Burbujas o zonas de confort: ¿Escondrijos?
En estas épocas no con poca insistencia llega a nuestros oídos la expresión burbuja : “Él vive en su burbuja sentimental”;
“Ella está siempre en su burbuja, en Narnia”; “María vive su vida sin importarle nadie más”; “Esa empresa posee su burbuja financiera”; “La solución contra el COVID es una burbuja Social”.
Mientras que Eduardo Galeano, el hombre de las “Venas abiertas de América Latina”, nos señala que la ciber comunidad naciente halla protección en la realidad virtual, mientras las ciudades tienden a transformarse en enormes desiertos repletos de muchedumbre, donde cada quien está pendiente de su santo y está cada cual dentro de su precisa burbuja.
Según la Real Academia Española (RAE), burbuja es: “Glóbulo de aire u otro gas que se forma en el interior de algún líquido y sale a la superficie”.
Existen distintos significados para la palabra, en algún momento metafórico por ejemplo al describir al área personal en torno a cada persona, zona que no se puede ver, aunque sea tan necesaria en las relaciones humanas, las relaciones sociales: la burbuja personal.
Lo que sí es cierto es que todas las personas poseemos nuestra burbuja personal, aun sin conocer la tal burbuja. Ella, es frontera, límite espacial con otros individuos de su medio ambiente, que les forja el sentir placenteramente el trato y relación sin traumas ni abusos.
Así pues, existe una taxonomía extensa sobre la burbuja, según el tipo y nivel espacial de la misma. Las burbujas explícitamente desde el punto de vista fisicoquímico (Burbujas o pompas de jabón); burbujas Personales; burbujas Económicas;. burbujas Sociales; burbujas Amorosas; burbujas Delincuenciales; burbujas Académicas, y paren Uds. de contar.
Parte de este contenido lo limité a las “burbujas personales y las sociales”. De las cantidades de tipos de burbujas sociales en el mundo, con intenciones de buena fe, podemos mencionar enhorabuena que están las propuestas y llevadas adelante por Nueva Zelanda y otros países en tiempos presentes, como estrategia para salir de la cuarentena y sin aumento drástico de casos de Covid-19, y así poder mermar la angustia y sufrimiento del impacto de aislamiento y, en consecuencia, de la “separación social”.
En lo que respecta a la actual Venezuela, su crisis política, económica y social consecuencia de políticas públicas ineficientes y una muy alta corrupción administrativa, la mayoría de los venezolanos es consciente de la existencia de burbujas como nuevas élites cuyos hábitos de consumo, normales de la clase media o alta, son vistos como extravagantes en un país que atraviesa su más severa contracción económica.
Ejemplo de este tipo de “elites” conformadas como burbujas, son la cantidad de decenas de “bodegones”, llamados así en el país a las tiendas que venden especialmente productos importados cuyos precios son más altos que en cualquier supermercado y que en cualquier otra parte del mundo.
Lo cierto es que se han reproducido como “conejos” numerosas otras burbujas que se dedican a la venta de autos muy costosos, otras con repuestos y gran mayoría en artículos importados.
Esta situación lógicamente afecta desde luego a toda una gran población que no puede acceder y mucho menos comprar o adquirir artículos de primera necesidad, recuérdese que según encuesta de Condiciones de Vida de la Ucab (mencionada en anterior artículo), la Pobreza Extrema alcanzó el 76,6 % , luego del 67 % registrado en 2019-2020, información esta necesaria recordar.
Muchos de estos “negocios” son responsabilidad de comerciantes con muchas posibilidades económicas, por algunos políticos del régimen y por políticos “enchufados” pertenecientes a la oposición.
Todos por supuesto con muy baja solidaridad para con el resto de los ciudadanos de nuestro país. Sin lugar a dudas, no es esto algo deseado y un ejemplo de lo que es una burbuja negativa para una sociedad destrozada económica y socialmente como la venezolana.
Pero “Burbuja”, qué agradable, resulta que no es una palabra solamente limitada a lo material, a lo frío de unas cuantas letras o números. Que en sí misma se nos puede presentar como algo relacionado con belleza, ingravidez, finura, delicadeza, delgadez y tenuidad, que la relacionamos casi incontinenti con una “pompa de jabón”.
Ello nos invita a recordar lo hermoso plasmado por el poeta Antonio Machado (1912), en tres de sus estrofas de su obra “Campos de Castilla”, “Proverbios y Cantares”, en donde en forma directa hace alusión a las pompas de jabón y otras significaciones colaterales con ellas y la conducta humana, y que él afirmativa y elocuentemente estima en versos siguientes, la actuación y el final de la pompa de jabón, al expresar:
I II
“Nunca perseguí la gloria “Me gusta verlos pintarse
ni dejar en la memoria de sol y grana, volar
de los hombres mi canción; bajo el cielo azul, temblar
yo amo los mundos sutiles, súbitamente y quebrarse ”.
ingrávidos y gentiles
como pompas de jabón”.
Pero lo creado por Machado no se queda ahí. En 1969 Joan Manuel Serrat nos colma de más belleza poética cuando en su canción “Cantares” agregó y combinó con versos de su propiedad. Mencionaré uno de ellos, con significados relacionados con los de Antonio Machado en lo que puede representar una pompa de jabón, a mi juicio una burbuja personal, así:
“Hace algún tiempo en ese lugar
Donde hoy los bosques se visten de espinos
Se oyó la voz de un poeta gritar
Caminante no hay camino, se hace camino al andar”
Nos dejaron ambos el legado de saber en sus versos y en tan bella melodía que: ¿las pompas de jabón o burbujas de jabón duran sólo unos segundos y luego estallan por sí solas o por contacto con algo?.
En ese orden, surge esta interrogante: ¿Y cuál es la diferencia entre una burbuja y una zona de confort? Primero, la zona de confort es une fase netamente psicológica, asociada o no con un lugar, una tendencia, una idea, con la cual el individuo maniobra con su actitud con una “ansiedad neutral o imparcial”, sin conocimiento y convencimiento de la existencia del riesgo comportándose sistemática y decididamente en procura obligada del logro del rendimiento deseado.
Sí, afirmativamente, la reflexión es que la zona de confort es una burbuja, pero una burbuja que encierra un área que conocemos, encantador, deleitable, positivo, pero con restricciones, con limitaciones a veces obligantes.
Desconocemos el mundo fuera de esta burbuja y no estamos al tanto de la cantidad y cualidad. Con algo negativo en cuanto al desconocimiento de medios que puedan hallarse fuera de ella, aun cuando pudiesen encontrarse soluciones agradables, no pueden ni deben asumirse esos riesgos.
La vida es así, y no puede arrogarse una actitud pasiva, la experiencia aprehendida se puede usar para continuar avanzando y optimando, y ello se puede lograr saliendo de la zona de confort. Ella no es ni será eterna en la vida: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”.
Pudiera ser aceptable, a simple vista, que si bien estar en una burbuja que permite estar en una zona de confort protectora y hacer sentir a las personas seguras, complacidas y en general salvaguardadas, tampoco es menos cierto que se puede convertir en una burbuja en la cual es un simple y vulgar escondrijo para que todo continúe igual y no te permita progresar.
Es de preguntarse ¿Cuándo y por qué se debe estar en una zona de confort? Esta interrogante nos permite señalar que se debe salir de una zona de confort, cuando se empieza a sentir la persona evidentemente con falta de progreso, a dudar de sus capacidades, capacidades laborales, destrezas comunicativas y otras aptitudes, en otras palabras, con irremediable pérdida de confianza.
Aun sintiéndose cómodo. La zona de confort propiciará a no irse de ella, pero eso significará finalmente limitar avances y progresos personales o corporativos. La zona de confort hace perder el esmero hacia sucesos que estén adaptados a los objetivos y deseos de triunfo.
La zona de confort no permite asumir nuevos retos personales o profesionales, manteniendo lo estático, hasta retroceder o involucionar y cuando la zona de confort hace perder tiempo en las mejores oportunidades de la vida.
Luego, entonces ¿qué hacer?. Sencillo: ¡Salir, escaparse de la zona de confort! ¿Cómo? Asumiendo las siguientes decisiones, acciones o estrategias a través de aptitudes y actitudes, tales como: Habilidades sociales, Creatividad y Curiosidad intelectual.
Recuérdese que, en cierto modo, todos los seres humanos tenemos una cierta propensión a permanecer en nuestra zona de confort, porque nos ofrece una serie de sensaciones positivas en nuestra vida: comodidad, estabilidad…¡Pero esto puede ser un arma de doble filo!. ¡Así como las burbujas, nada es eterno, no debe creerse en la comodidad como principio único, por eso debe vivirse, reírse, disfrutar, amar y no detenerse hasta conseguir los sueños!. Una demasía de comodidad es discordante con el regocijo laboroso de la vida. ¡No Escondrijos!
“La vida es demasiado corta, demasiado preciosa, demasiado dolorosa para desperdiciarla en burbujas mundanas que estallan”. (John Piper).
“La concentración de la riqueza en manos de unos pocos y la desregulación de las instituciones y prácticas financieras conducen a burbujas especulativas que finalmente estallan, y eso derrumba a todo el país”. (Jennifer Granholm).
Calgary, Canadá, 12 de diciembre
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