Cuenta la leyenda
Desde Argentina; según ellas, las pavas de aquellos momentos: “El hombre más sensual de los años 70”.
El ciudadano argentino Roberto Sánchez Ocampo, debía llegar al aeropuerto internacional Simón Bolívar, el día 25 de julio de 1970, para cumplir con algunos compromisos, pero con este nombre nadie, ninguna de sus fans lo podrían reconocer. Aproximadamente 3000 fanáticas esperaban ansiosas y al borde del colapso en el terminal aéreo. Este señor Roberto Sánchez, era: Sandro, uno de los ídolos musicales de aquellos momentos, símbolo sexual de los 70.
Pero al ver a un individuo de cabello negro azabache, larga melena hasta los hombros, con una piel muy blanca, una nariz aguileña, ojos color de almendra y vestido al mejor estilo de esa época, no podía ser otro, no podía pasar desapercibido, las mujeres eufóricas al punto de querer arrancarle la ropa, desnudarlo, algunas con tijeras queriendo cortar parte de su cabello y… hasta un trozo de carne o de oreja, una locura, un frenetismo, y así lo logró hacer posteriormente una fanática.
Sandro, que no podía perder la oportunidad de conmover a su publico femenil, dijo en una entrevista, en el momento cuando se retiraba, para llamar aún más la atención: “he dicho que el día que me muera me hagan una cruz con mi guitarra, la cual me costó mucho comprar y con mi guitarra mas cara. Quería decir la del principio, la de los fracasos, la de las lágrimas”.
Así el cantante en la autopista rumbo a la capital venezolana, dejó a las jovencitas sin aliento y hechas un mar de lágrimas. La fama de este artista estaba precedida por una docena de Long Play y más de nueve películas era tan grande que no podía visitarnos una sola vez, volvió por lo tanto dos veces en el año 1975. La primera fue en el mes de junio como invitado al premio Rafael Guinand. La segunda vez nos llegó en agosto para realizar las presentaciones televisivas y promocionar su álbum número 14.
Pero regresó a Venezuela una vez más en el año 1975 y dos en 1977 (a principios de marzo para presentarse en: Sábado Sensacional y en abril, para presentarse en: De Fiesta con Venevisión). Luego después de todo el éxito acumulado, desapareció hasta 1982 en el que vino al país para intentar rehabilitar su carrera venida a menos. Pero como si fuera una elegía el cantante argentino dijo: las muchachas de antes eran verdaderas fanáticas, pero todo eso ha desaparecido… ya no se escuchan los alaridos que se veían y escuchaban antes, que se desmallaban cuando yo entonaba una melodía.
Con el tiempo hizo muy buena amistad con “El Puma” José Luis Rodríguez, amigo a quien apodó con este nombre: El Puma y a quien le enseño a bailar con los mismos movimientos eróticos los cuales practicó con el tema Numerao.
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