Cuenta La Leyenda

Faltan pocos días para celebrar 61 años de la fundación de esta rica región venezolana llamada Ciudad Guayana, conocida también como la “Ciudad del Hierro”, esta ciudad que: comprende la unión de dos pueblos, los cuales son San Félix y Puerto Ordaz, siendo la capital San Félix.

Según la licenciada en Historia Hildelisa Cabello Requena, la persona en la cual creo, es la más autorizada y más versada, contradice y asevera que cuando dicen la séptima fundación, se está cometiendo un error, ya que una ciudad no puede ser fundada varias veces, aquí lo que sucedió fue una fundación en el año 1595 y posteriormente seis mudanzas o traslados.

Lo cierto es que sobre la denominada séptima fundación de Santo Tomé de Guayana se puede recordar que el día 2 de julio de 1961, cuatro días después de haber sido creado el Distrito Caroní, la Asamblea Legislativa del Estado Bolívar, presidida por José Jesús López, promulgó un Decreto Ley en el que ordenaba la fundación de una ciudad que se establecería en la Mesa de Chirica, sector Este del recién creado Distrito y escenario donde en 1817 se realizó la histórica Batalla de San Félix.

La interpretación y conceptualización que tradicionalmente se ha hecho de este acto jurídico e histórico en nuestra comunidad local, nos ha motivado al estudio del proceso de formación de la ciudad capital guayanesa y su constitución como unidad político-administrativa, cuyas conclusiones hemos expuesto inicialmente, así como de la información documental que sustenta la fundación de la ciudad de Santo Tomé de Guayana decretada en el año 1961, de cuyo análisis comparativo se deduce la existencia de dos hechos históricos perfectamente diferenciados en el tiempo y espacio territorial guayanés.

Ello es así, en tanto el Decreto de Ley que el 2 de julio de 1961 ordenó la fundación de la Ciudad de Santo Tomé de Guayana, establece: Articulo único: Fúndese en la Mesa de Chirica, sitio donde se libró la batalla de San Félix el 11 de abril del 1817, la ciudad que llevará por nombre Santo Tomé de Guayana.

Como se observa en este decreto, se ordenada el levantamiento de una nueva ciudad. En ninguna de sus partes el documento expresa relación de continuidad que vincule su contenido con la situación de inestabilidad experimentada por la antigua ciudad de Santo Tomé, fundada en 1595 por Don Antonio de Berrío, ni con las sucesivas mudanzas o traslados de lo que fue objeto la antigua capital colonial doradista.

Calificar de séptima, la fundación de la ciudad decretada en 1961, reviste una arriesgada interpretación del devenir histórico guayanés y desvirtúa el texto legal que la promulgó.

Desde el punto de vista de la evolución del proceso histórico regional del Sur del Orinoco, la denominación de séptima significa la negación de una realidad histórica como fue el desarrollo y la consolidación de la antigua Santo Tomé, una vez trasladada a la Angostura del Orinoco, lo cual selló aquella situación de permanente inestabilidad que la caracterizó durante tanto tiempo.

De hecho, cuando fue decretada la ciudad de Santo Tomé de Guayana, el 2 de julio de 1961, la ciudad raíz de la hispanidad regional, Santo Tomé de Angostura, hoy Ciudad Bolívar, se había consolidado desde hacía 197 años donde el Orinoco se estrecha a 800 varas

En relación al texto del Decreto de 1961, justo es reconocer el espíritu que privó en los legisladores regionales de ese año, cuando dejaron claramente expresado en el referido decreto: “rendir homenaje a nuestros valores históricos”; es decir, se proponían rescatar aquel histórico nombre, el mismo que hoy desaparecido de la toponimia regional guayanesa ha quedado grabado por siempre en los anales de nuestra historia regional, en la mente y corazón de todos los guayaneses como símbolo imperecedero de identidad con su pasado.

A la luz de este análisis resulta evidente que la elección del epónimo Santo Tomé para bautizar a la decretada ciudad en 1961 así como la falta de una oportuna fundamentación histórica para ello, dio origen a la difundida versión de la séptima fundación, que establece tácitamente una relación de continuidad entre la capital colonial de Guayana y esta última, que como se ha demostrado, no existe.

En cuya elección, tampoco se consideró que el nombre de Santo Tomé y su vinculación con la historia regional guayanesa formaba parte de del patrimonio histórico y cultural del capital del Estado Bolívar, pues, con el nombre de Santo Tomé de la Nueva Guayana de Angostura había sido rebautizada en 1764.

Tomado del libro 1595-1764 SANTO TOMé DE GUAYANA “CAPITAL PEREGRINA” de la licenciada Hildelisa Cabello Requena. 1997.

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