote; Alfonzo Ortiz Tirado, un médico; Alfredo Sadel, un seminarista; Jesús Sevillano, también medico; Mirtha Pérez, una farmaceuta; y así muchísimos casos.

Pero en Guayana no hemos sido la excepción, en la actualidad tenemos a un médico nacido en San Félix, cuyos progenitores son oriundos del estado Sucre, Don Hermes Bautista Urbano y Doña Dilia Margarita Arismendi; quienes decidieron venir a Guayana y “levantar carpa” en San Félix para constituir una familia; así fue como aquel día 21 de diciembre de 1972, a la 1:00 a.m. vino al mundo Ernesto Rafael Urbano Arismendi.

Ernesto se crió y creció, sus estudios primarios los realizó en el Grupo Escolar Tumeremo, el bachillerato fue compartido entre el Liceo Básico Guayana y el Liceo Óscar Luis Perfetti, ya teniendo su título de bachiller, el mismo que ganó con buenas notas, se inclinó por seguir a Hipócrates, logrando así cupo en la Universidad de Oriente, graduándose de médico cirujano en el año 1998; posteriormente realizó un Post Grado de Pediatría en la Universidad Central de Venezuela, deseó seguir adelante, fue al conocido Hospital de Niños J.M. de Los Ríos y realizó cardiología pediátrica, después hemodinamia de cardiopatía congénita, todo esto pensando siempre en la infancia.

Ya Ernesto está casado con Yelitza Solórzano y tiene tres hijos: Andrea; Adriana; y Ernesto Caroní, nombre con el cual rinde honores a uno de nuestros ríos principales.

Ernesto acompaña sus horas libres con la música, escribe, compone, canta y ejecuta instrumentos de cuerdas (no puede negar que lleva en los genes la sangre oriental venezolana).

Lo conocí en un evento que se estaba realizando en la carrera El Palmar, en el centro de la ciudad, después de haber presentado varios cantantes, le dieron la oportunidad de cerrar la parte musical, cuando comenzó, llamó mi atención, una voz muy afinada interpretando música oriental venezolana (Carúpano, Margarita, Cumaná, etc.), ahí no pude hacer contacto, pero en otra ocasión coincidimos en el centro comercial Orinokia, donde estaba demostrando su habilidad y dominio de la escena, compartiendo amigablemente con el público y con otro ícono guayanés, como lo es Irma Conchita Iorio.

Le realicé una sesión fotográfica y en una visita al negocio, lo invité a que acompañara a los amigos del Centro Cívico para el día 9 de febrero, un aniversario de la ciudad, donde se presentó acompañado de Proto López, cuando solo quedaba pendiente por presentar la parte musical, cantar el cumpleaños feliz y picar la torta; mientras otros cantaban, Ernesto se ausentó de la sala flexible acompañado de Proto, regresando a los 20 minutos, intervino con temas como: “Estribillo para Sucre”, “Yo Soy de Oriente”, “RECUERDOS DE CIUDAD BOLÍVAR”, “HERNÁN MARÍN MAESTRO”, “CIUDAD GUAYANA” Y “EL MORROCOY DE SOFÍA”, cerrando con un tema que había escrito en esos 20 minutos que se había ausentado, titulado “CUÉNTAME MAESTRO EVELIO”, el cual nos dejó a todos boquiabiertos, y el más asombrados de todo era yo, cuando escuché que era un homenaje realizado a mi persona; aplausos, felicitaciones y lágrimas de emoción, era lo que abundaba.

Al día siguiente lo llamé para pedir que me hiciera llegar la letra del tema y me respondió que eso no estaba terminado, que faltan dos estrofas.

Posteriormente preparó un trabajo con fotos, videos, conversaciones, entrevistas, y realizó un video el cual se estrenó el día 9 de abril, en la emisora Máxima 99.5 FM, donde el presentador fue mi sobrino Kelo Andery, inmediatamente se “viralizó”.

De verdad que fue un trabajo hecho con aprecio y cariño, que procede de una persona que ha demostrado su humanidad, bajo su humildad, que es un enviado de Dios, como protector de los niños, un médico que practica su profesión bajo el juramento hipocrático, entregado de lleno a todo aquel paciente que requiera sus servicios, como así debe ser, sin mezquindad y con un alto sentido de profesionalismo.

Debo reconocer la calidad de los músicos que dieron rienda suelta a sus cuerdas; en el cuatro, el maestro Proto López; en el bajo, Yhuls Guilarte; y en la guitarra, Ivor Osorio.

Las grabaciones fueron realizadas en los estudios de Cristóbal Marín, con la colaboración de Eclipse Estudio y Ensayo. La esencial participación de German Delgadillo; Nahir Flores de la agencia digital DILLO´S; en las cámaras, German Delgadillo, Vicente Evelio Lucero Gutiérrez y Yaselly Gutiérrez de Lucero, quien controla los archivos de historia.

Doy gracias a Dios, por haberme permitido conocer a este médico, amigo y cómplice, porque ahora es cuando falta.

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