Conoce estos cuatro remedios para combatir calambres

Aunque en la mayoría de los casos no suponen algo grave, un calambre es causa de dolor intenso. Si se sufren con frecuencia, éstos pueden ser señales de otra cosa, como el inicio de un padecimiento.

En general, los malos hábitos llevan a estos sufrimientos musculares. Ya sea porque no hay un sueño adecuado, o porque no se hace ejercicio de forma regular, este afección ataca en zonas como partes posteriores de la pierna o la pantorrilla.

También es de acusar la falta de minerales en el cuerpo, como el potasio o el magnesio. Igual vitaminas importantes como el grupo B influyen en la intensidad o frecuencia de los calambres.

De hecho, estos aparecen en reposo, y en la noche, justo cuando se hace una pausa en el día. La dieta rica en frutas y verduras contrarresta su producción, ya que se generan mecanismos para dicho mal.

La hidratación también es importante, porque disminuye el riesgo de una posible tensión muscular.

Por otra parte, el alcohol y el abuso del mismo trae no solo problemas renales, sino que se manifiesta en la hiperexcitación de los nervios en los diferentes músculos, lo que da lugar a los calambres.

Prácticas saludables
El estiramiento es fundamental. Y, aunque parece algo espontáneo, tomar unas caminatas por día debe ser algo más frecuente.

En la práctica, el ejercicio es muy importante. Practicar ciertos deportes, sobre todo los de esfuerzos, estiran brazos y piernas, pero siempre es importante regular el desgaste y las lesiones.

Claro que la alimentación va de la mano con todo. Una dieta con frutas y verduras es esencial, ya sea en su forma de preparados o ensaladas o jugos. La fibra igual, un añadido de energía para la rutina.

Si se sufre de calambres nocturnos en los gemelos y en los pies sin causa aparente puede tratarse de calambres nocturnos idiopáticos, es decir, con una base genética. Suele haber un historial familiar con esta patología en la que no se encuentra alteración que los justifique.

En caso de sufrirlos, la prevención consiste en realizar estiramientos todos los días durante 10 o 15 minutos justo antes de acostarse, mantener una hidratación adecuada con agua y una dieta rica en alimentos con calcio y magnesio, así como realizar ejercicio físico habitual.

También puede funcionar un pequeño masaje sobre el músculo afectado, tratando de estirarlo todo lo que se pueda. El calor puede ayudar a relajar el espasmo, por lo que los paños calientes suelen aliviar el dolor.
Pero una vez ha cesado la contracción, si la zona permanece dolorida (puede hacerlo hasta 24 horas después del calambre) es el frío el que puede beneficiarte.

Los antiinflamatorios en crema aplicados mediante un masaje son otra de las opciones con las que cuentas para reducir las molestias.

Algunos alimentos como el cambur, la avena y el agua de coco son ricos en minerales, como el potasio y el magnesio, que ayudan a evitar la debilidad muscular y los calambres, así como mejorar la contracción muscular durante la actividad física intensa.

Jugo de fresa y merey
La fresa es rica en potasio, fósforo y vitamina C, mientras que el merey, es rico en vitaminas del complejo B y magnesio, que aportan más energía para una buena contracción muscular y prevención de calambres.

Para completar la receta, el agua de coco se utiliza como isotónico natural.

Entre los ingredientes se necesita una taza de frezas, 150 ml de agua de coco y una cucharada de marañón/ anacardo/ merey.

Hay que licuar todos los ingredientes y luego beber frío.

Agua con miel y vinagre de manzana
La miel y el vinagre de manzana ayudan a alcalinizar la sangre y evitar cambios en el pH, manteniendo la homeostasis de la sangre y una buena nutrición para el músculo.

Para hacer el preparado se tiene que contar con una cucharada de miel de abeja, otra de vinagre de manzana y 200 ml de agua caliente.
Modo de preparación

Diluir la miel y el vinagre en el agua caliente. Debe tomarla al despertarse o antes de dormir.

Batido de cambur y crema de maní
El cambur es rica en potasio y es famosa por prevenir los calambres, mientras que el maní es rico magnesio, sodio y potasio, nutrientes esenciales para la contracción muscular.

En el caso de hacer el jugo es necesario un cambur, añadido a una cucharada de mantequilla de maní y unos 150 ml de leche o bebida vegetal.

Se debe licuar todos los ingredientes y beber sin endulzar.

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