Opinión

Cuenta La Leyenda

Debo decir, las personas o la industria que le correspondía tal celebración no hizo nada al respecto y estamos bien claro y yo, personalmente lo he repetido y seguiré repitiendo "la historia, es imposible olvidar".
sábado, 16 julio 2022

Este mes de julio, en la primera quincena nos recordó que había varias fechas a las cuales debíamos darle la importancia necesaria, comenzando; el día 2 de julio del Año 1961, fue cuando el Sr. Rómulo Betancourt, unió las dos ciudades, San Félix y Puerto Ordaz para formar una sola ciudad que hoy día se llama Ciudad Guayana, al efecto “el Ángel del Centro Cívico” Yeccika Bermúdez se encargó de las festividades en el propio Centro Cívico, lugar donde nació Puerto Ordaz, hubo encuentros de escuelas de danzas, presencia de nuestros aborígenes de Canaima, pemones trabajando su artesanía y gastronomía, presentaciones en lo que fue el Cine Ordaz.

Ahora se llama “Un Teatro Para la Ciudad” y muchas otras actividades, mientras tanto en la sede del C.I.V. seccional Guayana, el ingeniero Simón Yegres paralelamente, presentaba un monologo llamado “Ojos que la Ven y Corazón que la Sueña” Guayana Capital Mundial del Agua, en honor a nuestra ciudad, en esta ocasión fue muy poca mi colaboración, ya que estaba ocupado con otra fecha.

También recordar que el 5 de julio es la fecha que rememora la gesta en Carabobo que liberó nuestra independencia, el sábado 16 es el día de la Virgen de Carmen, patrona del mar y también de las Fuerzas Armadas y otras celebraciones de menor importancia.

Pero… el día 9 de julio del año 1962, no podía pasar como se dice en Venezuela (por debajo de la mesa) una fecha de suma importancia como es haber cumplido sesenta años de la primera colada de acero en la Siderúrgica del Orinoco C.A.

Debo decir, las personas o la industria que le correspondía tal celebración no hizo nada al respecto y estamos bien claro y yo, personalmente lo he repetido y seguiré repitiendo “la historia, es imposible olvidar” un gran grupo de sidoristas y no voy a decir exsidoristas, porque a pesar de los años transcurridos ellos siguen siendo sidoristas de mente y corazón, fueron los que se quemaron las pestañas para poder lograr la meta, lograr hacer la primera colada, que después fueron muchas las que se repitieron, no me atrevo a nombrar a ninguno de ellos, ya que me jacto de tener buena memoria, pero sería mezquino obviar a alguno, pero sí puedo decir de que aún quedan varios que están presentes y rendir tributo a los que ya se fueron adelante.

El cuento es el siguiente: en mi programa radial sabatino de 8 a 10 a.m., “Remembranzas” por 105.3 FM, invité a un señor, le queda más bonito la palabra señor, que ingeniero, porque de verdad es un caballero, llamado Alfredo Rivas Lairet, al finalizar, el me pregunta: ¿y qué piensas hacer para el día 9 de julio? Yo le respondí es el 2 de julio la fecha de la ciudad, me confieso, que a mí se me había olvidado lo de la primera colada de acero, de inmediato me encontré con otro amigo: Òscar Tillero (y ambos nos convertimos en cómplices) empezamos a localizar en la ciudad, y fuera de nuestros límites a personas, no solo ingenieros, sino personas que hubiesen trabajado en la industria, como obreros, secretarias, técnicos y un sinfín de labores.

Tillero por su teléfono de alta gama y mi persona en contacto con varias emisoras aliadas al evento a realizar, las entrevistas radiales empezaron por los mayores de edad: Joaquín Sánchez Silva, Alfredo Rivas Lairet, Bartolo Torrealba, Higinio Guevara y el presidente del C.I.V. seccional Guayana, Pedro Acuña, luego un gran número de ellos incluyendo las damas, y jugando como quien dice damas para ver a que emisora llevaríamos a cada uno de ellos, fue una labor maravillosa, mientras tanto telefónicamente desde otros países llamadas telefónicas y grabaciones.

Mientras la emoción en nosotros crecía, cada momento buscando historias, documentos, artículos de prensa y hasta Long Play grabados en fechas insignes en la factoría del acero, ya faltaban pocos días y la adrenalina iba subiendo, corre y corre, pero pa´lante, buscando las fallas que pudiésemos tener y enriqueciendo lo ya logrado, vale decir todo esto sin invitaciones especiales, hablar con el sacerdote Gerardo Moreno, párroco de la Catedral de Guayana, para una misa, hablar con Irma Conchita Iorio, directora y representante de la famosa Coral Catincum Merú, quien se encontraba en Caracas y se trasladó a esta para brindar y obsequiar tremendo recital musical con esas bellas voces femeninas, y dos masculinas en los instrumentos musicales, y letras de conocidas piezas criollas.

Llegó el día previsto. sábado 9 de julio del 2022, desde las siete de la mañana, en la plaza Monumento en Altavista, el presidente de Ciclo vías Guayana, señor Oscar Tillero, acompañado con más de 80 ciclistas de diferentes edades, desde niños, damas, hasta personas ochentonas, esperando por el fotógrafo (mi persona) y por el pavo del Jeep Willys del año 1959, arrancaron en FA y Joaquín Sánchez Silva orgulloso de sus 90 años y algo más cumplidos, pero con ánimo y energía de uno de 24, oprimiendo el pedal de su último modelo, armado, pintado y recuperado por el mismo, mientras íbamos tomando y guardando gráficas para el recuerdo e historia, llegamos a la avenida que conduce al edificio principal donde está el busto de nuestro libertador Simón Bolívar, fuimos atendido por un señor encargado de la seguridad, persona que nos permitió descansar un rato y tomar algunas fotos.

De retorno, la meta era la catedral, al llegar, las caras de los anfitriones era de alegría y de mucho entusiasmo, ahí nos esperaban Alfredo Rivas Lairet, Pedro Acuña, portando nuestra Bandera Nacional, y la identificación de Sidor y del Colegio de Ingenieros, todo esto, repito, con damas, también sidoristas que habían hecho presencia en la santa misa, por cierto que: en el momento de las peticiones y ofrendas, algo nunca visto, se realizó un aplauso atronador que se suscitó por varios minutos en el momento de ofrendar con el casco de seguridad con su identificación de Sidor y la muestra de la primer cabilla salida el día 17 de diciembre de 1962 de nuestro tren laminador 300 y testigos de muchas personas conocidas que teníamos tiempo sin ver y sin saludarnos, tras un fuerte abrazo y la pregunta obligatoria: ¿TE ACUERDAS DE?

Y aquí comienza: De aquellas pinceladas de colores naranja, amarillo y rojo que adornaba nuestro cielo guayanés en horas de la tarde y de noche, producto que brotaba de las chimeneas donde las 24 horas del día en tres turnos trabajaban estos protagonistas, por su familia, la ciudad y Venezuela, en el día, visualizabas en el horizonte al río Orinoco donde habían siempre varios buques cargueros esperando turno para llegar al muelle y cargar en sus bodegas el mineral a través de correas y grúas colocadas para el efecto y luego zarpar a diversas latitudes del mundo, en nuestras carreteras de la misma manera cuando viajábamos nos encontrábamos con enormes gandolas llevando rollos de láminas, alambrón, cabillas, vigas, y aquí en nuestra ciudad en horas de cambio de guardia podíamos de igual manera ver aquellos “chorizos” de autobuses en muy buenas condiciones transportar al personal de ida o vuelta desde El Pao, Upata, Puerto Ordaz, Ciudad Bolívar y hasta de Soledad estado Anzoátegui para cumplir con el compromiso.

También se escuchaba decir: el primero de mayo de cada año se celebraba con fiestas y reconocimientos por años de servicio, en navidad las puertas de las oficinas adornadas, pesebres o nacimientos, arbolitos en diversos lugares de la planta, en fiestas carnestolendas, también se participaba con comparsas y carrozas diseñada por el recordado Tony Jerez, en época de vacaciones se podía disfrutar en las colonias vacacionales en las costas del estado Sucre, total, muchos recuerdos, anécdotas y cantidad de chistes, algunos de ellos ocurridos en la realidad, lo pautado era seguir caminando hacia la sede del CIV, pero entre la llovizna y el fuerte sol que amenazaba se prefirió llegar como se pudiera, ese fue un encuentro similar, que se puede calificar como un encuentro familiar Simón Yegres en la animación a través del micrófono, el compartir fue increíble, más de lo imaginado.

Se hizo un llamado a los presentes que fueron testigos presenciales aquel histórico 9 de julio de 1962, y formaron una hilera de seis personas, una de ellas el señor N. Pérez 1264, con todo el orgullo del mundo portando en el pecho prendido de su camisa la chapa con foto y letras en blanco y negro que lo identificaba como miembro de esa gran familia llamada SIDOR, lo acompañaban Joaquín Sánchez Silva, José Mislahi, Gilberto Rodríguez entre otros, la Coral Canticum Merú bajo la batuta de su directora Irma Conchita Iorio, cerró magistralmente con las notas del Alma Llanera la parte musical, y el resto se quedó hasta horas de la tarde, convirtiéndose esto en un homenaje a los que trabajaron, por la industria del hierro, por la ciudad y por su familia.

Gracias a Alfredo Rivas Lairet, Joaquín Sánchez Silva, Pedro Acuña, Simón Yegres, Rafael Phillips, Oscar Tillero, a las emisoras de radio que se aliaron New,s, Dinámica, Turística, Full Radio, Pentagrama, Azúcar, Realidades con Luis Cedeño y a mi familia que me permitió la ausencia en el hogar para trabajar por la ciudad y por estos hombres y mujeres sidoristas que se pueden catalogar de héroes.

Para cerrar la Leyenda de hoy debo decir que en la década de los años 80, en convención colectiva, el estado venezolano reunido con la Corporación Venezolana de Guayana y Ministerio de Fomento se acordó firmar y establecer que la fecha 9 de julio será fijada como: “El Día del Trabajador Siderúrgico” por los momentos digo hasta luego y recordar que: SIDOR SOMOS TODOS

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