4 de agosto: “El honor es su divisa”
Fue con el Decreto del 4 de Agosto de 1937, cuando por decisión del Presidente de la República, General en Jefe (de verdad, no como algunos actuales), Eleazar López Contreras, se otorga el carácter legal a la Guardia Nacional de Venezuela.
A partir de ese momento la Guardia Nacional alcanza operatividad en todo el territorio Nacional, arraigándose efectivamente las faenas que le fueron confiadas, en forma específica el mantenimiento del orden público y el resguardo de nuestras fronteras.
Es innegable el aceptar y difícil de ocultar ante la opinión pública venezolana y del mundo la altísima aplicación de las funciones de tipo social que este componente de las FAN tiene en la comunidad.
Su creación, su estructura y sus cometidos como organismo tal se corresponden análogamente con el cumplimiento y cobertura de las necesidades de la sociedad.
Me atrevo a decir, que sus miembros, oficiales, suboficiales y tropa profesional han sido preparados para cumplir tareas y cargos consustanciados con la vida civil.
El propósito de este artículo en realidad es de hacer méritos y honor a la Guardia Nacional de Venezuela, un tributo a una institución con muchísimas funciones, todas de gran importancia social y cívica.
Ella como institución, está en casi todas las actividades de la República. Se encarga de la guardería ambiental, la seguridad rural, seguridad vial, seguridad de la ciudadanía de Venezuela.
En general, asiste y colabora con la seguridad y defensa interna y desarrollo y protección de la Nación.
Antes de continuar, debo aclarar para no oscurecer(me). No quiero pecar de ser tildado como “jala mecate” por parte de las personas “anti militares” hasta su extremaunción, ideológicamente convencidas acerca de la no necesidad existencial de las organizaciones militares en la sociedad, o de aquellos prójimos que lamentablemente desconocen o no están muy bien enterados acerca de lo que representa una institución militar, su misión, la profesionalidad, honorabilidad, valores y falencias dentro de las sociedades democráticas verdaderas.
Por supuesto, existen opiniones contrarias, encontradas, que justifican o no con argumentos válidos y razonables según ellas si las instituciones militares en las sociedades sirven para en lo que a mí respecta, obtener o lograr la estabilidad y gobernabilidad de los Estados democráticos modernos.
¿Qué se les va a hacer? También tienen derecho a opinar. ¿Verdad?.
Sin embargo, perdónenme la inmodestia, pero debo señalar que he tenido una amplísima y favorable relación familiar y de amistad con muchísimos profesionales de esa institución, relación fuertemente influenciada por mis actividades de docencia e investigación con ellos.
Abuelo, padre, tíos, hermanos, primos exalumnos y amigos de los cuatro componentes: Marina, Aviación, Ejército y por supuesto la Guardia Nacional, como se mencionaría en la archiconocida y alegre canción de la “Billo’s Caracas Boys”: “Los cadetes”. ¡Que bastante bailamos y disfrutamos!. Recordar es vivir: ¿Cierto?
Como referencia importante, debo puntualizar que estuve laborando como docente de Plana y Estado Mayor por más de diez años en la Escuela Superior de la Guardia Nacional (Esgurnac). ¡Casi que un Guardia Nacional más!. Y, tantos exalumnos que he tenido que no cabrían en estos contenidos, por razones obvias de espacio.
Al revisar un poco de la historia de la Guardia Nacional, nos encontramos que en oportunidades, este componente ha tenido malas rachas en cuanto a sus actividades operacionales cuando por arbitrariedades de los dirigentes políticos que han detentado el poder lo han utilizado como fuerzas pretorianas contra la población civil, causando animadversión y odios contra la institución y los miembros de ella.
Ello se hizo más tendencioso y fuerte en estas dos últimas décadas de gobierno chavista, por ser considerada la Guardia Nacional como uno de los principales órganos de coerción que la convirtieron más bien en instrumentos de represión.
Esa conducta, trajo en consecuencia motivaciones de burla y ofensa en contra de su lema “El honor es su divisa” por parte de mucha de la ciudadanía, utilizando por ejemplo “El Honor NO se divisa” y otras tantas, algunas innombrables.
Por supuesto, no agradó ni es apreciado por la mayoría de sus miembros y con muchísima razón.
Primero, por ser profesionales, oficiales, suboficiales y tropa profesional, que no estaban incursos en los desatinos, abuso y uso indebido de la fuerza al tratar de imponer el orden, aplicando acciones antidemocráticas y usando prohibida y violentamente las armas cuando en las calles de las ciudades se desarrollaban actividades de protesta civil o manifestaciones pacíficas respaldadas por la Constitución Nacional.
Pero, a esa Guardia Nacional, no es a la que me refiero, ni como institución y mucho menos de sus miembros porque ella representa una organización de gran valor social de larga data para nuestra Patria y el hecho de haber sido usada con fines contrarios a su verdadera misión para la cual fue creada no la puede condenar para siempre porque son muchísimas más sus actividades beneficiosas que las fallas.
Y, para ello traigo a colación una de los tantas inmolaciones que dicha institución y sus miembros han padecido a lo largo de la historia. Y no es otro, que el viernes 12 de junio de 1987, fecha recordatoria realizada por un grupo de sargentos de la Guardia Nacional en documento escrito denominado “En honor a los héroes de Perijá 35 años del ataque de la guerrilla colombiana a nuestros guardias nacionales”. (Ferrer, José Luis y Otros, Maracaibo, 12 de junio 2022).
Documento recibido por mí vía Redes Sociales. Ellos textualmente expusieron: “[ ]…Vil y Cobarde Ataque del que fuera objeto un Pelotón del Grupo de Acciones Especiales adscritos al extinto Comando Regional No.. 3 de la benemérita Guardia Nacional [ ] de Venezuela, por la Narcoguerrilla Colombiana, al momento de estar cumpliendo comisión en la Sierra de Perijá, sector Abdo Dabu, en destrucción de laboratorios para el procesamiento de drogas y sembradíos de amapola, marihuana y coca”.
Y, agregan: “[…] aún sin despuntar los primeros rayos de sol, cayeron lluvias de balas y morteros en el campamento GAE, repeliendo sus integrantes el ataque, pero nos superaban nuestra capacidad bélica, lo que nos ocasionó la pérdida de ocho (8) compañeros Guardias Nacionales y nuestro Comandante de Unidad”.
Los portavoces del precitado documento solicitan en definitiva sean reivindicados moral y económicamente a los familiares de los caídos (madres y padres, esposas e hijos), pues hasta la fecha han quedado en el olvido histórico sin considéralos como verdaderos héroes de la Patria.
Como paradoja de lo expresado por Maduro, es que nos encontramos con que la Guardia Nacional es el componente con más militares detenidos por conspiración, por algo será por lo que Nicolás Maduro no se atrevió a asistir al acto aniversario del año 2021.
Lo hizo a través de video que fue transmitido durante el acto de celebración del 84 aniversario de ese componente castrense, en donde aparece vistiendo una especie de uniforme (no sabría decir ¿de qué?), disfraz que ha usado en varias oportunidades. Allí expuso que “la Guardia Nacional Bolivariana es hoy por hoy profundamente bolivariana, profundamente revolucionaria y más que nunca antiimperialista”.
¡Sí Luis!. Para él en realidad es el componente del cual tiene menos motivos para confiar; no es casual que sea el componente con más militares presos por conspiración, con el agravante de que a todos ellos se les ha violado el debido proceso.
Antes de concluir, quiero hacer una reflexión final: El país, nuestra Venezuela, ha sido diezmado, sometido a la más voraz destrucción desde el punto de vista social, político, económico, humanitario y de Derechos Humanos. Eso es reconocido a nivel mundial. Nuestra Patria, económicamente se encuentra en un estado de indigencia tal que puede homologarse con países como Haití y otros innombrables desde esa óptica económica financiera. En consecuencia, sus presupuesto nacional no aguanta como dicen muy coloquialmente “un pelo más”.
Motivo por el cual, a futuros próximos se ha de pensar muy reflexivamente, sin puritanismos de imberbes, en buscar soluciones improntas, decisivas, por ejemplo, como la de reestructurar, redefinir y hasta eliminar organismos que lejos de dar soluciones a las necesidades de la nación, lo que hacen es convertirse en una carga insoportable para el erario público de todos los venezolanos.
Es de preguntarse: ¿Cómo justifican las Fanb el descomunal y desproporcionado presupuesto anual usado en ellas?, Aproximadamente, no estoy seguro de ello, en 2017 unos 15 mil millones de dólares; aparte de los desfiles, compra de armamentos vetustos y prehistóricos y “cuidar” las elecciones presidenciales.
¿Qué justifica tan desproporcionados presupuestos? Y, sin embargo, en los corrillos de los pasillos, se habla de las penurias en los cuarteles por falta de insumos necesarios para el buen funcionamiento y atención a las necesidades de sus miembros.
Pero lo más importante es ¿Qué beneficios sociales en cuanto a la atención directa, pertinente y evidente prestan a la población los componentes del Ejército, la Aviación, la Armada y la Guardia Nacional?.
Pienso que el componente de las Fanb que por su misión y funciones cumple realmente en dar atención directa, pertinente y evidente a muchísimas de las necesidades de la comunidad venezolana es: la Guardia Nacional.
Ello lo digo sin desmeritar al resto de los componentes, los cuales tienen como misión más importante “el prepararse para la Guerra”.
Ustedes amigos lectores me dirán..¡ Por eso, “mosca pues” futuros gobernantes!. Hay que ir pensando en reformulaciones de presupuestos nacionales, pero bien argumentados con decisiones históricas realísticas, factibles, verosímiles producto de reorganizaciones y reestructuraciones de aquellas instituciones inoperantes y onerosas para la Nación.
Ya para concluir, y quizás cayendo en lo folclórico, no puedo obviar lo que el General en Jefe y Presidente de Venezuela Eleazar López Contreras ya en su exilio en Miami, cuando su casa se transformó en un foco de conspiración de hombres que la historia había dejado atrás, tales como los tripulantes del “Falke”, hombres con pretérito y con futuro, que en el presente solo hallarían frustración y tristeza. López, con su característica personal de ser un hombre educado bajo una tradición de respeto a la familia, la propiedad y la justicia dentro de un reconocido ideario bolivariano que dejo establecido en sus obras escritas expresó:
“Estoy agradecido con este destierro, con la prisión, con esos juicios políticos a los que me tienen sometido, pues completan mi figura de político venezolano. Yo he sido de todo en Venezuela: Ministro, Presidente, Jefe de Guarnición, invasor, guerrillero, todo menos preso político y desterrado. Y en Venezuela no puede haber jefe político sin una historia de destierro”.
Calgary, Canadá, Agosto de 2022
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