¿Cuánto aceptarse a sí mismo?

Una de las grandes necesidades del ser humano es su propia felicidad. A veces no sabe cómo alcanzarla. La busca fuera de sí mismo y el camino se hace empedrado y dificultoso. Sólo si supiera, desde lo más profundo de su ser, que cuenta con todos los recursos para ser feliz, definitivamente conectaría con esa fuente ilimitada interna y simplemente viviría sus días conectado con ese poder intrínseco, único y valioso. Su problema es que no se acepta a sí mismo, dando inicio a un camino de infelicidad, frustración y baja autoestima.

Autoestima, una mirada al interior
¿Estimas a alguna persona en particular? ¿Qué despierta en ti esa persona? ¿La aprecias? ¿Eso que sientes por esa persona, lo sientes hacia ti mismo? Si la aprecias, de seguro miras en ella aspectos muy positivos, quizá también reconoces que tiene aspectos mejorables, pero no te detienes en ellos. Valoras, por encima de ellos, lo que te aporta, lo que te ofrece, lo que te muestra. Seguramente, cuando te refieres a esa persona, lo haces con cariño, con respeto, admiración y aceptas que no es perfecta. Cuando se equivoca la comprendes y probablemente le aconsejas u orientas. La consuelas en su dolor y le acompañas en sus tristezas y soledades. Cuando te das cuenta de que no puedes ayudarle, buscas ayuda, no te quedas de brazos cruzados porque lo que mas te importa es que esa persona se recupere y vuelva a estar feliz.

¿Y cuándo se trata de ti mismo (a) cómo te tratas? La forma en que lo hagas te muestra cómo te estás valorando y cuál nivel de autoestima tienes.

La autoestima incluye todos los sentimientos y creencias que tienes acerca de ti mismo (a) y afecta e influye en todos tus comportamientos, conductas y resultados.

Mucha gente piensa que tener una buena o positiva autoestima es sinónimo de egocentrismo, cuando definitivamente son dos cosas diferentes y por eso no hemos de confundirla.

Los sentimientos positivos hacia nosotros mismos nos permiten desarrollar nuestro potencial, valorar nuestros recursos, amarnos, lograr nuestras metas y nos prepara para afrontar los problemas y dificultades de una manera empoderada, resiliente y con actitud positiva, encontrando soluciones en medio de la adversidad. Una persona con una consciente autoestima positiva asume riesgos, cultiva excelentes relaciones, contribuye a su país, a su comunidad y se convierte en una persona autorrealizada, se siente feliz y plena, independientemente de lo que pase a su alrededor de lo que piensen o digan las demás personas.

Es último punto es muy cuestionado, porque muchos atribuyen este hecho a que no se toman en cuenta a las personas importantes o las críticas que puedan hacer para ser mejores personas, cuando en realidad es que la autovaloración, autoaceptación y autopercepción positiva no depende de otros, ni de las circunstancias, es un aspecto propio de la personalidad y de quien se ha enfocado en mantenerla, de manera que las opiniones contrarias no limitaría la propia valoración.

Aceptación, palabra clave
Si pudiéramos dar una ruta para sembrar una buena autoestima en nuestros hijos, en nuestros colaboradores y en nuestra sociedad, hemos de comenzar por nosotros mismos y el primer paso es la aceptación.

Este es uno de nuestros principales problemas, la no aceptación de sí mismos. Por ejemplo, cuando nuestra imagen corporal no es la que deseamos, porque somos más gorditas (o), o nuestro cabello no es liso, enrrolladito u ondulado; o nuestro color de piel o facciones son distintas a nuestras referencias o algún aspecto físico nos limite. En cualquiera de estos casos, si no nos aceptamos como somos, nos traerá conflictos internos y por ende con los demás, a quienes podríamos culpar por como somos, especialmente a los padres o familiares cercanos, a quienes terminamos maltratando y cuestionando. Esto se refleja también en nuestros estados internos (tristezas, depresiones, frustraciones). Todo ello va haciendo un coctel de emociones negativas que afectan nuestra conducta y resultados en la vida.

¿Qué significa aceptarse a sí mismo? Conocerse mejor para tener una idea más clara de lo que realmente somos. No somos un cuerpo, somos más que eso y cuando nos aceptamos, termina el conflicto interno y comenzamos a fluir con la vida. Incluso, aceptamos aquello que queremos cambiar y sin resignarnos, buscamos los recursos internos y externos que nos ayuden a lograrlo. Eso es libertad. Es ser uno mismo, sin la presión de complacer a otros. @yamiletpinto

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