Opinión

Bitácora industrial

Desde que se diseñó este proyecto industrial, se pensó que aguas abajo de la industria ferro siderúrgica y alumínica, surgiría una gran industria privada procesadora de ese metal primario, para agregarle valor.
viernes, 04 junio 2021

¿Se agotó el proyecto industrial de Guayana?
Desde hace varios años vengo escuchando decir que el proyecto industrial de Guayana está agotado y que hay que buscar una manera distinta de sustentar su economía, hoy muy pequeña en comparación con lo que fue hasta finales de los 90. Es una afirmación que he evaluado mucho, porque en ocasiones proviene de profesionales de distintas ramas, pero básicamente economistas e ingenieros, algunos de ellos con décadas de servicio en las industrias básicas y la Corporación Venezolana de Guayana, que como sabemos fue el origen de todo este gran proyecto industrial. He discutido mucho este tema con numerosos expertos regionales, nacionales e internacionales, y he llegado a la conclusión de que el complejo industrial de Guayana es perfectamente recuperable, pero tenemos que resolver algunos elementos, que todos tienen solución. Lo único que pudiera determinar la posibilidad de considerar perdido este proyecto, sería el agotamiento de los yacimientos de minerales metálicos, o la imposibilidad absoluta de generar la electricidad necesaria, y ese no es el caso nuestro. En esta materia, y a los fines de alentar el debate, me atrevo a ahondar en el análisis de los factores que considero positivos para el rescate del proyecto industrial de Guayana.

La energía eléctrica
Todo este gran proyecto industrial que se logró en Guayana, partió del potencial hidroeléctrico contenido en el Bajo Caroní, estimado en 17.000 megavatios, en las centrales de Guri, Tocoma, Caruachi y Macagua. Cuando se hizo el diseño de la explotación de este inmenso potencial hidroeléctrico, la idea fue enviar una determinada carga al resto del país, y dejar una parte para alimentar el complejo industrial de Guayana. Eso sigue siendo posible, porque las represas están allí, las casas de máquinas están allí, con sus tuberías forzadas y aliviaderos y, lo más importante, el río sigue teniendo caudal más que suficiente para mover las turbinas. Con toda la desinversión y desidia para tomar las decisiones que tenían que haber sido adoptadas, el Caroní sigue aportando entre el 60 y 70 por ciento de la electricidad que consume el país. Con la inversión necesaria para hacerle buen mantenimiento, y reponer lo que esté obsoleto, las centrales de Guri, Caruachi y Macagua, pudieran recuperar parte de su potencial de generación, y garantizarle al país el suministro necesario al sistema interconectado nacional. Habría que concluir los trabajos de montaje mecánico de las unidades de Tocoma, que muy bien pudiera servir para abastecer de electricidad a la industria de Guayana, sin perjudicar para nada el suministro desde las otras centrales al resto del país. Todo el complejo hidroeléctrico del Caroní es más que suficiente para generarle lo que necesita el país y de sobra para abastecer al complejo industrial de Guayana, incluyendo una reductora de aluminio como Venalum, cuyo consumo, en el tope de su capacidad de 430.000 toneladas, es 800 megavatios.

Industria de carpintería metálica
Desde que se diseñó este proyecto industrial, se pensó que aguas abajo de la industria ferro siderúrgica y alumínica, surgiría una gran industria privada procesadora de ese metal primario, para agregarle valor. Muchos de esos grandes talleres metalmecánicos siguen trabajando con limitaciones, pero otros están paralizados, aunque sus grandes equipos pesados están allí y solo hace falta ponerlos a trabajar de nuevo. En conjunto, el plantel metalmecánico de Guayana fue uno de los mayores del continente. El sector transformador en Guayana no creció todo lo que podía, debido en parte a la falta de una política oficial que lo estimulara, con buenos precios de acero y aluminio, así como incentivos fiscales a los productos exportados. Una vez reactivada la industria siderúrgica y de aluminio, el sector transformador privado tiene capacidad para reactivarse a sí mismo, porque requiere mucho menos inversión.

El factor sindical
Uno de los elementos que contribuyó al retroceso industrial de Guayana, es sin duda el sindicalerismo, que surgió de una actividad sindical mal entendida. Muchos líderes sindicales se desviaron, y dejaron de considerar que la existencia de la empresa es fundamental para que haya empleo. Y el golpe final, fue la consigna ideológica sembrada por Chávez, de que los trabajadores deben dirigir la empresa. Hoy la casi totalidad de las empresas expropiadas están quebradas y cerradas. En el caso particular de Guayana, las industrias básicas entraron en agonía cuando se intentó establecer la figura del control obrero. Para lograr la reactivación de las grandes industrias de Guayana, es insoslayable garantizar la vigencia de un verdadero sindicalismo, capaz de mantener un equilibrio sano entre las aspiraciones de buenos salarios y protección social para los trabajadores, y la rentabilidad de la industria. Pero igualmente es imprescindible sacar la política de las industrias básicas. No es posible pretender que todos los trabajadores tienen que tener el carnet de un partido político, porque ya vimos los resultados. En este caso, de nada ha servido la supuesta identificación política de los trabajadores con el gobierno, porque las grandes industrias igualmente colapsaron. De manera que, para lograr la reactivación del proyecto industrial de Guayana, es imprescindible un acuerdo con el sector sindical, sobre todo ante la posibilidad de que vengan capitales extranjeros, y probablemente de países que no tienen cultura de trato con sindicatos como los nuestros.

Los recursos minerales
Muchos países no tienen recursos minerales, y sin embargo han logrado un desarrollo industrial superior a los países que los tienen. El mejor ejemplo es Japón, aunque hay otros países que tienen algunos yacimientos, pero importan los metales que necesitan, como Alemania e Italia. Guayana lo tiene todo. Todavía queda bauxita y mineral de hierro para varias décadas, así como ricos yacimientos de oro. Hay una gran variedad de otros minerales, que se suman al inventario de recursos naturales con los que contamos. Para la explotación de estos recursos hace falta inversión, pero lo más importante es que los hay. No es cierto que la inversión superaría el valor de lo que se explotaría, porque ese cálculo tiene que ser hecho sobre el precio del producto al final de la cadena. En el caso de la bauxita, parte de la inversión ya está hecha, como la vía férrea entre Pie del Cerro y el muelle de El Jobal, y el transporte por el Orinoco tampoco es un costo que incida mucho en el precio que tendría ese mineral, puesto en Matanzas. Pero lo más importante es que esos recursos minerales serían el punto de partida para la construcción y operación de un gran complejo industrial público y privado en Guayana, con la generación de cientos de miles de empleos bien remunerados, lo que movería de nuevo la economía guayanesa.

El recurso humano
Cuando comenzó este proyecto industrial, Guayana requirió decenas de miles de técnicos y profesionales universitarios que no tenía, lo que provocó una inmigración desde todas las regiones del país, como del exterior. Censos de hace 20 años, mostraron que más del 60 por ciento de los técnicos de las grandes industrias, tanto públicas como del sector privado, habían venido de otras regiones del país, como del exterior. Parte de ese recurso humano ha migrado a otros sitios, pero otra parte está en Guayana y muchos de los que se fueron a otras partes del país, volverían de inmediato si se inicia la reactivación de la industria y la economía. En lo que refiere a recurso humano, es obvio que Guayana está ahora en mucho mejor condición que hace 50 años, porque muchos de los profesionales de hoy, son hijos de aquellos primeros trabajadores que hicieron posible el más importante logro industrial del país. Guayana tiene hoy varias universidades, que no las tenía cuando se inició este gran proyecto, y de las que han egresado miles de profesionales, perfectamente formados para acometer la tarea de rescatar su producción industrial y su economía.

El capital
La reactivación industrial de Guayana requiere de grandes inversiones que algunos expertos han estimado en 30 mil millones de dólares, como se dice en buen criollo, “por la medida chiquita”, porque por la grande, al decir de otros expertos, serían no menos de 50 mil millones. Estas cuantiosas inversiones han sido motivo para que algunos economistas planteen que el producto industrial que se genere, nunca sería suficiente para recuperar ese capital invertido. En otras palabras, según estos argumentos, no valdría la pena hacer una inversión tan grande para producir poco. A este respecto hay que señalar que no toda la inversión que se realice tiene que ser recuperada, porque buena parte de ella, en este caso específico, tiene una función social. No se trata solo de reactivar una gran planta industrial, sino de crear empleos y reactivar las actividades de toda una población, lo que a su vez mueve la economía, genera impuestos, y el circulante monetario se traduce en más compras y más producción de otras pequeñas industrias. El gobierno no tiene recursos para una inversión de este tamaño, lo que obligaría a atraer capital extranjero. Para ello es necesario sacudirse la camisa de fuerza ideológica, y crear un marco jurídico que permita y garantice la inversión extranjera, con condiciones fiscales favorables, y la indispensable seguridad para la repatriación de los beneficios en cada ejercicio anual. Con buenas condiciones, no es que vayan a hacer cola en puente Orinoquia, pero habrá inversionistas interesados en participar en estos proyectos.

Precios internacionales
Solo como referencia y en US$/TM.
Aluminio (2.359) 2.461
Al. Prem. 2.461 + 512
Al. Alloy (2.126) 2.145
Alúmina (275) 290
Al. Chat. (1.000) 1.100
Oro onza (1.901) 1.902
Plata oz. (27,81) 28,00
Platino oz (1.202)1.187
Cobre (9.965) 10.202
Zinc (2.983) 3.043
Níquel (17.168) 18.147
Plomo (2.176) 2.179
Estaño (31.950) 33.366
Cemento Bra. (60) 60
Café Qt. 128
Cacao 2.217
Azúcar 441
Arroz 557
Maíz 216
Trigo 233
Avena 246
Sorgo 240
Soya 520
Acero
USA (1.553) 1.655
China (960) 919
Cabillas U.S. (746) 755
Chatarra (500) 509
Hierro (200,89) 204,90
Briquetas (340) 450
Petróleo (barril)
Vzla. (25,04) 25,04
Opep (67,41) 69,01
West T. (65,77) 68,77
Brent (68,41) 71,29
Gasolina (214) 219
Gasoil (89) 93
Gas 1.000p (3,01) 3,06

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