Cuenta La Leyenda

LA HISTORIA SE TRATA DE UN HOMBRE QUE LLEGÓ A VENEZUELA EN EL AÑO 1.949, TRABAJÓ EN SU COMIENZO EN LA GUAIRA, LUEGO EN EL TIGRE, FINALIZANDO SU CARRERA EN LA CIUDAD DE PUERTO ORDAZ, DONDE DESPUÉS DE MUCHOS TRABAJOS Y TRASNOCHOS LOGRÓ ENCONTRAR LA FELICIDAD, FAMA Y FORTUNA.

Al comienzo, se le veía a tempranas horas del día (madrugada) acompañado de su señora esposa trasladando leña de un lado a otro para mantener el calor necesario en el horno donde se fabricaban unas muy sabrosas pizzas, en un pequeño espacio ubicado al final de la Avenida Las Américas, donde está la estación de servicio de gasolina ORICAR del Dr. Virgilio Vivas, frente a lo que fue la General Electric, me refiero a Don ErcoleD´Adazzio.

Nació en el año 1.931, en San Benedeto, al igual que muchos europeos vivió muchas crueldades, al término de la Segunda Guerra Mundial , tenía para ese entonces 14 años de edad, pensando que en alguna otra ocasión pudiese repetirse la acción bélica, lógicamente no quería volver a ser testigo.

Cuando cumple 17 años de edad tenía que cumplir con el servicio militar, lo que lo obligó a decir a su madre que prefería escapar a otra ciudad la cual no estuviese sufriéndolos rigores, antes que presentarse al ejército, de inmediato se ubicó mentalmente en un mapamundi y pensó en Argentina, donde ya tenía algunos amigos y luego en Venezuela, donde se hablaba la necesidad de traer inmigrantes a trabajar en la construcción de la Urb. El Silencio.

Para esa época el Jefe de Gobierno era el Tcnel Carlos Delgado Chalbaud, como pudo Ercole se embarcó en una embarcación la cual tuvo como destino el puerto de la Guaira, al llegar encendió la brújula, que lo llevó al Litoral Central, en las playas de Macuto, ahí hizo amistad con un venezolano que le ofreció trabajo como ayudante de mecánico (cualquier cosa era buena para comenzar) se reparaba todo tipo de vehículos y comenzó y aprendió a lavar tuercas, apretar tornillos, esmerilar válvulas, cambiar cauchos y empezó ganando bolívares ocho diarios, de los que no le quedaba nada, ya que en la pensión tenía que pagar doce bolívares por dormir y comer, el resto se lo pueden imaginar, (hacer milagros y sacrificar unos dolaritos que se había traído, por si acaso).

En una de estas oportunidades un cliente que lleva su carro a reparar lo observa y piensa inmediatamente, este hombre joven, blanco, bien parecido y que ya hablaba más o menos el castellano, luce bien para otro trabajo no este de mecánico.

Le ofreció inmediatamente encargarse de la Cantina del Club Social “Litoral Macuto” empezó a atender a los 150 socios existentes, aprendió a hacer algunos cocteles y ciertas comidas italianas, ganándose así la confianza, cariño y respeto, si se quiere se puede decir que esta fue la escuela.

Luego de esa pasantía decide un día darse una vuelta por El Tigrito-Anzoategui, a saludar a un amigo llamado Rosato, propietario de un restaurant, y una panadería en proyecto que se llamaría Oasis, sabiendo la habilidad de Ercole en estos menesteres, le ofreció trabajo y Ercole, sin pensarlo dos veces se fue a Caracas a recoger lo poco que tenía y regresó a trabajar con su paisano y amigo (Aquí da el Gran Salto) poco después abrieron un negocio que se llamó “El Rancho” donde iban muchos norteamericanos y las propinas eran en dólares, los cuales aprovechó para ahorrar y cuando consideró, le compró el negocio a la propietaria, una francesa llamada Maghi, por el monto de bolívares sesenta mil los cuales canceló cómodamente, ya está bien ubicado y conoce y se enamora de una deportista (ciclista) llamada Delia Milano, quien lo acompañó hasta el final de sus días (paz a los restos de doña Delia) de esta unión nacieron dos hijos un varón y una hembra.

Y es cuando ese hombre tan inquieto y muy visionario en el año 1954 decide venirse a la zona del hierro, de la cual había escuchado comentarios, se viene y comienza la cadena de éxitos, ya habían llegado muchos paisanos, lanza el ancla y decide quedarse por el resto de su vida, ya referí al comienzo la pizzería, monta un negocio que se llamó “La Neverita” único sitio donde se expendían cervezas, su socio fue otro amigo que ya falleció “Pepe” José María Moraleda, persona que luego se quedó con el negocio que se llamó La Nevera.

Es en el año 1963, cuando Ercole decide fundar el “Club Las Llaves” mejor conocido como “Key Club” el primero de este tipo en la zona, donde se destacaba la elegancia y el buen gusto en alimentos y bebidas, más tarde (este hombre no se queda quieto) funda la primer cervecería de lujo que se llamó la “ Munich”, muy cerca también abrió un negocio de comida rápida el cual se llamó Rotissería LEO, más adelante abre las puertas la Licorería, Enoteca Leo, la cual se convierte inmediatamente en referencia nacional, por tener en sus estantes los mejores vinos importados y cantidad de licores de todos los tipos, se dio el lujo de tener unos vinos los cuales fueron embasados con etiquetas en honor de él y su señora esposa (Vino Doña Delia y Vino Don Ercole) termina comprando el edificio donde estaba ubicada la Licorería.

Se interesa por la construcción y cuando Altavista comienza a ser urbanizada construye el Edf. Torre Guayana, (aquí sufre una perdida, por la depresión económica) no se arrepiente y construye en la intersección de dos avenidas principales la Torre Loreto, un edificio de varios pisos, varios locales comerciales, luego en un anexo construye la torre Loreto II, y en la planta baja en un gran espacio un lujoso restaurant, bodega de vinos, salones para fiestas y el año 1.986 funda el Ercole Club Privado, con acceso a personas afiliadas, selectas e identificadas a través de un carnet, este salón ha sido visitado por personajes de fama internacional, todos los presidentes venezolanos de la época, artistas de cine, cantantes de categoría, como Alfredo Sadel, Jesús Soto, Alejandro Otero, Zapata etc.

Políticos de todas las toldas y de todos los tiempos y lógicamente, nosotros los guayaneses acostumbramos a llevar a nuestras amistades que nos visitan desde otra ciudad, luego al final de la avenida Las Américas construye el Centro Comercial “ANTO” este nombre en honor a su hija llamada Antonella, el ultimo edificio está ubicado en la Calle La Urbana, al cual le dio el nombre de Doña Delia (su esposa) han pasado 88 años de su nacimiento, ya para esta fecha ha sufrido la pérdida de su señora esposa y de su hija Antonella, pero sigue pegado a su trabajo se le ve todas las noches en el Club Ercole, con la elegancia que lo caracteriza, aparenta ser más joven, siempre con una sonrisa y atento a sus amigos y clientes.

Dice que se siente con fuerzas suficientes y que su mejor obra no la ha realizado todavía.

SALUD DON ERCOLE, QUERIDO Y APRECIADO AMIGO FELICITACIONES.

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