Las frutas contienen nutrientes que ayudan a desintoxicar el cuerpo. Opciones como el limón, la guayaba, el pomelo, el kiwi, la piña, entre muchas otras, son una fuente importante de vitaminas, minerales, fibra dietética y compuestos antioxidantes que apoyan la función de los órganos excretores.
Cabe aclarar que su consumo por sí solo no tiene un efecto detox o depurativo. De hecho, contrario a lo que algunos piensan, no hay alimentos con la capacidad para limpiar el cuerpo o eliminar toxinas. En un cuerpo saludable, órganos como el hígado, los riñones, los pulmones y el colon se encargan de este proceso.
Es así como la ingesta diaria de frutas puede ayudar. Incluidas en el marco de una dieta saludable y balanceada, contribuyen a cubrir los requerimientos diarios de los nutrientes que el cuerpo necesita para funcionar bien. Por supuesto, en épocas como la Navidad —cuando los excesos están a la orden del día— ingerir este tipo de alimentos es aún más importante. Descubre las 9 más recomendadas.
1. Limón
Abundante en flavonoides, vitaminas, minerales, fibra dietética, aceites esenciales, ácidos orgánicos y carotenoides, el limón es una de las mejores frutas para ayudar a desintoxicar el cuerpo. Su consumo se asocia a una buena salud digestiva y a la disminución de la hinchazón y la acidez.
Debido a esto, se recomienda como complemento para la dieta en la época de Navidad. Su ingesta puede ayudar a reducir la indigestión, los gases y el malestar tras ingerir comidas demasiado copiosas o irritantes. Además, sus antioxidantes ayudan a cuidar la salud de los órganos excretores.
Gracias a su aporte de pectina —un tipo de fibra vegetal— ayuda a modular la microbiota intestinal. Esta última suele resultar alterada tras la ingesta excesiva de azúcares, ultraprocesados, alcohol y otras sustancias que a menudo están presentes en los banquetes navideños.
Tener una microbiota saludable es determinante para que el cuerpo contrarreste los efectos negativos de las toxinas y otros antígenos que pueden enfermar el cuerpo. Así pues, considera consumir limón para aprovechar sus cualidades prebióticas y antioxidantes.
2. Guayaba
Hay varias razones para consumir más guayabas, con sus diferentes usos, durante la época de Navidad. En primer lugar, su significativo aporte de vitamina C (273 miligramos por cada 100 gramos) ayuda a fortalecer el sistema inmunitario y contribuye a la prevención de la gripe, el resfriado y otras infecciones comunes en esta temporada.
Por otro lado, aporta otros nutrientes como la vitamina A, el hierro, el fósforo, la fibra dietética y los flavonoides que, debido a su efecto antiinflamatorio y antioxidante, contribuyen al cuidado del hígado, los riñones y el colon para que eliminen los desechos sin problema.
¿Sabías que también puedes utilizar guayaba contra la resaca? Aunque no hay evidencias sobre estos efectos, el jugo de guayaba es un remedio popular para aliviar este malestar. Si te excediste durante la cena navideña, puedes preparar esta bebida para rehidratarte y reponer líquidos y electrolitos.
3. Toronja
El pomelo ha sido reconocido por su capacidad para mejorar la calidad de la dieta. En concreto, se asocia con una ingesta más elevada de vitamina C, magnesio, potasio y fibra dietética. Eso sin contar con que también contiene betacarotenos, licopeno y naringina que le confieren propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Son estas sustancias las que también destacan esta fruta como un aliado para la salud hepática y renal. Aunque las investigaciones siguen siendo limitadas, cierta evidencia ha determinado que puede proteger contra la hepatoxicidad y contra la formación de cálculos renales.
De todos modos, cabe recordar que es una fruta incompatible con algunos medicamentos y suplementos. Si estás bajo algún tratamiento, consulta al médico antes de incluir este alimento en tu dieta habitual.
4. Melón
Si introduces melón en tu alimentación regular puedes obtener beneficios para la salud digestiva, hepática y renal. Debido a su abundante contenido de agua y fibra, es un alimento idóneo para reducir las digestiones pesadas y el estreñimiento.
Asimismo, contiene potasio y magnesio, que contribuyen a reponer electrolitos en caso de deshidratación. Son todos estos efectos los que lo destacan como una fruta idónea para complementar la dieta durante las festividades de Navidad. Consúmela después de las cenas copiosas o tras una noche de excesos.
5. Manzana verde
La manzana verde es una de las frutas infaltables en los menús navideños. Son deliciosas y fáciles de incorporar en una amplia variedad de recetas saludables. Más allá de esto, consumir la fruta a lo largo del día favorece la salud digestiva, la saciedad y el funcionamiento hepático.
Esto explica por qué es una de las frutas valoradas por su potencial para apoyar la desintoxicación del cuerpo. Contiene fibra dietética, vitaminas A y C, manganeso, potasio y flavonoides. Además, es otra fuente natural de pectina, prebiótico que ayuda a modular la microbiota y a mejorar la salud digestiva.
6. Ciruelas
Las ciruelas son conocidas por su potencial para ayudar a la eliminación de desechos retenidos en el colon. Su contenido de fibra dietética y de sorbitol ayuda a estimular el tránsito intestinal y promueve las evacuaciones intestinales regulares.
También concentran una cantidad importante de antocianinas, sustancias antioxidantes y antiinflamatorias que ayudan a proteger la salud cardiovascular, ósea, metabólica y cognitiva. Puedes consumir las piezas solas, o bien, preparadas en jugo.
7. Piña
Una de las frutas más recomendadas para ayudar a desintoxicar el cuerpo tras los excesos navideños es la piña. Debido a su contenido de bromelina —una enzima digestiva que ayuda a descomponer las proteínas— y de fibra dietética, su ingesta favorece la salud gastrointestinal.
Se recomienda para reducir la hinchazón abdominal, los gases, el estreñimiento y el malestar digestivo. Además, dado que está constituida en un 89 % de agua y que también aporta potasio, es una buena opción para rehidratarse tras ingerir alcohol.
Puedes consumir una porción después de las comidas navideñas para apoyar la digestión. Si lo prefieres, consúmela como snack o preparada en jugo.
8. Kiwi
Existen varios motivos por los que el kiwi respalda las funciones de los órganos que ayudan a desintoxicar el cuerpo; de hecho, es una de las frutas más destacadas para este fin. Su abundante contenido de fibra dietética promueve deposiciones más regulares y ayuda al equilibrio de la microbiota intestinal.
Es una de las frutas más abundantes en vitamina C y flavonoides (quercetina, naringenina, rutina, catequina y epicatequina), antioxidantes que ayudan a inhibir los efectos negativos del estrés oxidativo en el cuerpo.
Por si fuera poco, contiene unas enzimas conocidas como actinidina, que ayudan a descomponer proteínas y desechos del tracto digestivo. ¿Cómo consumirlo? Puedes ingerir una o dos piezas al día, preferiblemente después de comer. También lo puedes disfrutar en zumos y ensaladas.
9. Frutos rojos
Los investigadores de la Escuela Chan de Harvard catalogaron a las bayas como “uno de los alimentos más saludables que puedes comer”. ¡Y no es para menos! En todas sus variedades (fresas, frambuesas, arándanos, moras, grosellas, uvas, entre otras) son fuente de importantes micro y macronutrientes.
En particular, contribuyen a cubrir los requerimientos diarios de potasio, magnesio, vitaminas C y K y fibra dietética. Además, también se consideran prebióticos, ya que mejoran la composición de la microbiota del intestino.
Por todo esto, no pasan desapercibidas entre las frutas recomendadas para ayudar a desintoxicar el cuerpo. Incluidas en el contexto de una dieta saludable, apoyan la digestión, la salud hepática y renal, el metabolismo y el funcionamiento cardiovascular.
¿Qué debes recordar?
Dado que apoyan la digestión, las funciones hepáticas y renales, y la modulación de la microbiota intestinal, consumir estas frutas sirve como apoyo para favorecer la desintoxicación del cuerpo.
Resulta bastante positivo aumentar su consumo en la temporada navideña, ya que ayudan a mitigar algunos efectos de los excesos de los banquetes, como las digestiones pesadas, la hinchazón y la acidez. De paso, sirven como aliadas para calmar la ansiedad por comer y para mejorar la calidad de la dieta.
¿Lo mejor de todo? Pueden ingerirse tanto en las comidas principales, como en los buffets navideños, en las meriendas o cualquier otro momento. Y aunque lo mejor es comer las piezas enteras, también puedes prepararlas en zumos, licuados e infusiones.