Egipto suspende el proyecto que pretendía restaurar una de las pirámides de Guiza
El recientemente establecido Comité Científico Supremo del Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto ha suspendido la implementación de un proyecto de restauración arquitectónica de la pirámide de Micerino, en la meseta de Guiza, que estaba a punto de comenzar.
La pirámide en cuestión es la menor de las tres grandes pirámides de la necrópolis real y —lo más esencial— es la única diseñada para estar revestida de granito en lugar de piedra caliza.
El faraón Micerino, de la IV dinastía del Imperio Antiguo de Egipto, murió alrededor del año 2500 a. C., aparentemente antes de que fuera acabada la obra.
Además, a lo largo de los siglos posteriores, los robos, la erosión y otros factores hicieron que varias capas del revestimiento se vinieran abajo.
Gran parte de los bloques de granito se encuentran esparcidos en torno a la base de la pirámide y las autoridades modernas egipcias consideraban poner los bloques en su lugar.
El proyecto de restauración fue elaborado conjuntamente por el Consejo Supremo de Antigüedades y un grupo de científicos japoneses (de la Universidad de Waseda), y El Cairo anunció su lanzamiento a finales de enero.
El secretario general del consejo, Mostafa Waziri, calificó la iniciativa como el “proyecto del siglo”.
Sin embargo, el Comité Científico Supremo, instituido la semana pasada, presentó este jueves un informe al ministro de Turismo y Antigüedades, Ahmed Issa, en el que se afirma que es “imposible confirmar la ubicación original y exacta de cualquiera de los bloques de granito en el cuerpo de la pirámide”.
Además, estimó que “su devolución taparía la evidencia existente de las formas y cómo los antiguos egipcios construyeron las pirámides”.
En lugar de proceder a la restauración, los miembros del organismo apoyaron otro proyecto científico-arqueológico presentado para estudiar la pirámide de Micerino, hacer la topografía, ordenar los bloques de granito que se desprendieron y excavar el sitio para descubrir el resto de los bloques con ángulos inclinados alrededor de la antigua obra, además de limpiar y organizar el sitio para visitas.
Zahi Hawass, presidente del Comité Científico Supremo y exministro de Antigüedades, aseguró a Reuters que no hay fundamento para preocuparse por el futuro de la pirámide de Micerino, que “nadie puede tocar”.
“En arqueología no hay que tener prisa”, sostuvo Hawass. “Si tienes prisa, arruinarás el sitio”, agregó. También admitió que muchas personas de todas partes del mundo le habían llamado, escrito cartas y enviado correos electrónicos sobre el tema, debido a la preocupación por el complejo arqueológico de Guiza.
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