“Queremos una orquesta integral con valores”
En sus primeros años de vida, los niños son receptores absolutos de todo tipo de estímulos y al sentir la música de una forma tan intensa, esta puede ejercer una influencia muy poderosa y positiva en ellos, siempre y cuando se pueda aprovechar adecuadamente, bien sea motivando a desarrollar el talento que se tenga o a disfrutarla de acuerdo a las etapas y los momentos. La Fundación Lala, entre sus compromisos sociales, ha estado cumpliendo un rol importante en la formación de nuevos talentos musicales a través de su Academia de Música, que además ofrece la oportunidad de prepararse con un perfil dirigido a posibles ingresos a los principales conservatorios de música en el país y el mundo.
Con la premisa de establecer un centro de formación, estudio y difusión musical, la Academia de Música de Fundación Lala, desea preparar entonces un “nuevo ciudadano, un ser integral, de referencia, con valores Lala, y que pueda también servir a su país”.
¿Por qué la música?
“La música fomenta la autoestima y promueve el desarrollo social, emocional e intelectual de los niños” explica Ennio Palumbi, profesor y director de la Academia de Música de la Fundación Lala, quien junto con su equipo académico y de preparación promueven en los más pequeños la posibilidad de “soñar y divertirse”, mientras aprenden todo lo referente al lenguaje musical, instrumentos y canto.
Desde esta academia concuerdan con la idea de que la música es una herramienta de vida, y que de “una forma natural puede ejercerse una influencia poderosa y positiva en los niños y su círculo cercano, pues durante los primeros años de vida, la música favorece el desarrollo de sus capacidades en varios aspectos, desde emocionales hasta motores”.
La música, según los profesionales que laboran en la Academia de Lala, “es fundamental para la concentración, la memoria, el ritmo y la socialización; ayuda a los más pequeños a incrementar su vocabulario y a desarrollar emociones y sentimientos. Oír música, tener la posibilidad de crearla, permite bajar los niveles de ansiedad en todos los involucrados en el proceso, y dado que los niños son receptores de todo tipo de estímulos, es bueno aprovechar sus inicios para canalizar sus talentos, y con ello también inculcarles disciplina”.
Beneficios
“La música está siendo introducida en la educación de los niños en edades preescolares y básica debido a la importancia que representa en su desarrollo intelectual, auditivo, sensorial, del habla y motriz”, expone el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
También describen que la música es un elemento fundamental en esta primera etapa del sistema educativo porque “el niño empieza a expresarse de otra manera y es capaz de integrarse activamente en la sociedad, porque la música le ayuda a lograr autonomía en sus actividades habituales, asumir el cuidado de sí mismo y del entorno, y ampliar su mundo de relaciones”.
Inclusive afirman desde la Unicef que la música ayuda al niño a convivir de mejor manera con otros niños, estableciendo una comunicación más armoniosa, además que a esta edad les encanta y les permite jugar de forma más positiva.
A la música, y sobre todo a la música clásica, se le han otorgado diversos tipos de beneficios; sirve para mejorar el ánimo e incluso mejora la capacidad de memoria, de atención y de concentración de los niños. Estimula su inteligencia al mejorar la habilidad para resolver problemas matemáticos y de razonamiento complejos.
Con la música, la expresión corporal del niño se ve más estimulada. Los introduce a los sonidos y significados de las palabras, les fortalece el aprendizaje y contribuye a mejorar su lenguaje, y con ello los hace más sociables, ya que la música brinda la oportunidad para que los niños interactúen entre sí y con los adultos. También los lleva a desarrollar la creatividad, la imaginación, el poder establecer rutinas, sentando así las bases de una futura disciplina, creando asociaciones entre la música y las diferentes actividades. Todo esto, según las investigaciones que se han llevado a cabo desde el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.
Una academia para servir
Como parte de la segunda área de acción social de la fundación, se tomó el desarrollo musical como uno de sus propósitos, para contribuir con la responsabilidad que tienen en la ciudad, al brindarle la posibilidad a su gente de formar niños con estas virtudes y hacerlos referencia por sus perfiles ciudadanos.
Esta misión ha tenido una gran receptividad en la población, pues de acuerdo al testimonio de su director, por cada convocatoria que hacen extensiva, sus cupos a ingresos se muestran agotados a los pocos días de promoción.
“Tenemos un reto, deseamos consolidar nuestra Orquesta Sinfónica Infantil y con ello poder graduar a 120 nuevos talentos locales, en su primera cohorte, y ya con destino a formar parte de las mejores universidades de música, en el país y hasta en el mundo”, reveló Ennio Palumbi, director de la Académica de Música de Lala.
Palumbi explica que los estudiantes desarrollarán una carrera musical completa e integral, cumpliendo varios niveles de preparación y también formándose como un ciudadano con valores y principios humanos, dispuesto a servir a su entorno, que en estos tiempos tanto lo necesita.
“Somos una institución distinta, pues acá cada miembro primero es persona, luego son músicos y, si Dios lo permite, famosos, y con ello nos referimos a que cada uno de nosotros valga en la sociedad por lo que podemos brindarle para ser mejores, procurando ser ejemplares con nuestro desempeño”, expresó el director.
“Queremos regalarle a Guayana una orquesta especial, una orquesta integral con valores Lala, y allá donde vaya cada uno, sean referencia se la formación recibida”, ratificó Ennio Palumbi.
Experiencias
Rodolfo Betermy, de 11 años, toca el violín desde hace tres años y cuenta que se siente feliz cuando tiene su instrumento y se integra a su grupo a crear música. Por su parte, Camila Alarcón, de 8 años, quien también toca el violín, ansía asistir a sus clases para “sentir la magia de la música, porque son momentos muy lindos los que vivo en la academia”.
Eliú Salmerón, también de 11 años, toca el violín y aunque cuando crezca desea estudiar computación, no espera abandonar sus clases musicales porque la felicidad que le brinda, dice que no se compara con nada, sobre todo cuando la comparte con su familia y amigos. Maylin Barrios, representante de tres estudiantes de la Academia de Música, cuenta que han sido cinco años de esfuerzos, sacrificios y mucha satisfacción.
Revela que la oportunidad ha sido ideal para poder realizar ese sueño de brindarles la oportunidad de hacer una actividad complementaria, formarse y disfrutar.
Barrios también manifestó que como padres y representantes se apoyan entre sí con el tema de logística, pues es complejo el transporte y algunos gastos.
Sin embargo, dice que “verlos felices, sonreír y que alcancen cada paso, ha valido cada cosa que hemos hecho como familia para que puedan seguir su sueño”.
Enlaces
La Academia de Música de Fundación Lala está ubicada en el Centro Pediátrico Lala.
Sus horarios de atención son de lunes a viernes de 9:30 a 11:30 de la mañana, y en las tardes de 2:30 a 5:30.
Las clases son impartidas por profesionales y son gratuitas, y pueden inscribirse niños desde los 5 hasta los 10 años de edad.
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