Cuenta La Leyenda: Dr. Alfilio José Partida Marín

Hoy quiero referir, recordar y rendir culto a una persona que: al igual que la mayoría de los que llegaron a esta ciudad en los mejores años, cuando todo comenzaba y cada quien colocaba su granito de arena, buscando un mejor futuro y apostando al éxito, tal como siempre fue, todas las empresas (las pocas que hasta el momento existían) dando oportunidades y facilidades a todo aquel que llegaba con su familia a sembrar semillas y raíces, para luego recoger la cosecha.

Epoca donde una enorme cantidad de europeos, asiáticos, norteamericanos, caribeños, y de muchos estados de nuestro país, algunos venían huyendo de las consecuencias de la guerra a instalarse y comenzar una nueva vida formando un hogar, muchos cruzaron su sangre con nuestras criollas, otros ya estaban enterados de lo que aquí se estaba gestando, no solo era el petróleo, se trataba de la explotación del hierro y el acero, mas aluminio y energía eléctrica, siendo este estado Bolívar rico en minerales y turismo.

Esta persona al cual me voy a referir fue uno de ellos: el doctor Alfilio José Partida Marín, persona que nació en la localidad de Punta de Piedra, estado Sucre el día 5 de octubre del año 1932, época difícil, cuando aún en Venezuela se vivía en una época colonial con muy pocos recursos y la mayoría de los sustentos era la vida agropecuaria en el campo o la pesca en nuestros mares y ríos, viviendo en casitas rurales, con paredes de bahareque, techo de palma de eneas y piso de barro o cemento.

Hijo de Manuel Antonio Partida Pérez (Coriano de la Vela de Coro, Estado Falcón) y de Dolores Marín Sánchez de Partida “Lola” (Margariteña de Juan Griego, Nueva Esparta) el biografiado, doctor Alfilio José Partida Marín, le toca estudiar la educación primaria en el Delta del Orinoco, Tucupita, lugar que habían seleccionado sus padres para vivir al salir de la Isla de las Perlas.

Luego, cuando le corresponde sus estudios secundarios, se traslada a la capital de la república, viviendo modestamente en una pensión que regentaba una comadre de su mamá e ingresando a uno de los liceos más importantes, como siempre ha sido el Fermín Toro, tratando de llegar a cumplir su sueño; desde temprana edad dio a conocer que quería ser médico.

Ya para esta fecha cursa el 3er año y le pica, como a muchos estudiantes de entonces, la idea de participar en la política, logra inscribirse en el partido del pueblo, Acción Democrática y se convierte en dirigente juvenil, lo que le causó mucho daño por el gobierno del General Marcos Evangelista Pérez Jiménez, quien era el presidente provisional de Venezuela.

Alfilio fue privado de libertad y recluido por espacio de una semana en la tenebrosa Cárcel del Obispo, la cual estaba situada en el barrio El Guarataro, Parroquia San Juan, esta situación dio pie para que se ausentara del país y la ruta seleccionada fue Argentina, ya que le habían comentado que existía una buena escuela de medicina y tenía la facilidad de un buen amigo, deitano: el conocido comentarista deportivo Carlitos González quien le dio oportunidad y facilidad para compartir su pequeño apartamento.

En su afán logra cupo inscribiéndose en la Universidad de Buenos Aires la cual es muy similar a la Universidad Central de Venezuela, en el ínterin de los estudios es cuando conoce a la mujer que lo va a acompañar por el resto de su vida y quien va a ser madre de tres hijos: Iván, Raúl y Edgar, logra su título de médico en el mes de julio del año 1963, (ya no teníamos dictadura y comenzábamos a vivir una excelente democracia) de inmediato se regresa a su país a buscar donde trabajar, su primer trabajo fue como médico rural en la Población de El Palmar, municipio Padre Chien, Estado Bolívar, lugar donde permanece hasta el año 1965.

Ya en el año 1964 su esposa a quien había dejado en Argentina había regresado con sus dos primeros hijos Iván y Raúl, en el año de 1965 comienza a trabajar en el Centro de Salud de San Félix, acompañado con sus colegas Alberto Williams, Luis Segovia, Luis Belisario y Antonio José Silva Andrade, durante varios años trabajó para el gobierno democrático de nuestro país desde el año 1963, entre Sanidad y el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, de los cuales transcurrieron 25 años en Sidor, jubilándose en el año 2005 por servicios prestados según nuestra constitución.

Sus hobbies favoritos fueron: la música, principalmente la clásica, operas, zarzuelas y operetas y la música romántica con un gusto muy amplio, también fue amante de la cría y peleas de gallos, cuenta su hijo Iván que llego a tener 22 gallos finos entre cubanos y puertorriqueños, más los criollitos que no dejaban de ser buenos, a quienes dedicaba tiempo para mantenerlos en buenas condiciones.

También fue seguidor del béisbol profesional venezolano y al cine; el cirujano mantuvo una amplia vida familiar dedicando gran parte de su tiempo a la educación, buena crianza, con buenos consejos y ejemplos.

Después de todo este andar donde dejó una buena estela como venezolano ejemplar, como persona íntegra, despidiéndose del plano terrenal en el año el año 2011,

DOCTOR ALFILIO, CON TODO EL RESPETO QUE SE MERECE, DESCANSE EN PAZ, SIEMPRE SERÁ RECORDADO CON MUCHO AMOR Y CARIÑO.

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