Sucesos

Relatos de la Justicia: Héroe en uniforme

Hay quienes dudan de la honorabilidad de los miembros de los cuerpos de seguridad. No juzgo a quien lo piense; sin embargo, ha habido y hay funcionarios probos y honestos quienes lograrán la reinstitucionalización. De uno de ellos les quiero hablar hoy.
sábado, 12 diciembre 2020
Helen Hernández | Honro con esta pequeña historia una gran amistad

Recuerdo estar una tarde en mi oficina, cuando llegó un compañero fiscal junto a un oficial que venía de Caracas, con la misión de llevar a cabo un proyecto antinarcóticos en el estado.

Luego de la presentación, le hablé de las varias experiencias y de las distintas operaciones que realizamos, entre ellas la Operación Caroní 2004.

Él se rio y me dice: «Esa me la conozco completica, la operación en Caracas estuvo a cargo de mi equipo».

Le respondo: «Entonces usted es de los míos».

A partir de ese día nos hicimos buenos amigos. El proyecto que traía consistía en darle preparación técnica a los miembros del equipo antinarcóticos del Estado y reforzar con profesionales y equipos el punto de control donde más incautación de narcóticos se producía en el estado para la época: San Francisco de Yuruaní, en el extremo sur de Bolívar.

Relatos de la Justicia: Héroe en uniforme

No tenía ni una semana de llegado el oficial, cuando me llamó y me reportó la incautación de una maleta llena de heroína negra.

Era la primera incautación de ese tipo de sustancia en el estado en los últimos años, pero lo más curioso era la forma en que era transportada: impregnada en chaquetas de cuero.

Cuando hicimos la verificación en los laboratorios del Cicpc fue increíble escuchar de su voz cómo se detectaba una sustancia de esa categoría, pues no olía como sí lo hace la cocaína; tampoco se veía, pues al estar impregnada en piezas de cuero negro era imposible.

A mi pregunta de cómo la detectaba me respondió: «Fácil doctor, el peso».

Acto seguido tomó una de las chaquetas y me la entregó y preguntó: «¿Qué chaqueta de cuero pesa como esta?».

Confieso que hay que ser experto para identificarlo, pues a mí me pareció algo pesada, pero como todas las chaquetas de cuero lo son…

Él prosiguió: «Aunque, doctor, la mejor forma de descubrir a un traficante es su mirada».

Me reveló que son preparados en técnicas de manejo de lenguaje corporal y que pueden incluso ver el pulso acelerado de alguien con solo mirarle el cuello.

En ese momento procedieron a colocar la chaqueta en un recipiente de agua destilada y de inmediato se tornó tan negro como el petróleo.

Luego ese líquido se le decantaba, filtraba y secaba y se obtenía el peso neto la sustancia. En ese entonces luego de todo el proceso se obtuvo 1/2 Kg por cada chaqueta y eran 10, arrojando un total de 5 kilos de heroína negra. Eso en cualquier puerto o aeropuerto es un importante alijo.

De allí en adelante fueron innumerables los procedimientos de incautación de drogas a cargo de ese valioso oficial.

Relatos de la Justicia: Héroe en uniforme

Recuerdo la incautación y detención de un ciudadano francés por el transporte de 4 kilos de cocaína en el fondo falso de sus maletas; al llegar el procedimiento a Puerto Ordaz, vino acompañado de un cartucho de video 8 mm, con la documentación fílmica de todo el procedimiento, desde la propia detención del autobús en el punto de control donde viajaba el extranjero.

También venían engrapados en las actas del expediente una cantidad de billetes de euros de varias denominaciones para una totalidad de 1000 €.

Al ver eso lo llamo por celular y le pregunto: «Hermano, qué significan todos estos billetes de euros».

Me contesta: «Bueno doctor, que justo cuando estaba por mandarle el procedimiento, al detenido se le ocurrió la brillante idea de sobornarme, aproveché y lo grabé sin que se diera cuenta y va en el mismo video del procedimiento, para que le impute también ese delito».

Ante esa respuesta solo me quedó expresar mi emoción con una sonora carcajada y esta oración: «Comando, pero usted está que no cree en nadie».

Respondió con una frase de manera parca: «Si el narcotráfico no cree en nadie, por qué tengo que creer yo».

Su profesionalismo en su labor y calidez humana en su trato hizo que entre ambos surgiera una gran amistad, que aún hoy se mantiene independientemente de su injusta prisión.

Honro con esta pequeña historia nuestra amistad, hermano Juan Carlos Caguaripano Scott.

Honro con esta pequeña historia nuestra amistad

Relatos de la Justicia se basa en las experiencias vividas por el autor durante el desempeño de su carrera en el ámbito judicial. Sus personajes y circunstancias son modificados y adaptados con un poco de ficción para su difusión en el diario PRIMICIA.

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