Ajusticiado a golpes por ignorar advertencia

El azote de las bandas delictivas en las zonas minera de El Callao cobró una nueva vida. La víctima en este suceso es Darwin Isaac Rengel Morocoima, de 30 años, asesinado a golpes este sábado en la tarde.

Sus familiares aseguraron que él no era alguien que anduviera en malos pasos. Uno de sus sobrinos dijo que su tío trabajaba en las minas para ayudar en la casa.

“Él no se metía con nadie, nunca tuvo problemas con ninguna persona”, lamentaban sus dolientes.

Lo que sabían sus familiares, por problemas pasados, es que Darwin tuvo un altercado con unas personas en El Callao. Según son miembros de una banda de la zona.

Antecedentes

La arremetida que le costó la vida no era su primera vez involucrado en conflictos con los delincuentes.

Meses atrás, en uno de los altercados, le cayeron a machetazos. Sucedió en su casa ubicada, pues hasta allá lo ubicaron.

Aunque no fue mutilado, la profundidad de los machetazos llegó a fracturarle los huesos de los brazos.

A Darwin le advirtieron que dejará de trabajar en las minas; por dicha razón sus familiares se lo llevaron hasta Maturín, donde estaría acompañado durante su recuperación.

Punto y final

Una vez mejorado, decidió volver a laborar los yacimientos de El Callao, pues -según su sobrino- este oficio era lo único que sabía hacer.

Darwin regresó, esta vez a una zona diferente, llamada Nacupay. Se fue hasta allá para estar más alejado de las amenazas y seguir como minero.

Lastimosamente esa fue su condena.

Presuntamente quienes perpetraron el crimen no son los mismos que le asestaron los machetazos; sin embargo, dolientes le atribuyen a tales hampones la autoría intelectual del suceso.

De acuerdo con quienes lloran a Darwin, lo mataron “a palos” unos antisociales mandados por los de la vez pasada.

Móvil

Darwin Rengel murió por politraumatismos generalizados. “Lo mataron a palazos”, repetía su gente.

El hombre, en efecto, presentó según el informe médico hemorragias internas, producto de las cantidad de golpes recibidos.

El móvil que manejan las autoridades es un ajuste de cuentas, hasta podría ser una venganza por desobedecer las órdenes que le dieron tiempo atrás: no volver a las minas.

Autoridades no han suministrado alguna versión oficial; pero trascendió que no se descarta alguna deuda por oro, entre la víctima y victimarios, lo cual habría detonado los encontronazos.

Agonía

La muerte de Darwin no fue inmediata. Falleció en los brazos de una tía, mientras facilitaban datos del suceso a las enfermeras.

Desde allá lo trasladaron la noche del sábado, para la autopsia en la morgue del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses, ubicada en la policía científica de Ciudad Guayana.

En las próximos horas su cuerpo será llevado a Maturín, donde dolientes lo sepultarán.

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