Anriquelis Barrios: Voy a dar mi mejor esfuerzo para ser campeona mundial y olímpica
Anriquelis Barrios decidió seguir el camino hacia los Juegos Olímpicos París 2024, después de quedar muy cerca de conseguir una medalla en Tokio 2020.
La judoca guayanesa, formada en el club Sidor, afirmó en su visita a PRIMICIA, “voy a entrenar y a dar mi mejor esfuerzo para ser campeona mundial y olímpica”. Está convencida que puede lograr la primera presea para el judo criollo en la cita olímpica.
Ya está enfocada en el ciclo olímpico de París 2024, comenzó los entrenamientos a su llegada a Caracas con los atletas que van a los Juegos Panamericanos Junior en Cali-Valle.
Mientras que, a su llegada a Puerto Ordaz ha trabajado en el club Sidor, “ahí poco a poco, pero ya me tengo que ir a una preparación en, Valencia, España porque me queda la última competencia del calendario”, que es un Grand Slam en Azerbaiyán en noviembre.
Explicó que su beca en Japón terminó en agosto. Esta era para entrenar y aprender sobre la cultura, “yo no estaba estudiando ahí y como pasó lo de la pandemia me extendieron la beca. Hablaron con la federación japonesa, la Federación Internacional de Judo y me extendieron más la beca, me imagino que hasta París 2024. De entrenar allá no sé; porque está muy delicado el tema de la pandemia, el quedarme encerrada dos semanas no me gusta, ya es un poco cansón”.
Feliz por su primera participación en los JJOO
De entrada soltó que está, “muy feliz de competir en mis primeros Juegos Olímpicos, pensé que eran los últimos, pero como perdí esa medalla quedé como algo picada y dije ‘no’, voy a ir por la próxima medalla olímpica en París 2024, voy a hacer mi mejor esfuerzo y entrenar el doble. Quedé con esa sensación de que quiero seguir”, afirmó Barrios con seguridad.
Admitió que la presea se le escapó por un fallo, “yo cometí un error, en golden score, en cuestiones de segundos y eso me hizo perder esa medalla. En ese tipo de competencias no se pueden cometer errores porque la rival lo aprovecha”.
Ese fue el aprendizaje que le dejó su debut, “hay que trabajar el doble, aunque yo trabajé muchísimo para esos juegos porque sabía que podía agarrar medalla olímpica”.
La guayanesa con su espontaneidad característica confesó que estaba muy enfocada en cada combate, “estaba ‘sayayin’, yo decía cuando me tocó la rusa, ‘Dios mío otra vez la rusa, me toca siempre en el primer combate’, sabía que le iba a marcar”.
“Después dije ‘está la cubana’, le gano a la cubana, la eslovena va a estar dura, yo juraba que después iba con otra, con la japonesa y así. Fue mi mejor competencia y ojalá tenga mejores, porque va a estar el Mundial, voy a entrenar y a dar mi mejor esfuerzo para ser campeona mundial y olímpica”, soltó con mucha seguridad.
Aceptó que es fuerte mentalmente y por eso superó la derrota muy rápido, esto debido a que trabajó mucho la parte psicológica de cara a los juegos.
“Le pagué a una persona, que ahorita es mi amigo, y creo que me ayudó mucho porque estuve muy sola en Japón, en la etapa de lo de la pandemia. Me quedé ahí y dije voy a aprovechar esta pandemia para sacar algo de ventaja. En un momento estaba súper desnivelada emocionalmente y tuve que pedir ayuda. Me he vuelto fuerte mentalmente, ya tuve mi momento de reflexión. La gente que me vio quedó impresionada por la actitud que yo tenía”, añadió.
Barrios reflexionó después de los Juegos Olímpicos sobre qué pudo haber afectado su desempeño y llegó a la conclusión de que los dos meses y medio que estuvo parada por la cuarentena lo terminó pagando caro.
“No entrenamos judo un mes porque los chicos se contagiaron antes del Mundial, entrenamos con 120 hombres y 65 se contagiaron. Cerraron dojos, la universidad completa y me puse a entrenar con un compañerito europeo que tengo ahí y resulta que tenía covid-19, me encerraron cinco días y me hicieron la prueba. Fueron dos meses y medio en total sin entrenar, mucho tiempo perdido”, concluyó.
Pese a las restricciones por la pandemia considera que entrenar en Japón es positivo, por su buena planificación y las comodidades que brindan a los atletas, “aquí por más que sea no tenemos las comodidades, la Federación Venezolana de Judo hace el esfuerzo, pero necesitamos más apoyo”.
Afirmó que maduró mucho antes de los juegos, por eso no cambió nada después de los mismos, “yo estaba mentalizada que iba a ganar una medalla y sabía lo que podía pasar después; ya tenía todo eso planificado. Si gano una medalla que es lo que tengo que hacer, si no gano cómo me voy a sentir, eso ya lo tenía programado con la persona que es como mi coach motivacional”.
Ante el hecho de ser la judoca en lograr la mejor actuación de la historia de Venezuela en los juegos dijo que, “se siente muy bien, ‘es guau’, qué fino que estamos a punto de lograr una medalla olímpica, más que todo es dar el ejemplo a los muchachos que están ahorita avanzando en el judo”.
Sus planes
Anriquelis reveló que en el futuro contempla trabajar con una fundación o algún proyecto relacionado, pero por ahora se dedicará a estudiar y al judo.
“Quiero estudiar en la Universidad de Tokai, vamos a ver si se da esa posibilidad, quizás en una universidad de España vía online”, señaló.
Además piensa trabajar en la Federación Internacional de Judo o Panam Sport, estudiar marketing deportivo, “crear mi propia marca, pero eso es poco a poco, porque ahora estoy enfocada en mis estudios y en dar mi mayor esfuerzo en el judo”, quiere obtener la licenciatura en diseño gráfico.
Mensaje a la nueva generación
A los nuevos judocas les dice que, “todo es disciplina, compromiso, tienen que enfocarse en lo que quieren y perseguir sus sueños. Mucha gente dice eso, pero es la clave, enfocarse, creer en ti”.
Cree firmemente que no se deben poner límites o dejarse convencer de que no pueden lograr algún objetivo.
“Yo en los entrenamientos hacía ne-waza, que es suelo y normalmente en femenino no se hace mucho, se hace más arriba y una persona me dijo en ese combate que te toca no hagas ne-waza, pero yo decidí creer en mí misma y dije ‘yo puedo’, decidí hacer suelo y he ganado muchísimo. A los judocas venezolanos les falta eso. Tienes que comprometerte en lo que vas a hacer. A mi nadie me puede decir que no puedo”, expresó.
También está convencida de que los deportistas deben sentirse bien con lo que están haciendo, “mi papá me dice siempre un sermón, tú puedes, con fundamento, compórtate, pero siempre me decía disfruta al final. Yo digo eso; al final de todo tienes que disfrutar lo que haces. Yo era muy rebelde, antes de Japón me calmé mucho. Todo pasa a su tiempo”.
Del sensei Kilmar Campos comentó que los apoya, les da consejos, les dice que sí pueden.
Cambio de la dinámica
Durante su preparación a Tokio 2020 también tuvo cambios en su entrenamiento por las restricciones. Tras conocer al expelotero Alex Ramírez, la esposa de éste la convenció de ingresar a su gimnasio de crossfit.
Decidió probar aunque tenía que viajar una hora y 45 minutos en metro para llegar a entrenar una hora y devolverse, eso le sirvió para bajar la presión por estar en los JJOO porque además estaba saturada de judo, “entrenaba fuerte, me exigía y competía, me enamoré del crossfit, pero lo tuve que dejar porque me iba a competir, ahí fue que yo empecé a ganar medallas”.
Después entrenó con dos compañeras, una de Moldavia y otra de Costa de Marfil, “empezamos a correr, hacíamos repeticiones de técnicas de judo, me gustó, me imagino que ahí empecé a agarrar más resistencia, pasaba tres horas en la montaña, después hicimos otras cosas con un entrenador que tengo, ahí aprendí muchos tips”, cree que eso marcó la diferencia para llegar a estar cerca de la medalla.
Antes de los juegos su compañero le lesionó una pierna, “pero en la competencia no me dolió nada, se me olvidó todo”.
Unión de la delegación
Barrios destacó la unión de la delegación venezolana en la cita asiática, “fuimos muy unidos, yo compartí con el primer grupo, fino porque la mayoría está en otros países y es muy difícil que nos veamos”.
Relató que cuando llegó a Venezuela se encontró con Daniel Dhers, “me agarró un día y me dijo vente a Petare, desde las 8:00 a.m. hasta como a las 12:00 de la noche, fuimos a Catia, todo espectacular, nunca lo había visto en vivo y de verdad el chamo es impresionante, su energía es increíble”.
Después compartió con Stefany Hernández, quien es su vecina, “después llegó Yulimar, me dijo flaca para la próxima verdad, queremos medalla. Yo no sabía que ella había visto mi competencia, pasaron como dos semanas, me meto en YouTube y la veo viendo mi competencia con los muchachos de voleibol, Edson que es de aquí de Bolívar, yo dije no puedo creer esto, esa gente estaba apoyándome bastante y muchos venezolanos, estaba demasiado feliz con todo el cariño que recibí”.
El nuevo plan
La popular “flaca” admite que el camino para clasificar a unos Juegos Olímpicos es muy complicado, pero hará todo para volver a asistir.
“Es súper difícil clasificar, porque tienes que ir a muchas competencias, tienes que agarrar resultados, la suma de los puntos”, contó.
Para potenciar su preparación planea trabajar más la parte de fuerza y resistencia, “y en el judo pulir algunas técnicas y hacer nuevas, tengo que seguir enfocada, comprometida y motivada”.
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