Bitácora industrial

Pandemia vs. Economía
La peste del coronavirus que azota a la humanidad ha destruido la economía de muchos países, ha desequilibrado los valores de los seres humanos y nos ha puesto a reflexionar acerca de lo que es realmente importante, en la vida y para la vida en este planeta.

Pero una de las reflexiones más vitales, es la que se refiere a la decisión de elegir entre la preservación de la vida o la economía. El coronavirus ha hecho que los gobiernos tengan que decidir entre mantener las medidas de protección social contra la propagación del virus, que provoca un retroceso de la economía, o suspender o flexibilizar la cuarentena para reactivarla.

No es otra cosa que una elección entre la economía o la vida de miles de seres humanos. El argumento de quienes se deciden por la economía es que, si esta colapsa, de igual manera morirían miles de personas, de hambre, el virus u otras enfermedades, porque al colapso económico le seguiría el de los hospitales y todos los servicios públicos.

Según esa teoría, la vida de los seres humanos depende de manera total de la economía como la conocemos en esta época histórica, es decir, contemporánea. Pero olvidan que en la Tierra hubo seres humanos que vivieron perfectamente sin la economía y el confort actuales, y además en mejor armonía con el medio ambiente.

La otra verdad es que hay una élite de la población mundial, que es beneficiaria de la bonanza económica, mientras la gran mayoría la sufre o trabaja para que ella sea posible. Grandes mayorías son la base de la pirámide económica, que sostiene a los que están arriba, que viven mejor, pero trabajan menos.

En suma, la economía actual solo se puede sostener en base a ese desequilibrio, y la sociedad de alguna manera se ha venido organizando hasta llegar al punto que muchos prefieren que se mantenga la producción, el consumo y otros elementos económicos, aunque ello signifique condenar a muerte a millones de seres humanos.

Se da por descontado que, a la hora de caer por el coronavirus, primero lo harán los de la base de la pirámide, en tanto que los que están arriba siempre contarán con mejores recursos, financieros y médicos, para superar la enfermedad.

De igual manera, para reactivar la producción, los que tienen que salir a la calle y a las fábricas son los de la base de la pirámide social, como igualmente serán las grandes mayorías las que reactivarán el consumo, indispensable para que se recuperen los índices de Wall Street.

El riesgo de propagación es mayor en las capas inferiores de la pirámide social. El dueño o accionista de un banco, no va a estar en la cola frente a las taquillas, corriendo el riesgo de contagio, como tampoco lo estarán los mandatarios que deciden suspender la cuarentena para reactivar la economía de su país.

Sin embargo, hay científicos sociales que aseguran que la pandemia ha sido exagerada en todo el planeta, con el fin de crear la necesidad de las vacunas y generar inmensos ingresos financieros para algunos laboratorios, así como migrar grandes segmentos del consumo mundial hacia determinadas firmas, entre las cuales destacaría Amazon, que han tenido ganancias siderales como consecuencia de la pandemia.

Y aunque pueda parecer insólito, hay quienes dicen que esta decisión de primar la economía sobre la cuarentena, se basa en que la mayoría de los muertos serán adultos mayores, que para muchos son sujetos pasivos en la evolución económica de un país, y algunos llegan a considerar una carga financiera, por las pensiones.

Este es el escenario por el que varios gobiernos demoraron la toma de medidas contra el coronavirus, y ahora sus poblaciones están sufriendo las consecuencias.

El daño económico de la pandemia
La obligada cuarentena para reducir la propagación del Covid 19, según los expertos ha dejado sin empleo a la mitad de la población laboral del mundo, de manera permanente o temporal.

Estos científicos sociales estiman que cuando comience a retroceder el virus, van a pasar por lo menos dos años para que las economías lleguen cerca del punto en el que estaban a comienzos de 2020.

Y agregan que eso será posible en los países desarrollados, porque los en vías de desarrollo la van a tener más complicado, debido a que los gobiernos carecen de recursos suficientes para las inversiones, tanto para las obras propias, como para los créditos que necesitará el sector privado.

Dicen que la única vía para acelerar esa reactivación en los países menos desarrollados, sería el financiamiento masivo de los organismos multilaterales, como el Fondo Monetario Internacional.

Millones de pequeñas empresas, en todo el mundo, cerraron sus operaciones y para reabrirlas necesitan auxilio financiero, que en la mayoría de los casos, los gobiernos no están en capacidad de darles.

Aparte de lo financiero en los ámbitos nacional e internacional, la pandemia ha ensanchado la brecha entre ricos y pobres en todo el planeta. Los 651 multimillonarios de Estados Unidos, tienen ahora 30 por ciento más en sus fortunas, mientras en el mundo hay ahora 250 millones de personas más en pobreza absoluta o extrema.

Según expertos de Naciones Unidas, 50 por ciento de la fuerza laboral del mundo, no gana lo suficiente para cubrir sus necesidades, como consecuencia de la pandemia. Al mismo tiempo, los profesionales de alto nivel, que han podido seguir trabajando desde sus casas, han incrementado sus ahorros en más del 50 por ciento, debido a que sus gastos se han reducido por la cuarentena.

La excepción en ese panorama negativo para el futuro próximo de la mayoría de los países, son China y Corea del Sur, debido a que lograron controlar el Covid en su etapa temprana y el daño en sus economías fue mucho menor que en el resto del mundo.

Para 2021 se estima que China crecerá 8 por ciento en su PIB, y Corea tendrá una cifra cercana, que es más del doble de las estimaciones más optimistas, para Estados Unidos y algunas naciones europeas.

Economías en América Latina
Según un estudio de la Comisión Económica para América Latina, la Cepal, los países que tendrán la mayor recuperación económica en 2021, siempre que logren controlar la pandemia de Covid 19, serán Perú, Panamá y Bolivia.

Los expertos de Cepal consideran que podrían ser los únicos en lograr una cierta recuperación, luego del desastre económico provocado por el virus el año pasado.

Perú tuvo un retroceso del 13 por ciento de su PIB en 2020, y si no hay un rebrote del virus, pudiera cerrar 2021 con un crecimiento del 9 por ciento. Otro país que pudiera tener una cierta recuperación es Panamá, para el cual estiman que su PIB aumentará 5,5 por ciento, y finalmente Bolivia, con una expectativa de crecimiento del 5 por ciento, gracias entre otros factores al repunte de los precios de los minerales primarios que exporta.

Según Cepal, la región latinoamericana tuvo un retroceso global del 7,7 por ciento en 2020, y si no hay un rebrote masivo del Covid, podría tener una recuperación del 3,7 por ciento del PIB global en 2021.

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