Trabajo Infantil: Lucha de necesidades en el hogar
Para el 2018 se estimaba que unos 10,5 millones de niños trabajan como empleados domésticos, muchos de ellos en condiciones peligrosas y en situaciones similares a la esclavitud, de acuerdo a un informe difundido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con motivo del Día Mundial contra el Trabajo Infantil. En él también se precisó que 6,5 millones de niños eran empleados en hogares distintos al suyo y tienen entre 5 y 14 años de edad, inclusive más del 71% eran niñas.
Las actividades en donde les toca desenvolverse son diversas, algunas de ellas no necesariamente tienen reivindicaciones salariales, en casos extremos su patrono son sus propios padres, que los usan como “carnadas para limosnas” en las ciudades, con la finalidad de conseguir alimentos, ropa y dinero manipulando al entorno a través de la condición de ser infantes.
Aún en el país y en Ciudad Guayana existen organizaciones e instituciones destinadas a atender a la infancia, sin embargo alegan que los entes gubernamentales no se encuentran involucrados con estas actividades, pues han abandonado algunas prácticas para abordar los casos de la infancia sometida a trabajos y explotación laboral.
En la actualidad, en algunos cuerpos de seguridad reposan diversas denuncias que conllevan acciones penales contra sus progenitores por ser los artífices de los maltratos y explotaciones a niñas y niños, debido a que están siendo empujados a vivir situaciones de calle por la crisis que se atraviesa y de la cual también son víctimas.
“Tengo que comer”
“No me gusta mucho leer, pero matemáticas sí es divertida; yo tenía amiguitos y la maestra que tenía era buena conmigo, pero tengo que comer y si no llevo algo para la casa mi mamá me va a castigar”, dice Juan – nombre ficticio – un niño que pide “cualquier cosa que le den” de casa en casa por las urbanizaciones de Ciudad Guayana.
Juan vive por el sector El Llanito, en el eje Atlántico, en Puerto Ordaz; se levanta todos los días a las cuatro de la mañana para salir, junto a sus otros cuatro hermanos, “a ver qué consiguen” pidiendo en la calle o hasta donde les alcance caminar.
Su mamá se dedica a lo mismo; cuenta que no conoce a su papá, pero que tiene un tío que de vez en cuando “les lleva algo para comer”.
Dice que antes iba a la escuela, pero que ya su mamá “no los manda porque no puede tenerlos a todos estudiando; eso cuesta mucho dinero”, manifiesta. La única que asiste es su única hermana, la más pequeña, a un kinder cerca de su casa.
También relata que cuando no llevan nada a la casa su mamá los reprende “porque a la calle no se sale a jugar, que hay que buscar dinero porque la vida cuesta, que como está el país más rápido tienen que buscar con qué, porque no hay para comer”.
“Algún día voy a volver ir a la escuela y cuando sea grande quiero tener una empresa para tener bastante dinero, para comprarme lo que yo quiera; no quiero vivir aquí, me voy a ir lejos, estoy cansado”, confiesa Juan a sus nueve años de edad.
Opiniones
“Estas situaciones generan que la gran mayoría de los niños y niñas abandonen la escuela y la vida que les corresponde de acuerdo a su etapa y deban combinar el estudio con largas jornadas de trabajo, lo que afecta seriamente su desarrollo integral”, expresa la abogada Ilvania Martins, Asesora Legal de Aldeas Infantiles SOS Venezuela.
Esto es sobre la situación que abordan desde esa organización cuando realizan las investigaciones de campo de los casos de trabajo infantil, que con la crisis venezolana ha llevado a que se intensifique esta problemática que a largo plazo suma al caos social. Ante el tema expuso que “es necesario evitar cualquier condición de explotación laboral en niños y niñas, entre otras cosas porque el trabajo no les permite contar con espacios acordes a su desarrollo, además atenta contra sus derechos fundamentales y finalmente, por los riesgos a su integridad personal”.
En un reporte de Aldeas Infantiles SOS se propone una forma de combatir el trabajo infantil, a través de la educación y asistencia que se brinda en sus programas de acogimiento y fortalecimiento familiar. Asimismo hace énfasis en que todas las personas que sean testigos de algún caso de explotación o trabajo infantil, deben acudir al Consejo de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de su municipio para formular la denuncia.
Con esto esperan contribuir de alguna manera en ayuda, ante este flagelo, que engrosa unas estadísticas a las cuales desde los organismos oficiales, no se puede tener acceso, pues alegan no contar con actualizaciones o realidades más cercanas, según.
Estudios y análisis
“La existencia del trabajo infantil debe convertirse en un factor que genere indignación, a la vez, que motive e inspire la corresponsabilidad de todos los garantes de derechos. No podemos ser indiferentes ante las niñas, niños y adolescentes que trabajan; no podemos considerarlos como parte de la normalidad o del paisaje cotidiano, eso nos haría cómplices de una de las más flagrantes violaciones de sus derechos” afirman desde la Unicef.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) indica que una niña o un niño que trabaje en vez de ir a la escuela, se convertirá luego en un ciudadano excluido, situación que vivirá como adulto y con ello desencadenar otras condiciones sociales que traerían mayores implicaciones en su desenvolvimiento como individuo.
“De particular importancia para estos efectos resulta la relación existente entre el trabajo infantil y la educación y sus efectos sobre la pobreza, así como el comportamiento de ambas variables en función de las tendencias de la economía”, dicen desde la Unicef.
Se ha comprobado que la infancia que tuvo que incorporarse de manera prematura a la fuerza laboral, abandonando lo propio a su etapa luego son candidatos seguros de exclusión social.
Y con esto luego los patrones sociales aplican como presión sobre ellos, determinando comportamientos que no están dentro de lo “normal” a nivel social para una convivencia en comunidad, explica Carlos Beltrán, sociólogo.
Acciones
“El trabajo infantil es un fenómeno complejo, en el cual inciden múltiples factores de carácter cultural, económico y social. Dada esa complejidad, no existe a nivel mundial una definición única sobre lo que es el trabajo infantil y por tanto, tampoco una metodología uniforme para su medición”, concluyeron en un informe presentado por Unicef Venezuela en el 2007.
En él también se expone que “si existe un mayor y creciente consenso en el conocimiento de los efectos nocivos que tiene el trabajo infantil en la niñez y su impacto en las condiciones de vida presentes y futuras; así como en la necesidad de implementar políticas públicas orientadas a su erradicación”.
En el país el marco normativo contra la explotación laboral de niños, niñas y adolescentes, así como el correspondiente para garantizar los derechos de las niñas y los niños está dado por la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (Lopnna).
La Lopnna establece una serie de principios contra la explotación laboral; en el artículo 4 se atribuye al Estado “la obligación indeclinable de tomar todas las medidas administrativas, legislativas, judiciales y de cualquier otra índole que sean necesarias y apropiadas para asegurar que todos los niños y adolescentes disfruten plena y efectivamente de sus derechos y garantías”.
Asimismo en el artículo 94 establece que “todos los niños, niñas y adolescentes trabajadores y trabajadoras tienen derecho a estar protegidos o protegidas por el Estado, las familias y la sociedad, en especial contra la explotación económica y el desempeño de cualquier trabajo que pueda entorpecer su educación, sea peligroso o nocivo para su salud o para su desarrollo integral”.
Ante esto, aún se espera que la sociedad contribuya a sumar en beneficio de quienes se están desarrollando, sobretodo desde los hogares, en donde la responsabilidad de la paternidad se aspira que se asuma con el verdadero sentimiento y compromiso que implica la formación de un nuevo ciudadano, que mañana será un protagonista social y del que se espera sea un ciudadano productivo con valores y principios humanos.
Conmemoración
En el 2002 la Organización Internacional del Trabajo (OIT) instituyó el 12 de junio Día Mundial contra el Trabajo Infantil.
En el país, organizaciones sin fines de lucro, orientadas por la Unicef, se suman a campañas que luchan contra este terrible abuso infantil, que día a día afecta la vida de centenares de niñas y niños.
Actualmente entes gubernamentales no manejan políticas públicas a corto o largo plazo que luchen contra esta desviación social.
Ten la información al instante en tu celular. Únete al grupo de Diario Primicia en WhatsApp a través del siguiente link: https://chat.whatsapp.com/Fr9gVHN4A436nOIw6sepgk
También estamos en Telegram como @DiarioPrimicia, únete aquí https://t.me/diarioprimicia