Para sobrevivir hay que priorizar gastos

Vivir en Venezuela cada vez se hace más difícil y agotador para los ciudadanos.

Es que la hiperhinflación a la que entró el país desde 2017 hace que los sueldos no alcancen para cubrir ni siquiera las necesidades básicas.

Con el último aumento de salario decretado por Nicolás Maduro, desde el 14 de enero de 2019 el ingreso mínimo de un trabajador llegó a 18 mil bolívares, que son aproximadamente 5 dólares mensuales.

A ello se suma un bono de alimentación de 1.800 bolívares que tampoco alcanza para adquirir ni una cuarta parte de la canasta alimentaria y mucho menos la canasta básica.

Para enero de 2019, el director del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas -FVM), Oscar Meza, aseguró que para principios de año, una familia requiere de 300 dólares mensuales para cubrir el costo de los alimentos de la canasta alimentaria, la cual comprende al menos unos 60 productos.

En el caso de la canasta básica que abarca alimentos, servicios y vestido, una familia necesita, según Meza, 600 dólares.

Inicio del problema económico

José Salazar, representante del Colegio de Economistas del estado Bolívar, aseguró que Venezuela sufre la peor crisis que ha tenido el país en la historia republicana, originada por la implementación incorrecta de medidas.

Indicó que el proceso de confiscación y expropiaciones ocasionaron daños al país y justamente esas medidas son las que hoy en día condenan a los venezolanos a vivir en la miseria.

Manifestó que el sector agropecuario ha sido uno de los más golpeados y, producto de ello, Venezuela depende a gran escala de la importación.

Aumenta el número de personas que comen de la basura

Liquidez monetaria

Salazar expresó que el Gobierno empezó a gastar más de lo que ingresaba y de allí el incremento de precios indiscriminadamente.

Añadió también el hecho de que el Banco Central de Venezuela (BCV) “dejara de ser una entidad financiera seria para convertirse en una bodega particular”.

“La hiperinflación se generó desde ahí, desde que el BCV comenzó a emitir dinero que no estaba sustentado en la producción”.

Informó que la hiperinflación ronda los 4.000.000 %, lo que equivale a un 4 % por día.

“Los precios se duplican cada 20 días dependiendo del producto, hay unos que lo hacen semanalmente y hay otros que aumentan mucho más entre semana”.

El trabajo perdió su concepto social

El economista indicó que debido a la crisis económica, el trabajo ha perdido su concepto social; es decir, ya el sueldo de un trabajador no alcanza para alimentarse, vestirse, recrearse y mucho menos para adquirir bienes.

Manifestó que un venezolano necesita, por lo menos, 60 salarios mínimos para cubrir la canasta alimentaria. mientras que para la canasta básica unos 120.

“El venezolano se ha empobrecido, no consume los productos que requiere, consume menos calorías, retrocedimos al menos unos 60 años”.

90 % de los venezolanos no puede cubrir la canasta alimentaria y el 60 % de ellos está en pobreza extrema, según Salazar.

Trabajadores no pueden costear todos los alimentos

¿Cómo sobreviven?

Salazar comentó que el venezolano se ha dedicado a sobrevivir y uno de los factores que los ayuda es la remesa.

Al menos 30 % de las familias venezolanas dependen del dinero que envía algún familiar fuera del país.

También dijo que hay otro 30 % que subsiste de alguna forma gracias a los programas sociales que ha implementado Nicolás Maduro que, a su juicio, siguen siendo insuficientes.

Refirió que un 10 % de la población “puede vivir más o menos del salario que devenga producto de su trabajo” y otro 30 % “a la buena de Dios”.

El economista denunció que cada vez hay más personas comiendo de la basura, gente que muere desnutrida por falta de alimentos y por la incapacidad que tienen para poder adquirirlos.

Vivir o sobrevivir

Una pareja, familia de más de cuatro integrantes e incluso un pensionado que viva solo no pueden cubrir todo lo que requieren con su sueldo .

En algunas oportunidades tienen que sustituir productos, priorizar gastos y eliminar unos cuantos de su lista de compra.

Jennifer Romero y Jesús Díaz son una joven pareja.

Ella trabaja en una empresa privada y él termina sus estudios de Derecho.

Jennifer devenga mensual 73 mil bolívares, lo que equivale a cuatro salarios mínimos.

Romero aseveró que para comprar alimentos han tenido que prescindir de algunos gustos.

Lo primordial para ellos es comprar pollo, carne, arroz, harina de maíz, queso duro y huevo.

Aseguró que la mayoría de las veces, tanto para desayuno como para la cena, tratan de rendir lo más que se pueda.

“Hago una tortilla con un solo huevo y un poco de queso para Jesús y para mí, o lo rindo con aliño”.

Manifestó que hace mucho tiempo dejó de comprar mortadela, jamón, queso paisa o amarillo porque el sueldo no alcanza.

Sobreviven gracias a la ayuda de un familiar que está en Perú y que envía cada mes 80 o 90 soles que son aproximadamente 90 mil bolívares.

“Con mi quincena que es 35 mil bolívares compré hace unos días dos harinas, un paquete de sal, otro de azúcar y medio cartón de huevos, en eso se me fue la plata”.

Jennifer lamentó no poder recrearse. Desde hace tiempo no puede ir al cine o comerse algo rico en la calle porque la plata ya no da.

“Si no fuera por lo que nos mandan de Perú no pudiéramos vivir, el salario que tengo es de hambre”. Otras de las cosas que compra por ser indispensable es detergente y jabón.

“Lo de la comida es lo primordial pero también se necesitan artículos de limpieza y de higiene cuando se nos acaban”.

Ambos trabajan y no alcanzan

Cuando se tiene una familia de cuatro personas la situación se complica aún más, sobre todo si hay niños.

Elier Silva y Sair González tienen 10 años de matrimonio y dos niños: uno de 8 y otro de 5 años. Él trabaja en una empresa privada y ella es maestra. Entre los dos se ganan cuatro salarios mínimos y medio al mes.

Y aún así no pueden comer ni comprar lo que quieran.

Elier expresó que la primera dificultad que tienen es que viven alquilados y allí se les van 10 mil bolívares al mes.

“Lo primero que hacemos al cobrar es para el alquiler, es la prioridad”.

Después de asegurar un mes más de estadía en el lugar que viven, piensan en qué pueden comprar para comer.

Silva relató que lo principal para ellos es la harina de maíz, arroz, pollo, carne, queso y huevo.

No compran un pollo entero porque no les alcanza, así que prefieren optar por los recortes. Les pasa lo mismo con la carne, pues en lugar de bistec adquieren molida o para guisar porque rinde más.

Para que alcance la comida para todos, añaden un poco más de papa y zanahoria.

Los condimentos desaparecieron de sus cocinas y solo usan sal, adobo y comino.

Jamón, mortadela, mayonesa y salsa de tomate tampoco los han vuelto a ver.

“Nos ahorramos algunas cosas porque también hay que comprar detergente en polvo, jabón y crema dental, entonces así vamos cuadrando”.

600 dólares para cubrir la canasta básica

Otras opciones

Sair aprendió a hacer dulces y es justo eso lo que los ha ayudado a estirar un poco más el sueldo.

Hace tortas, ponqués y galletas para sobrevivir, sin embargo afirmó que cada vez es más difícil adquirir los productos que requiere, ya que cada dos días aumentan.

“Compramos todo por punto que es más caro y muchas cosas no se consiguen, así que hasta eso se hace complicado”.

Posibilidad

José Salazar destacó que la crisis que padece Venezuela se puede revertir.

Aseguró que hay posibilidades de recuperación si se aplica un plan integral económico que busque los equilibrios a nivel fiscal, monetario e impulse la unificación del tipo de cambio.

También resaltó la importancia de generar confianza en los inversionistas para que estos puedan generar empleo en Venezuela y, a su vez, divisas que permitan que la economía vuelva a resurgir.

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