Opinión

Cuenta La Leyenda

El Monseñor Javier Francisco Zabaleta Lizárraga, nació en Leiza el día 6 de septiembre de 1908.
domingo, 06 abril 2025

Han transcurrido 73 años, desde aquel 9 de febrero del año 1952, fecha en la cual fue fundada la ciudad que sigue siendo la más joven de nuestro país, ese día el Teniente Coronel (e) Luis Felipe Llovera Páez, (nacido en Ciudad Bolívar, de padres andinos) ingeniero, miembro de la junta de Gobierno y Ministro de Relaciones Interiores, del gobierno del general Marcos Evangelista Pérez Jiménez, colocó en el Centro Cívico la piedra que daba por fundada la ciudad de Puerto Ordaz y de la misma manera a 140 kilómetros de distancia se inauguraba Ciudad Piar (hermana gemela).

Pocas personas le daban importancia a esta conmemorativa fecha, algunos recordaban pero no multiplicaban el mensaje, hasta que llegó el día en que el sacerdote, nacido en esta ciudad: José Gregorio Salazar, párroco de la Iglesia Nuestra Señora de Fátima y mi persona, nos reunimos y planificamos con algunos vecinos de los campos aledaños para celebrar los 50 años.

Recurrimos a algunos comerciantes, emisoras, prensa escrita, involucrándolos, esto dio por resultado que aquel plan de celebrar por un día en el año 2002, se convirtió en un mes, el Centro Cívico cobró vida, se enarboló a las 6 de la mañana en la Plaza de las Banderas en AltaVista el pabellón nacional y luego donde está la piedra en la plaza del Centro Cívico se enarbolaron las banderas nacional y la de la empresa Ferrominera Orinoco.

En las tardes la alcaldía enviaba la banda municipal y se disfrutaba de la retreta, se dio facilidad a todo quien quisiera vender algún producto gastronómico o de bebidas no alcohólicas, se obsequiaron juguetes y bicicletas se realizaron muchos juegas tradicionales, se dieron talleres de como fabricar papagayos y competencia de los vuelos de los mismos, varias piñatas, etc.

Con el tiempo conozco a Jessica Bermúdez, trabajadora en el Departamento de Cultura de la empresa extractora del mineral de hierro CVG Ferrominera Orinoco, persona muy inquieta nacida en Ciudad Piar, la apodé “El Ángel del Centro Cívico” y desde ese momento se ha dedicado cada año celebrar la fecha.

Se han invitado y se han entregado diplomas de reconocimientos como buenos ciudadanos a personas que llegaron en los inicios, el Cine (primero en la ciudad) se recuperó y se han hecho cantidades de espectáculos, incluyendo la Orquesta Sinfónica Juvenil, Proto López, Dr. Ernesto Urbano, William Espinoza, competencias de dominó y ajedrez, caminatas, etc.

Después de esta historia, no puedo dejar de recordar que: un hombre periodista, nacido en El Callao, y amante de Puerto Ordaz, llamado Tomás Matos B, celebró en 1992, los 40 años de la ciudad, dejando un gran testigo para la historia: una revista de 110 páginas, aquí narra con detalles, muchas historias, en este acto el invitado de honor fue el Ing. Leopoldo Sucre Figarella, también el General Félix Rodríguez Sequera, comandante del Core 8, Ignacio Fratini, primer constructor de edificios en la ciudad, Eliseo Ponta Cónsul de Italia, y muchos otros personajes; se realizó un desfile de vehículos antiguos, recorriendo por toda la ciudad, se presentaron varios grupos musicales de diferentes tipos de música, calipso, boleros del recuerdo, danzones, cha,cha,cha, cerrando con la Serenata Guayanesa

La señora Nelly de Sanoja, a nombre de su empresa “los Dulces de Cacala” obsequió una torta que midió 1.70 de largo por 70 de ancho y pesó más de 40 kilos, cual sirvió para homenajear a la ciudad, esta fue picada por el Ministro Leopoldo Sucre con un afilado machete, preparado a propósito, luego fue obsequiado a los presentes para que todos pudiesen saborearla.

Aprovechando la ocasión, voy a ir recordando semana a semana, algunas de las paginas de la referida revista, comenzando con: “El Sacerdote de la Humildad” El Monseñor Javier Francisco Zabaleta Lizárraga, nació en Leiza el día 6 de septiembre de 1908, hijo de un agricultor del mismo nombre y de Doña Engracia Lizárraga de Zabaleta, tuvo ocho hermanos, siete varones y una hembra de nombre Margarita, la ultima hija del matrimonio.

Se ordenó de sacerdote el día 10 de agosto de 1.931, en Pamplona, Navarra, país Vasco, en cuya ciudad oficio misa por primera vez ese mismo año, a la edad d 23 años de edad.

En su viaje que diera Crisanto Mata Cova, Obispo de Cumaná, a España, se tropezó con el ilustre prelado a quien le ofreció un cargo como párroco de una parroquia de la jurisdicción, en el Estado Sucre y se lo trajo, asignándole como cura párroco en Irapa; habiendo hecho amistad con los padres de Pedro Estrada, “El Chacal de Güiria” les sirvieron para interceder en favor de muchos presos políticos durante el gobierno del General Marcos Pérez Jiménez.

Cuando Monseñor Mata Cova, lo transfirió la Santa Sede como arzobispo de Guayana, se trajo al padre Zabaleta y lo designo Vicario de la Zona del Hierro en 1954.

San Félix tenia, según censo realizado por la Empresa Edelca que estaba construyendo a Macagua, una población de 7.421 habitantes.

Desde su humilde y única comunidad se inicio la construcción de un campanario para dicha iglesia que no lo tenía, con la poca ayuda que conseguía de un pueblo en ruinas, a pesar que ya estaban instaladas empresas como la iron Mines y la Orinoco Mining Company, además que se iniciaban los trabajos por parte de la contratista Inoccenti para construir a la Siderúrgica del Orinoco.

San Félix, carecía de todos los servicios, no existían gremios, la sociedad se había dispersado, pero comenzaban a llegar foráneos ante la “bulla del hierro,” que estaban reemplazando a la “bulla del oro” de El Callao.

En 1958, cuando se aproximaba la caída de la dictadura, el padre Zabaleta es molestado por su amigo Perucho Salazar, quien le exige le preste las campanas para avisar a la población, esa madrugada del 23 de enero, la caída del dictador.

El buen padre, que ya se había ganado el aprecio de la colectividad, le dijo al viejo dirigente de Acción Democrática. “No Perucho, las campanas las voy a tocar yo” y así fue.

Caída la dictadura, el padre Zabaleta, es llamado por los pocos comerciantes que aquí existían, para participar en la Fundación de la Asociación de Comerciantes e Industriales de San Félix, (hoy Cámara de Comercio del Caroní) y es designado uno de sus principales consejeros. Desde esa posición participa en diversas comisiones de trabajo para pedir las reivindicaciones para el pueblo.

Una de esas diligencias la hizo en Canoa, por los Barrancos de Fajardo, para pedir la construcción de la vía Temblador-Los Barrancos, pues para el esa vía era vital para abaratar el costo de la vida y acortar la comunicación con el Oriente del país.

Había pagado choferes por puesto, para que le midieran el trayecto pasando por Ciudad Bolívar, -El Tigre, km 54, Maturín, Cumaná etc. Para justificar dicha carretera.

En 1959, participa en la delegación de hombres que auspiciaron la creación del Distrito Caroní, para arrebatar a Puerto Ordaz y Matanzas a Ciudad Bolívar (Distrito Heres) y San Félix, al Distrito Piar (Upata).

Se hizo muy amigo del (gerente) General Rafael Alfonzo Ravard quien lo utilizaría como una especie de guía para las obras más prioritarias de nuestra ciudad, también se hizo amigo del ex presidente Rómulo Betancourt y del expresidente Raúl Leoni, con quienes se entrevisto en diversas oportunidades, siempre para asignarles algo para la hoy Ciudad Guayana.

Le toco bautizar casi todas las obras grandes que se construyeron en la zona, desde la Siderúrgica en adelante.

Su lucha llegó al conocimiento de su santidad, quien en un gesto de reconocimiento lo designo Camarero Secreto de su Santidad, El Papa.

Dentro de la Cámara de Comercio de San Félix hizo gestiones para la creación del primer liceo para esta ciudad, el “Manuel Piar”.

En una oportunidad encabezó una manifestación de choferes de plaza, pidiendo el asfalto de la vía Dalla Costa, Puerto de Chalanas, hasta la Bomba Phillips que se encontraba en el barrio El Roble y cuya vía era intransitable.

Monseñor Zabaleta, vivía en un rancho, frente a la iglesia. Dormía en un catre y cuando le preguntaban el por qué no pedía para su iglesia una buena casa parroquial, contestaba: “Es prioritario crear nuevas iglesias, ya vendrán tiempos mejores para mi iglesia”.

El padre Zabaleta tomaba mucho café y fumaba demasiado, a los años le fue iniciando el mal de “Parkison” que le obligó a renunciar a su cargo para trasladarse a su tierra natal, el pueblo de Leiza.

Pero desde Leiza, nos escribía el padre alemán Zabaleta, diciendo que: monseñor no podía vivir sin su recordada y querida Guayana, que quería volver a su parroquia “Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción”.

Se hicieron las diligencias necesarias para traerlo y vino a reunirse con su pueblo, estuvo mas de un año con nosotros y regresó nuevamente a Leiza.

Un mes después, el 30 de septiembre del 89, se recibió la ingrata noticia: Monseñor había fallecido dulcemente, como vivió su propia vida. Años atrás había sufrido dos derrames cerebrales que lo había dejado maltrecho.

Para Ciudad Guayana, se sufrió un inmenso dolor la perdida de este gran prelado.

En vida le habían hecho el honor de colocar el nombre de una avenida en Puerto Ordaz, el Terminal de pasajeros de San Félix, su nombre es Monseñor Francisco Xavier Zabaleta.

En Tumeremo un liceo lleva su nombre, en Alta Vista existe un kinder que lo recuerda con su nombre y hasta un despacho de abogados le colocaron el nombre de Monseñor.

Murió en la misma casa donde nació y fue llevado a la Iglesia donde ofició su primera misa en Leiza.

Su nombre queda eternizado en Guayana donde siempre será recordado como “EL SACERDOTE DE LA HUMILDAD”.

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