Antiséptico natural que puedes usar cuando te has clavado una astilla
A todos nos ha pasado alguna vez que nos hemos clavado una astilla, una espina o algo pequeño y puntiagudo difícil de sacar, o que nos ha podido dejar un fragmento dentro de la piel.
En algunos casos incluso se nos ha podido infectar y nos han tenido que abrir para extraerlo. Son varias opciones que nos permitirán desinfectar la zona afectada antes y después de la extracción.
Caléndula
Excelente planta medicinal para tratar heridas abiertas, desinfectar y desinflamar. Hoy en día existen muchos remedios de farmacia que se elaboran a partir de esta flor.
Manzanilla
Esta flor no solamente es antiséptica y antiinflamatoria, sino que también ayuda a calmar el dolor. Además, es muy fácil de encontrar en cualquier lugar.
Llantén
Las hojas de llantén (también conocido como plantago major) pueden ser muy beneficiosas gracias a sus propiedades antiinflamatorias. Además, es una de las mejores opciones si la astilla es grande, ya que también tiene propiedades hemostáticas que pueden ayudar a detener la hemorragia una vez la hayamos extraído.
Tomillo
Las flores de tomillo, una planta medicinal muy habitual en nuestro botiquín, son también muy útiles para cualquier tipo de herida abierta.
Esto se debe a sus propiedades antimicrobianas que ayudan a desinfectar y, además, favorecen la cicatrización. Se debe elaborar una tisana concentrada de una o varias de estas plantas medicinales antisépticas. Luego, una vez que este tibia la aplicaremos sobre la piel.
Un cataplasma de malvavisco
Si la astilla es difícil de extraer porque está demasiado profunda o bien porque la herida ha cerrado, recomendamos aplicar de manera repetida un cataplasma a base de malvavisco.
Esta planta es muy efectiva en todo tipo de irritaciones e inflamaciones como, por ejemplo, picaduras de insectos, quemaduras o erupciones. Esto se debe a sus múltiples propiedades, como la antiinflamatoria o la calmante.
¿Cómo lo preparamos?
Este remedio se elabora con las raíces de la planta.
Herviremos 30 g de raíces en 150 ml de agua durante 10 minutos.
Una vez llegue a ebullición, lo dejaremos reposar 5 minutos con el fuego apagado.
Todavía caliente, pero sin que queme, lo usaremos para mojar una gasa y aplicarla en la zona afectada durante 5 minutos.
Después de cada aplicación, frotaremos un poco de una de las tisanas antisépticas (caléndula, llantén, manzanilla o tomillo) para calmar la zona.
Lo repetiremos varias veces al día hasta que aparezca la astilla.
Si hay infección
Si nota que empieza una leve infección podemos recurrir a uno de los alimentos más adecuados para estos casos: el ajo. Esta planta lleva empleándose desde hace siglos para el tratamiento de heridas y existen numerosos estudios que avalan sus propiedades antibacterianas.
Cortaremos un trocito de ajo y lo aplicaremos directamente sobre la herida. Lo taparemos con un esparadrapo y lo dejaremos actuar hasta la siguiente aplicación de cataplasma.
El aceite esencial puro de lavanda también es un buen preventivo para evitar infecciones. Con una gota cada 3 horas es suficiente para prevenir. No obstante, debe ser un aceite certificado y de calidad.
Para cicatrizar
Una vez hayamos extraído la astilla seguiremos aplicando los antisépticos naturales hasta que cierre la herida.
Si es grande o demasiado visible, podremos seguir aplicando gel natural de aloe vera para facilitar la cicatrización y favorecer la desaparición de la marca.
Lo más efectivo es tener la planta en casa e ir cortando trocitos de la hoja, ya que muchos de los geles de aloe vera que se comercializan contienen otros ingredientes que no son naturales.
Recuerda que el mejor diagnóstico y tratamiento de una herida grave o complicada siempre lo tendrá el medico especialista.
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