En muchas cocinas, la sal es un ingrediente esencial que aporta sabor a nuestras recetas favoritas. Sin embargo, es un hecho que se suele abusar de ella, y reducir su consumo está ligado con múltiples beneficios para la salud, sin necesidad sacrificar el gusto.

Por eso, existen trucos como el de las pieles de naranja y limón que buscan una alternativa más saludable pero igualmente sabrosa.

Así, aprovechando estas partes de la fruta que se suelen tirar, se puede crear una mezcla aromática que no solo potencia los sabores de los platos, sino que también aporta un toque cítrico y especiado único.

Además, con este tipo de trucos se favorece la cocina de aprovechamiento que, afortunadamente, tan de moda está.

“Sal” de naranja y limón

Ingredientes

  • Piel de 2 naranjas (sin la parte blanca).
  • Piel de 2 limones (sin la parte blanca).
  • 100 gr de sal común o sal marina.
  • 1 cucharadita de cúrcuma.

Cómo hacer esta especia

  • Primero, lavamos muy bien las naranjas y los limones para asegurarnos de eliminar cualquier residuo de pesticidas o ceras que puedan llevar las frutas.
  • Luego, pelamos las frutas, intentando evitar la parte blanca, ya que puede aportar amargor y no es lo que se busca.
  • Ahora, extendemos las pieles de la naranja y el limón sobre una bandeja con papel de horno y las dejamos secar al aire durante unas horas, o si queremos acelerar el proceso, podemos colocarlas en el horno a baja temperatura, unos 90°C, durante 1 hora, hasta que estén completamente secas y crujientes.
  • Una vez secas, trituramos las pieles hasta conseguir un polvo fino.
  • Añadimos la sal y la cúrcuma, y mezclamos todo muy bien para que los sabores de cada ingrediente se integren entre sí y se equilibren.
  • Por último, cuando tengamos nuestra sal aromatizada lista, la guardamos en un recipiente hermético como un tupper o un tarro de cristal con tapa. De esta forma, se conservará durante varias semanas sin que pierda su intensidad y sabor.

Usos y beneficios de esta sal cítrica

La sal cítrica hecha con pieles de naranja y limón no solo es un sustituto más saludable de la sal común, sino que también va a darle un sabor único a todos los platos que se hagan con ella.

Ese toque cítrico que tiene combina perfectamente con ensaladas, pescados, carnes blancas y parrilladas de verduras, intensificando los sabores naturales de los alimentos sin necesidad de añadir tanta cantidad de sal marina. Además, también es perfecto para añadir en sopas y cremas, sumándoles un toque fresco y aromático.

En cuanto a los beneficios, esta sal casera es una muy buena alternativa para reducir el consumo de sodio, lo que ayuda a cuidar la salud cardiovascular y a prevenir la hipertensión.

Por otro lado, se aprovechan las propiedades antioxidantes de las cáscaras de estos  cítricos, que son ricos en vitamina C y fortalecen el sistema inmunológico.

La cúrcuma, por su parte, no solo le aporta un color dorado precioso, sino también sus propiedades antiinflamatorias y digestivas.