Cuenta la Leyenda: El gigante del Tisure

Yo personalmente, me acostumbre a decir el: “Monstruo del Tisure”

Se preguntarán ¿y por qué ese título? … Se trata de un hombre ejemplar: Juan Félix Sánchez, hombre de carácter fresco, amable y sencillo, quien nació en el estado Mérida, en el sector conocido como San Rafael de Mucuchíes, también conocido como San Rafael del Páramo, el día 16 de mayo del año 1900, en la casa de sus abuelos maternos, sus padres fueron: Benigno Sánchez y Vicenta Sánchez.

Hablar de J. F. Sánchez, es confrontarse con lo transcendente del ser humano en su mas genuina esencia.

La experiencia de esta aproximación nos lleva a una introspección en lo que inevitablemente terminamos cuestionando los valores existenciales que nos rigen desde nuestra perspectiva urbana, en lo que prevalece una visión fragmentada de la realidad y donde lo espiritual y lo material parecen no poder coexistir armónicamente.

Juan Félix inicia sus estudios primarios en el año 1907, los mismos que deja en 1914, para unirse a su padre en los trabajos del campo, en su inquieta forma de ser, decide viajar y conocer su país, visita Cumaná, Maracaibo y Caracas.

Cuando regresa, asume el cargo de Secretario de la Prefectura de su pueblo, al mismo tiempo dedicó el espacio que le sobraba para aprender el arte del tejido de lana cruda con Doña Isaina Dávila, madre de quien posteriormente sería su compañera de vida: Epifanía Gil, mujer delicada, amable, alegre y cariñosa.

Juan teje su primer cobija en 1925 y la bautiza con el nombre de “Reinosa” en 1979 tejió cinco cobijas para la Galería Yakes, esta actividad la combina con las presentaciones publicas que realizó como titiritero, payaso, mago, equilibrista, narrador, prefecto, juez, inventor, camionero, constructor, entre otros oficios.

Su primera obra escultórica la realiza en 1935, tallas elaboradas en mármol, un Cristo, la Virgen y la Magdalena; en 1945, trabaja bajo la supervisión del sacerdote Ángel Sánchez Alcántara, en la reconstrucción de la iglesia del pueblo, ese mismo año muere su progenitora, evento que marcó su crecimiento artístico de su vida, creando el telar de tres lisos.

En ese momento abandona su periodo como Juez Municipal, en el año 1943, para mudarse con su compañera Epifanía a su propia casa en El Potrero, en el corazón del Tisure, a más de seis horas cabalgando en bestia, desde Mucuchacha de San Rafael; en 1952, este hombre no descansa y el día 19 de septiembre toma la decisión de rendir homenaje a la Virgen de Coromoto, haciendo construir al filo del Tiisure una de sus obras.

Dos años mas tarde, viaja a Guanare, estado Portuguesa y trae una imagen de la virgen, del mismo modo termina de construir la capilla a la que le da el nombre del Bohío, los siguientes años los dedica a transformar ese sitio en el complejo religioso EL TISURE.

Durante 30 años aproximadamente, realiza un muro para cerrar el referido complejo y una capilla grande dedicada al doctor José Gregorio Hernández, mesa del altar, la torre, la talla del cristo y todas las tallas del Calvario, entre otra cantidad de detalles.

En el año 1982 se organiza la primera exposición en el Museo de Arte Contemporáneo Sofia Ímber y el presidente Luis Herrera Campins declara la obra de Juan Félix Sánchez, Patrimonio Nacional.

Hay muchos que dicen que su mayor obra fue en “El Calvario”, el cual está en la parte alta de la colina que antecede al lugar donde está la capilla construida piedra sobre piedra, toda persona que viaje a Mérida y pase por Apartaderos, obligatoriamente va a pasar por este maravilloso lugar, y fue esta estructura lo que dio cabida para que Juan Félix Sánchez fuera galardonado con el premio nacional de arquitectura, la última oportunidad que tuve para conversar con este personaje, fue en 1.994.

Falleció en su casa la cual estaba en la parte atrás de la capilla de piedra el 18 de abril de 1.997, también es de hacer saber que hoy día, dentro de la capilla (usted va a ver al entrar las dos tumbas donde reposan los restos de quien fue Juan Félix Sánchez y su adorada Epifanía.

En tantas ocasiones que tuve la oportunidad de visitarlo, cada vez que lo hacía le tomaba fotografías, y existe una de ellas (la cual publico en esta columna) que logré colocarla en un concurso donde más de 30 excelentes fotógrafos profesionales mostraron sus trabajos y la que ganó el primer premio fue la de Félix, el original lo exhibo en mi Foto Studio y una copia exactamente igual esta exhibida en el Museo Merideño.

Juan Félix, “tejedor de sueños y esperanzas”, se despidió de este mundo el día 18 de abril de 1997, y en el año 1999 fue creada la Biblioteca Pública que lleva su nombre y el de Epifanía Gil, DESCANSEN EN PAZ.

Siempre serán muy bien recordados.

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