¿Cómo identificar si estás en una relación narcisista?
Las relaciones sentimentales con un narcisista suelen ser difíciles, se caracterizan por presentar pretenciosidad, necesidad de admiración, falta de interés por la sensibilidad de los demás o de empatía.
Así lo describe Yamilet Pinto, psicóloga y columnista de PRIMICIA, quien en entrevista a este medio ofrece recomendaciones sobre cómo identificar si estás en una relación con un narcisista.
Menciona que la frecuencia del conflicto, peleas, maltratos emocionales y mentales son otras de las características en este tipo de relaciones; el malestar y la infelicidad son señales que existe un narcisista en la relación.
Si el Trastorno Narcisista de la Personalidad está presente en la relación, Pinto señala que es necesario se evidencie en los tres rasgos que lo identifican.
¿Cuál es el perfil de un narcisista?
Pinto señala que una persona que sufre el Trastorno de la personalidad Narcisista se caracteriza por criterios específicos que deben ser reconocidos para evitar un diagnóstico errado.
La especialistas cita el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM 5), en el que se deben cumplir por lo menos cinco o más de los nueve criterios que se dan en diversos contextos.
En caso de no cumplirse, se puede hablar de rasgos narcisistas, en lugar de Trastorno Narcisista de la Personalidad .
Dentro de ellos menciona el sentido grandioso de la autoimportancia. Es habitual en ellos sobrevalorar sus capacidades y exagerar sus conocimientos y cualidades, mostrándose jactanciosos y presuntuosos. Es frecuente que al exagerar sus logros devalúen la contribución de los demás.
Preocupación por fantasías de éxito ilimitado, poder, brillantez, belleza o amor imaginarios. Les fascina compararse favorablemente con gente famosa o privilegiada.
Superioridad. Se creen especiales, únicos, perfectos y talentosos, por ende esperan que los demás les reconozcan como tales. Piensan que sólo pueden relacionarse con personas que son especiales o de alto status.
Creen que sus necesidades son especiales y pueden devaluar las credenciales de quienes les contrarían.
Admiración excesiva. Tienen una necesidad constante de atención y admiración. Esperan que su llegada sea recibida con un toque de fanfarrias y se sorprenden si los demás no envidian lo que ellos poseen.
Pretenciosidad. Intentan recibir halagos constantemente, con pretensiones y expectativas irrazonables de recibir atención y un trato muy especial. Se enfurecen cuando esto no es así, ya que consideran que sus prioridades son tan importantes que los demás deberían ser condescendientes.
Explotación consciente o inconsciente del prójimo. Esperan que se les dé todo lo que deseen o crean necesitar, sin importarles lo que les pueda representar a los demás.
Esperan gran dedicación por parte de los otros y pueden hacerles trabajar en exceso sin tener en cuenta el impacto que esto pueda tener en sus vidas.
Buscan hacer amistades o a tener relaciones románticas sólo si la otra persona parece dispuesta a plegarse a sus designios.
Falta de empatía. Tienen dificultad para reconocer los deseos, las experiencias subjetivas y los sentimientos de los demás. Generalmente, hablan de sus propios intereses con una extensión y un detalle inadecuados, en tanto que no consiguen darse cuenta de que los demás tienen sentimientos y necesidades.
A menudo son desdeñosos e impacientes con los demás cuando éstos se refieren a sus propios problemas y preocupaciones. Son ajenos al daño que pueden hacer sus comentarios.
Envidia. Envidian los éxitos y las propiedades ajenas, creyendo que ellos son más merecedores de esos logros, admiración o privilegios. Pueden devaluar los aportes de los demás, en especial cuando éstos han recibido el reconocimiento o las alabanzas por sus méritos.
Arrogancia y soberbia. Frecuentemente presentan actitudes pretenciosas y desdeñosas o altivas frente a los demás.
Pinto agrega que, además de validar la existencia de cinco o más criterios, es determinante tener claro que algunos de éstos son comunes con otros trastornos de personalidad, de manera que el diagnóstico de un Trastorno Narcisista de la personalidad, requiere de un estudio de la psiquis, las conductas y emociones de la persona.
“Manejar este conocimiento a la ligera es lo que perjudica a la relación, ya que en lugar de buscar ayuda profesional, se comienza a etiquetar a las personas y se alejan de la solución”, expresa Pinto.
¿Cómo afecta?
Cualquier relación, sea de pareja, familiar, laboral o social se puede ver afectada con un tipo de personalidad como esta, ya que están caracterizadas por la humillación, la envidia, el desprecio, la superioridad, el maltrato, la explotación, la falta de empatía y presunción, la soberbia, y arrogancia.
De manera que, la posibilidad de establecer una relación estable y funcional se ve disminuida y realmente imposibilitada, si no se toman en cuenta herramientas para sanar este trastorno.
¿Cómo pueden ayudar amigos y familiares ?
La psicoeducación de la familia y del afectado o los afectados, en esta relación es fundamental. Es el punto de partida para identificar posibles rasgos que puedan perjudicar la relación.
Lo primero que se debe tener en cuenta son los criterios descritos y en función a ello, al detectarlos en la relación, inmediatamente buscar ayuda profesional.
“No es una tarea fácil, pero si aprendemos a conocerlo, es posible que podamos disminuir el riesgo de estas situaciones que tanto afectan la estabilidad mental y emocional de las personas y por ende de sus relaciones”, concluye la psicóloga.
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