Cristina Colichon: Tejiendo existencia
El arte textil de Cristina Colichón muta lo ancestral en contemporaneidad, al crear un lenguaje que introduce técnicas y materiales tradicionales como la lana, con elementos industriales como el nylon, el hilo de cobre y transparencias fotográficas en piezas creadas en telares de lisos y pedal introducidos por los españoles en el siglo XVI. Tecnología asumida por la cultura tradicional peruana con su colorido, y múltiples funciones que van desde lo ritual, lo mágico y lo social en vestimentas, mantos, atuendos y cobijas. Con una iconografía cuyos diseños, trenzado y tipos de tejido tienen significaciones míticas y simbólicas. La artista peruana no desliga su hacer de estas funcionalidades que recrea a través de un osado sentido de la posmodernidad.
En las obras tejidas a mano como la instalación Tejiendo mi Vida, 2014 de 10 metros -algodón con nylon- juega con el vacío al dejar visible la trama y la urdimbre, al no compactarla; materializando formas que deconstruye, transmitiendo un halo de misterio, que potencia tanto la dimensión estética como el simbolismo del textil:
“En el plano cósmico hay que distinguir el hilo de la urdimbre y el hilo de la trama; la urdimbre liga entre ellos los mundos y los estados -del ser-; la trama representa el desarrollo condicionado y temporal de cada uno de ellos.” (Chevalier, Diccionario de los Símbolos: 570).
Cirlot nos recuerda que Guénon interpreta la trama y la urdimbre como equivalentes a las líneas horizontales y verticales de la cruz cósmica (Cirlot, Diccionario de Símbolos: 428). Y por tanto; asocia el arte textil a lo activo y lo pasivo, a lo femenino y lo masculino, al tiempo y al espacio. Estos contenidos arquetipales convierten el tejido en metáfora de la existencia, y así como las Parcas cortan la trama de la vida, los tejidos de la artista seducen al otro, al hacerlo consciente de su devenir. Esta ambientación -Tejiendo mi vida- recorre la pared cual corriente acuosa, los hilos longitudinales de la urdimbre generan transparencias y vacíos, en contraste con los hilos tejidos a lo ancho, o trama que materializan el engrosamiento que asumen significados de gestación y religamiento, al unir lo separado.
“En Extremo Oriente el casamiento se simboliza por la torsión, (…) entre los dedos de dos hilos de seda roja: los hilos del destino de dos esposos se convierten en un solo hilo.” (Chevalier, Diccionario de los símbolos: 570.)
Al utilizar polímeros, la obra adquiere brillo, y flexibilidad que conjuga las tensiones de la transparencia y la opacidad del algodón, creando formas insólitas alejadas de la cotidianidad, adentrando al espectador en un estado de ensoñación.
En los Dibujos de cobre (2011-2019), el hilo de metal moldea y da cuerpo a formas escultóricas que atrapan el espacio entre trama y urdimbre. Corrientes de viento parecieran materializarse entre sus texturas, y crear situaciones de ingravidez. Potenciando las significaciones ancestrales que asocian el cobre al sol, y por tanto a la deidad, por su coloración amarilla o rojiza, transmitiendo un carácter sagrado al metal; que tiene un simbolismo multivalente, pues los objetos rituales en los tiempos incaicos al hacer las aleaciones de cobre con la plata, por su coloración se asociaron con la diosa lunar, Mama Quilla, a sus mitos y rituales telúricos. Enriqueciendo estas dimensiones en cada una de las obras.
Las tramas y urdiembres de cobre, le permiten moldear y dar cuerpo a sorpresivas formas que atrapan el espacio entre tejido, las corrientes de viento parecieran materializarse entre sus texturas; fusionando lo tradicional y lo contemporáneo.