La halitosis es un problema que genera ansiedad y vergüenza a muchas personas. No es raro que en las tiendas encontremos chicles, caramelos de menta, enjuagues bucales u otro tipo de alimentos que puedan combatir el mal aliento.
Sin embargo, este tipo de productos solo son una solución a corto plazo, puesto que no terminan de abordan por completo este problema.
Tal y como explica Mayo Clinic, el mal aliento puede variar según su causa. “Algunas personas se preocupan demasiado por su aliento, aunque tengan poco olor o nada. Otras tienen mal aliento y no lo saben”, cuenta sus expertos.
Existen muchas causas posibles del por qué tenemos halitosis. Una de ellas, los alimentos. Mayo Clinic dice que “los restos de comida en los dientes y alrededor de estos pueden aumentar las bacterias y causar mal olor”.
También pueden ser responsable de esto los productos a base de tabaco, no lavarse los dientes ni la boca, la sequedad en la boca, algunos medicamentos, infecciones o afecciones de la boca, la nariz y la garganta. Para intentar combatirla y ayudar con este problema tenemos una semilla perfecta: la alcaravea o comino persa.
Beneficios de la alcaravea
La alcaravea es una especia original de Oriente Medio que puede tener diversos beneficios en nuestro organismo. De hecho, un remedio casero para combatir la halitosis es masticar esta pequeña semilla, sola o en un yogur, después de las comidas.
Refresca la boca y puede disminuir la presencia de algunas bacterias que están relacionadas con el mal aliento.
Un estudio publicado por la revista Acta Scientiarum Agronomy explica que los monoterepenos carvona y limoneno son los que están detrás de su actividad antimicrobiana. Y no solo eso, sino que también es una semilla que puede ayudar en la digestión.
Al comino persa se le atribuyen propiedades antiinflamatorias y antiulcerosas.
Un estudio publicado por Clin Transl Gastroenterol afirma que el aceite esencial de esta semilla junto al de menta o mentol ayudó en casos de dispepsia funcional calmando síntomas como el hinchazón abdominal, los gases y los calambres.