Accidente Rábico
La rabia es una zoonosis aguda, fatal y transmisible, cuyo agente etiológico es el virus rábico o virus de la rabia, que afecta a los animales homeotermos y al ser humano. La transmisión al hombre se produce básicamente por la mordedura de un animal portador del virus, seguido en transmisibilidad por arañazos, lamedura de mucosa expuesta o piel lesionada, y excepcionalmente a través de la vía respiratoria en ambientes infestados con el virus de la rabia o fallas de bioseguridad.
Se clasifican según su caracterización epidemiológica en dos formas: 1) Doméstica, es transmitida por el perro, seguido del gato (principalmente cachorros sin vacunación) y otras mascotas raramente como hámster. 2) Selvática, propagada por animales silvestres, entre ellos los murciélagos hematófagos, zorros y lobos especialmente. Los reservorios del virus pueden estar en zonas urbanas predominantes en perros y gatos; en las zonas rurales en vacas, caballos y asnos; en zonas poco habitadas, apartadas o boscosas, en murciélagos, zorros y zorrillos.
El periodo de incubación esta en un rango de 10 a 60 días y la transmisibilidad del virus inicia de 3 a 5 días antes del comienzo de los primeros signos y/o síntomas y finaliza con el fallecimiento del sujeto o animal infectado. El riesgo varía en razón del estado inmunológico, la especie, el tamaño del inoculo y las características de la cepa viral infectante.
La evolución clínica del paciente incluye agitación generalizada con periodos intermitentes de lucidez, confusión, alucinaciones y comportamiento agresivo así como sialorrea, lagrimeo, transpiración, pilo erección, dilatación pupilar, dificultad para deglutir, paresia facial o de la lengua, espasmos hidrofóbicos y aerofóbicos, complicaciones cardiorespiratoria, paro cardiaco y muerte.
En la mayoría de los casos el diagnóstico de rabia se hace sólo cuando se ha llegado a una etapa tardía de la evolución de la enfermedad así como con pruebas de RT-PCR y valoración de anticuerpos fluorescentes directos, con muestras útiles de suero, LCR, saliva y fragmentos de piel del cuello para biopsia.
Dentro de los cuidados de la herida, se debe lavar completamente el área de la mordedura del animal, no se deben suturar las heridas, profilaxis antitetánicas y medidas contra otras infecciones. La administración de corticoides está contraindicada.
El tratamiento antirrábico en exposiciones rábicas leves en especies de perros o gatos sanos se debe observar la condición del animal por 10 días; si continúa sano, el manejo no incluye vacunación. Si la condición es sospechosa y se torna rabioso se debe iniciar vacunación y se suspenderá si el laboratorio descarta el diagnóstico en él animal. En caso de animal desconocido o se escapó, dependerá de la situación de la rabia en la zona y de las circunstancias del accidente; además de vacunar si se comprueba la exposición rábica y hay presencia de rabia animal comprobada en la zona.
La rabia en las personas es 100% prevenible a través de la atención médica inmediata y adecuada. Lleve a su mascota al veterinario y vacúnelo para protegerlo y proteger a su familia.
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