“El Gato” confiesa su lucha contra la ansiedad y la depresión

El actor venezolano Juan Alfonso Baptista, conocido popularmente como “El Gato”, abrió su corazón en una reveladora entrevista donde confiesa los desafíos emocionales y personales que ha enfrentado a lo largo de su extensa carrera.

Durante su participación en el podcast de su colega colombiano Juan Pablo Raba, “Los hombres sí lloran”, Baptista destapó la presión y la “crueldad” oculta detrás de la inspiradora frase “El show debe continuar”.

Con más de la mitad de su vida dedicada a la actuación, Baptista compartió una visión cruda sobre la vida detrás del personaje, señalando que la exigencia de continuar trabajando a pesar de las luchas internas puede ser profundamente dañina.

“El show debe continuar es una frase muy cruel, a veces, porque hay momentos en que uno no quiere ni levantarse de la cama, porque estás deprimido, porque no tienes ánimo, porque tienes inseguridades, por el trabajo, por la parte financiera, y todo está ligado a esa apatía, creo yo, y nos afecta”, confesó el actor.

La confrontación interna a los 50

El intérprete, que ha sido aplaudido y juzgado a lo largo de su trayectoria, se sinceró sobre un punto de inflexión personal, especialmente al acercarse a los 50 años. Indicó que la madurez le ha permitido ver con claridad las “máscaras” que, como artista, ha tenido que usar para mantenerse activo en la industria.

“Viene el golpe muy particular, golpeando los 50 años me di cuenta del personaje que era, que he sido, y hay muchas máscaras, somos artistas, hay que trabajar, pero tenemos cosas que nos están pasando…”, explicó.

Baptista describió un proceso de desequilibrio, ansiedad y confrontación constante que surge al romperse el “estándar social” impuesto. Esta fractura lo ha llevado a un lugar de “desorden emocional” y de incomprensión, donde no encaja ni en la sociedad tradicional ni plenamente en el mundo artístico.

Llamado a la empatía

El actor destacó la hipersensibilidad de quienes se dedican al entretenimiento, refiriéndose a su vulnerabilidad ante la energía y las emociones, un factor que, según él, “nadie entiende”. La presión de la edad y la incertidumbre laboral, como el no conseguir trabajo, alimentan un ciclo de pensamiento negativo que antes no existía.

En este contexto de lucha silenciosa, que incluye “malas conductas de hábitos, las adicciones, la dependencia”, Baptista lanzó una poderosa invitación a sus seguidores y a la sociedad en general:

“La de mirarnos como iguales, tratarnos con empatía, y recordar que ninguno de nosotros sabe lo que el otro está transitando”.

El actor cerró su reflexión admitiendo que, aunque “El show debe continuar”, a puerta cerrada vive “un momento de confrontación constante”, debatiéndose entre lo que debe hacer y lo que no sabe si puede cambiar. Sus declaraciones arrojan luz sobre el lado humano y vulnerable que existe más allá de la pantalla.