Limpia tu freidora de aire con una bolsa de té

La freidora de aire ha revolucionado la forma de cocinar en muchos hogares, promoviendo platos saludables, rápidos y fáciles de hacer. Pero, como no todo puede ser positivo, el problema con esta estrella en la cocina surge, sobre todo, cuando la grasa y los restos de comida se adhieren a su superficie.

Cuando ocurre, muchas personas utilizan productos químicos para acabar con estas manchas, pero estos pueden ser abrasivos y dañar la capa antiadherente de la cesta. Sin embargo, existe un truco natural, eficaz y súper sencillo para limpiar la ‘airfryer’ que utiliza un producto común en cualquier hogar: las bolsas de té.

¿Por qué usar bolsas de té?

El té contiene taninos, que son compuestos químicos naturales con propiedades desengrasantes y desodorizantes. Por eso, estas sustancias son una maravilla para desincrustar los restos de grasa y eliminar olores persistentes de alimentos, como los que dejan las frituras o pescados.

Además, llevar a cabo este método en casa es sencillo, económico y no requiere el uso de productos agresivos. Con tan solo una bolsa de té, se puede dejar la freidora de aire como nueva y sin preocuparse por dañarla.

Cómo limpiar la freidora con bolsas de té

• Retirar los restos grandes de comida: es importante que si hay partículas o trozos grandes de los restos que se han cocinado, se quiten antes de comenzar con esta limpieza.
• Colocar una bolsa de té seca en la cesta: tiene que estar bien sujeta para que no se mueva durante el proceso. Para ello, hay que atar la cuerda de la bolsa a la base y así se evita que entre en contacto con la resistencia superior de la freidora, ya que se podría quemar el té.
• Poner la freidora en marcha: hay que ajustar la temperatura a 180 °C durante unos 2 o 3 minutos. Después, se debe dejar reposar la bolsa de té dentro del electrodoméstico durante unos minutos más para que los taninos penetren en la grasa adherida.
• Sacar la bolsa de té: si no está demasiado tostada, se puede reutilizar para otro proceso de limpieza en unos días.
• Lavar la cesta: hay que enjuagarla con agua tibia y, si es necesario, utilizar una esponja suave para quitar los restos que se habrán despegado por completo.

Así, siguiendo estos pasos, no solo se limpia eficazmente la freidora y la deja como nueva, sino que también la desodoriza, dejando un aroma fresco y limpio. Además, al no utilizar productos químicos que sean agresivos, ayuda a conservar la capa antiadherente de la cesta, lo que prolonga la vida útil del aparato.

La limpieza regular es esencial para mantener la freidora de aire como nueva por mucho más tiempo, así que es importante no dejar que la grasa o los restos de comida se acumulen durante días, ya que esto no solo complica el poder quitarlos, sino que también va a generar olores desagradables.

Por ello, después de cada uso, hay que asegurarse de eliminar los restos y lavar las partes desmontables con agua tibia y jabón neutro, evitando así que la suciedad se quede incrustada de manera permanente.

También es fundamental cuidar la capa antiadherente de la cesta, así que se debe evitar el uso de productos de limpieza abrasivos o esponjas ásperas que puedan dañarla. Es mucho mejor optar materiales suaves como trapos o incluso papel de cocina. Una vez limpia, hay que secarla a conciencia antes de volver a montarla o guardarla para prevenir que le salga óxido, y ya está lista para seguir haciendo infinidad de recetas en la freidora de aire.

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