Los datos obtenidos por el Rhessi (Programa de Imágenes Espectroscópicas Solares de Alta Energía Reuven Ramaty) y el satélite Wind, ya retirados de la Nasa, también corroboraron los hallazgos del equipo. El descubrimiento fue posible gracias a una investigación a largo plazo financiada con fondos federales, dijo Burns.

“Cuando inicialmente construimos nuestro modelo y realizamos nuestras predicciones allá por diciembre de 2024, ninguno de nosotros sabía que la señal ya estaba en los datos. Y ninguno de nosotros podía imaginar que nuestros modelos teóricos se ajustarían tan bien a los datos. Fueron unas vacaciones muy emocionantes para todos nosotros”, afirma Patel.

“Es muy interesante pensar en cómo algunas de las cosas de mi teléfono o mi portátil se forjaron en esta explosión extrema (a lo largo) de la historia de nuestra galaxia”.

La Dra. Eleonora Troja, profesora asociada de la Universidad de Roma que dirigió el descubrimiento de los rayos X emitidos por la colisión de estrellas de neutrones en 2017, dijo que la evidencia de la creación de elementos pesados del evento magnétar “no es en absoluto comparable a la evidencia recogida en 2017”. Troja no participó en el nuevo estudio.

“La producción de oro a partir de este magnétar es una posible explicación para su brillo de rayos gamma, una entre muchas otras, como el documento discute honestamente al final”, dijo Troja.

Troja añadió que los magnetares son “objetos muy desordenados”. Dado que la producción de oro puede ser un proceso complicado que requiere condiciones específicas, es posible que los magnetares añadan a la mezcla demasiados ingredientes equivocados, como un exceso de electrones, lo que daría lugar a metales ligeros como el circonio o la plata, en lugar de oro o uranio.

“Por tanto, yo no diría que se ha descubierto una nueva fuente de oro”, afirma Troja. “Más bien, lo que se ha propuesto es una vía alternativa para su producción”.

Los investigadores creen que las llamaradas de gigantes magnetares podrían ser responsables de hasta 10 % de los elementos más pesados que el hierro en la Vía Láctea, pero una futura misión podría proporcionar una estimación más precisa, dijo Patel.

La misión Compton Spectrometer and Imager (Cosi) de la Nasa, cuyo lanzamiento está previsto para 2027, podría realizar un seguimiento de las conclusiones del estudio. El telescopio de rayos gamma de campo amplio está diseñado para observar llamaradas de magnetares gigantes e identificar los elementos que se crean en ellas. Según Patel, el telescopio podría ayudar a los astrónomos a buscar otras posibles fuentes de elementos pesados en el universo.