Tributo a Humboldt de Mikolji

Iván Mikolji ha dedicado parte de su vida a la fotografía para dar a conocer la biodiversidad de la cuenca Amazónica. Sus proyectos de exploración, y documentación destacan la singularidad de estos ecosistemas. Y tras más de dos siglos de que Alexander von Humboldt (1769-1859) realizara su épica expedición (1799-1804), se está lejos de terminar este inventario; y muchas especies no han llegado a ser identificadas, y posiblemente nunca lo serán, si no se detiene el trágico impacto ambiental sobre estos paraísos ilusorios.

La acción creativa del artista buscar crear conciencia a través de lo visual y en sus proyectos artísticos se fusiona el arte y la ciencia, acercando al público a esta belleza edénica, que al ser contemplada por el público transmite sentimientos de empatía hacia la naturaleza. Esto le da a su estética una dimensión de activismo, al promover a través del arte la preservación de este cosmos, de cuya existencia paradójicamente depende también la sobrevivencia de la humanidad, pues entre trópicos se genera gran parte del oxígeno que respiramos y del agua dulce que consumimos.

Esta selección de imágenes es un acercamiento al proceso de exploración, y documentación de Mikolji en siglo XXI, siguiendo de cerca los pasos dados por Humboldt en la Venezuela del siglo XIX, razón por la cual se muestran en esta exposición varias fotografías de peces tomadas in situ, que fueron descriptas en los diarios de Humboldt.

A lo largo de más de cien expediciones, el investigador y fotógrafo ha obtenido imágenes únicas de peces y plantas que se desconocían, y de muchas otras que se ignoraban su verdadera descripción, pues sólo se tenían de ellas ilustraciones de campo, o muestras conservadas. Este laborioso hacer lo puede llevar a cabo gracias a su disciplinada creación, y a la colaboración de reconocidos biólogos e ictiólogos. Por este saber, sus fotografías se han convertido en referencias casi obligatorias de revistas y libros científicos de instituciones de prestigio dentro y fuera del país.

Las propuestas artísticas de Mikolji crean miradas únicas como las que se muestran en este portafolio, en composiciones que sólo fueron posibles de realizar gracias a cientos de horas de miradas subacuáticas a lo largo de casi veinte años. Se muestran algunas de las singulares plantas acuáticas del Amazonas, Bolívar y Apure que, parecieran levitar sobre el agua, enraizadas en el fondo ribereño. Se documentan universos plenos de vitalidad y colorido como el de las flores estrella de agua, de cuyos pétalos parecieran brotar rayos de luz, o la flor del Caño de Picantonal, en las cercanías de Puerto Ayacucho. Son huellas de luz que nos acerca la fragilidad de las plantas subacuáticas como la de esponjosa Macarenia clavijera, en la sierra Macarena de Colombia, que impregna con su colorido el río Caño Cristales, por lo cual es conocido como el río de los cinco colores.

Algunas de estas especies fueron descriptas por Alexander von Humboldt, y se muestran en esta serie, como ocurre con el pavón, cuya fotografía revela la transparencia del agua, que hace visible los troncos de árboles inundados, el fondo cubierto de hoja y detritus, junto a los poéticos reflejos subacuáticos, entre un cardumen de pavones plateados inmersos en una misteriosa atmósfera. Estos llanos inundados de Apure son también el bioma de la piraña capa burro, descripta igualmente por el científico y humanista alemán, la imagen cliqueada por Mikolji transmite la energía que despliega el depredador, entre un cardumen de atemorizante apariencia. En esta selección no podía faltar la imagen de las toninas, a la que el explorador en el siglo XIX dedico en su obra varias referencias, como las que hace al relatar una de las noches que acampó“.., sobre la orilla plana y arenosa del Apure, bordeada a poca distancia, por una selva impenetrable…Los remos de nuestra embarcación estaban sólidamente clavados al suelo para atar de ellos nuestras hamacas; reinaba un profundo silencio: apenas se oía, a largos intervalos, el ronquido de los delfines de agua, comunes en el Delta del Orinoco…”(1)

Entre los peces destaca la imagen del Oscar, con su bello ojo falso, y las áureas escamas de su cuerpo. Es sorpresiva la delicadeza y la armonía de los contrastes cromáticos del pez Apistogramma del amazonas, en Picantonal donde en unos pocos metros de selva tropical se encuentra también la planta acuática Xyris sp, visión de un espacio-tiempo recóndito del planeta, debido a la belleza de esta planta caracterizada por una gama cromática que van del ocre al rojo, creando exóticas formas al ser zarandeadas por las corrientes del Caño Picantonal.

Las sorprendentes trampas visuales que crean el mimetismo en los peces se evidencia en el pez hoja, su fotografía lo muestra oculto en el fondo de un caño entre plantas acuáticas, en la composición destaca la cercanías de los escandalosos tetra muy apreciados por los acuaristas por su fuerte contrastes cromáticos de azules verdosos y rojos iridiscentes. Al unir estas especies en una misma mirada resaltan las oposiciones de sus formas, coloridos, y como el pez hoja en su anatomía imita hojas flotantes, o movidas por las suaves corriente, y a veces detenidas apariencia; que le facilita atrapar a sus presas; a diferencia de los tetra que se muestran dinámico, móviles, y tienen una apariencia escandalosa, algunos investigadores plantean que este fuerte contraste cromático es una posible manera del tetra invisibilizarse de sus depredadores. Acompañan esta aventura visual las imágenes de muchos de los lugares en fueron fotografiados estas especies, así Mikolji transmite a través del arte una visión holística de la vida acuática.

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