Cuenta La Leyenda: Despidiendo el 2020
Hoy quiero agradecer, recordar, querer, amar, y seguir viviendo hasta que el gran arquitecto del universo así lo decida, cuando envíe a la Dama de La Guadaña a buscarme.
Ya el año 2020, se fue y estamos claros de que se convirtió este año en Enero, Febrero, COVID y Diciembre; entre tantas calamidades, y buscando la parte buena, nos ha entregado muchas enseñanzas, nos convertimos en la realidad, todos somos iguales, con inmensas riquezas, con suntuosas propiedades, desde el más pobre hasta el multimillonario está atrapado y escondido tras un tapabocas, con la difícil sensación de “¿Me tocará?” o “¿Cuándo me tocará?” y de ser así “¿Me salvaré?”.
No puedo dejar de tocar el tema del cual no soy amigo: la política. ¿Hasta cuándo? ya basta, los políticos de profesión, de uno u otro bando se han burlado de millones de venezolanos, ofreciendo y dando dádivas, ya no existe un líder en quien confiar o creer, la miseria, el hambre y las necesidades continúan.
Hay que esperar, ver si este nuevo año nos trae cambios positivos; pero tenemos que todos, en unión, de nuestra parte colaborar para que sea una realidad.
Da tristeza hacer un balance de estos meses tan confusos y poder ver cuántos seres queridos y conocidos se nos han ido, hemos perdido la cuenta y ni siquiera tuvimos la oportunidad de despedirlos, pero seguimos siendo culpables en todos los aspectos; aprovechemos que ahora somos todos iguales, para salir y decir en alta voz ¡Somos humanos, somos venezolanos y queremos libertad plena!, regresar al pasado, a un país próspero con gente que le gusta trabajar, por ver a estos niños de hoy, el futuro de un mañana con educación hogareña y en un aula de clases preparándose, de igual manera, ver a esta enorme cantidad de ancianos hoy esparcidos por las calles buscando como alimentarse, abrigarse, trasladarse, etc. brindarles un final de vida adecuado, óptimo y feliz ver renacer todo el país, nuestra bella y querida Ciudad Guayana que ha sido tan maltratada, tantos comercios cerrados y quebrados, volver a ver sus puertas y santamarías abiertas ofreciendo al público sus productos; rescatar las plazas y parques y los lugares de recreación.
Voy a repetir un mensaje que leí, me pareció muy apropiado para la ocasión, gracias al autor y lo felicito, el cual dice de esta manera: “dicen que este año (2020) ha sido un año perdido, pero no es cierto… ha sido un año para valorar todo lo que tenemos y sobre todo darnos cuenta que el dinero y todo lo material, no vale nada, si no se tiene salud. Así que, valoremos que estamos vivos y que hemos llegado hasta el final del año sanos y salvos”.
Agradecer a la entidad guayanesa, el haber permitido hace 56 años mi estadía en esta y la “nacionalidad” adquirida.
Agradecer a mi amiga, Amina Escalona por haberme dado la oportunidad para poder expresarme a través del periódico (hoy en día digital) que ella dirige acertadamente: PRIMICIA, sin él no tendría la facilidad de hacer lo que estoy haciendo.
De la misma manera agradecer a Edwin Rosal y todo el equipo de periodistas, personal administrativo, secretarial, y mantenimiento de PRIMICIA.
Agradecer a todos los amigos de la infancia, de la juventud, del digno Cuerpo de Bomberos del Dtto. Federal, lugar donde estuve varios años trabajando; con quienes a través del tiempo siempre he tratado de comunicarme y disfrutar de las historias y anécdotas vividas.
Agradecer a todos y todas en la que en mi persona ha confiado y les he cumplido.
Agradecer haber tenido siete hijos y dos uniones matrimoniales quienes siempre me han dado la fuerza para seguir adelante; solo ver hacia atrás para observar la huella que voy dejando.
Agradecer a esa cantidad de amigos y amigas de toda la vida que me han permitido serles fiel y constante con sus consejos, los mismos que para mí han sido de éxito en mis andanzas.
Agradecer primero a Dios, por haber permitido mi nacimiento y el haber llegado a la edad de 78 años con altos y bajos, el haber tenido una madre (que en paz descanse) y seis hermanos (entre ellos una mujer), quienes fuimos criados bajo un techo de humildad, con un perfil de honestidad, respeto y amistad, situación, que poco a poco, a medida que transcurría el tiempo cada uno de nosotros se fue adaptando a la realidad y enriqueciendo con sus estudios, aptitudes, y el entorno a través del trabajo realizado durante toda la vida.
Amar, seguir amando, sobre todo aparte de lo familiar, a esta bella urbe en la que sigo creyendo, que no me dio riquezas, pero si grandes satisfacciones.
Querer, poder seguir viviendo y mientras tanto con la memoria útil, querer a mi familia, esposa, hijos, nietos, amigos hasta que nuestro señor así lo decida.
Recordar todo los aconteceres no solo de la ciudad, crecimiento y desarrollo, los personajes e historia general de Guayana, el Estado Bolívar, Venezuela etc. Para poder realizar mis acostumbradas leyendas.
Salud, brindemos y recibamos un nuevo y Feliz año 2021.
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