Cuenta La Leyenda: 1967 Terremoto de Caracas

El día 29 de julio del año 1967, cuando el presidente de nuestro país era el doctor Raúl Leoni, nuestra capital de Venezuela; Caracas, estaba de aniversario, vestida de gala preparándose para la celebración de sus 400 años de fundada, mucha alegría que contagiaba, a todo aquel turista que la visitara y a la mayoría de los habitantes.

Algunos ya dispuestos y otros preparándose para salir a las calles, las plazas y clubes, para disfrutar tan significativa fecha, todo era una gran emoción, las salas de fiestas en espera de aquellas personas que con anticipación habían reservado su cupo para gozar y bailar en una bella noche al son de las orquestas de músicos venezolanos y otras orquestas del exterior que habían sido contratadas; de la misma manera ya el novio de la capital, y cronista musical de la misma, el maestro Luis Frometa Pereira, Billo, le había compuesto un tema musical cual sería dado a conocer en la fiesta donde a él le correspondía tocar, tal vez en la Plaza Bolívar.

Todas las calles, avenidas, fachadas de edificios, la Plaza Mayor adornada con guirnaldas de muchos colores y grandes atuendos, con enormes pancartas y mensajes, frases de cariño y amor, cuando el reloj marca las 8,05 de la noche, sorprendidos todos los habitantes de la capital escuchan un desagradable y fuerte ruido ensordecedor que parecía que: con un barreno gigante estaban perforando la tierra en sus entrañas.

Los habitantes salen masivamente a las calles para ver qué es lo que está ocurriendo, un desespero, todos desconcertados, tratando de salvar a sus familiares, desorientados, muchos corrían de un lugar a otro sin saber qué hacer, (tengo el caso de un familiar que se encontraba de visita en La Pastora y corrió un aproximado de 20 kilómetros hasta el Guarataro, donde estaban sus esposa e hijos) tardaron solo segundos para escuchar el ulular de las sirenas de ambulancias, bomberos y patrullas del orden público.

Esto hacia crecer el desespero, se había suscitado un movimiento sísmico (terremoto) de grandes dimensiones 6.7 grados según la escala de Richter, con epicentro en la falla de Humocaro, estado Lara, la cual luego fue corregida, el epicentro había sido en el mar Caribe a 70 kilómetros de la costa frente al litoral central y tuvo una duración de 35 segundos.

Todo este ruido ensordecedor quedó grabado y registrado en Favedica, fábrica de discos en el sector de la Yaguara, lugar que en ese preciso momento se estaba llevando a cabo una grabación por el técnico de sonido Alejandro López, el organista Tulio Enrique León y el compositor German Narváez con música típica venezolana y voces infantiles.

Estos salieron corriendo y dejaron los equipos tirados en el piso entre los cuales estaba el micrófono encendido, grabándose todo lo que sucedía, mientras en la catedral de Caracas, frente a la plaza Bolívar desde la parte más alta, la Cruz Pontifical que estaba enclavada desde hacía muchos años, se desprendió, cayendo fuertemente y quedando marcada en el pavimento, los creyentes que habían estado en la misa, salieron corriendo hacia afuera, vieron lo que sucedía estimando que era una señal de nuestro señor Jesucristo y se reunieron alrededor de la marca que había quedado estampada, algunos arrodillados a orar y pedir perdón.

Mientras todo esto ocurría, los valientes héroes de uniforme azul, comandados para ese entonces por el Coronel Luis Ríos Noguera, y el oficial que estaba de guardia era “el musiu” Máximo Knausell, no tenían cómo atender tantas llamadas de auxilio de todos los lugares y edificios, saliendo a las calles en las unidades de combate y salvamento para socorrer a los necesitados.

Los lugares y edificios más afectados, fueron en el sector Este de la ciudad, el edificio Mi Jagual de 10 pisos, mas mezzanina y pent house donde se estaba celebrando una fiesta se desplomó, muriendo los asistentes invitados que ya estaban presentes, luego el edificio San José y el Palace Corvin, El edificio Neverí, el Roxul, el Blue Palace y el Royal Palace, todo esto en la parte Sur de Altamira, y Los Palos Grandes.

En el Litoral Central, el más afectado fue La Mansión Charaima, este se desplomó por completo con muchas víctimas en su interior, 40 edificios fueron declarados no habitables y 180 con deterioros graves, los bomberos del Distrito Federal y estado Miranda, trabajaron arduamente por varios días en el rescate de cuerpos humanos ya fallecidos y otros que el milagro los había protegido cubriéndose con enormes placas de concreto.

El resultado de pérdidas humanas fue de 236 muertos y más de 2.000 heridos, las perdidas en inmuebles y propiedades fueron calculadas en más de 10 millones de dólares americanos, han pasado muchos años, 55 de aquel terrible momento, solo queda el mal recuerdo y un aniversario el cual no se pudo celebrar, y de los bomberos que trabajaron quedan muy pocos, fui compañeros de ellos cuando fui bombero antes de venir a vivir en esta linda Ciudad Guayana, de los que quedan vivos, conversé con Carlos Meza, Rosemberg Villegas, Tomás Emilio Del Gaudio, Enrique Aular, Jesús Rattia, Alejandro Meléndez, Rustico Moreno Santana, Carlos Oropeza, Oswaldo Estévez, Rafael Jaramillo, Blanco Villanueva, para obtener algunos datos olvidados y de esa época en la tragedia de Tacoa se fueron 50 valerosos hombres, muchos trabajaron en el terremoto, de ellos, 12 eran de mi promoción, se despidieron en esta otra tragedia, Dios los tenga en la gloria.

Después de transcurrir 55 años de esta triste tragedia, lo cual muy poca gente recuerda, y otros no lo saben, pero siguen ocurriendo casos lamentables por la terquedad de seres que construyen sin los mínimos controles de seguridad, haciendo caso omiso a la debida permisología y construyendo a orillas de cerros, ríos, quebradas y de otros lugares de alto riesgo, como también hay cantidad de ciudades (la mayoría) que los cuerpos de bomberos carecen de los equipos necesarios para afrontar una tragedia, no tienen equipos óptimos para combatir un incendio, carros bombas, camiones cisternas, carros escaleras, ambulancias y un completo inventario de salvamento, sobre todo en esta época de fuertes lluvias que ha amenazado a todos nuestros estados con enormes inundaciones y ni siquiera una bomba de achique aparece para mitigar la necesidad.

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